Concepto
El término histéresis significa literalmente "lo que va detrás", y su utilización es frecuente en Biología y Física para referirse a aquellos fenómenos en los que el estado de un material depende de su historia previa. En Economía se aplica también en diversos campos para indicar que la posición de equilibrio de un sistema en un momento del tiempo depende de dónde se haya encontrado en los períodos anteriores y de los shocks que haya experimentado. El concepto más habitual al que se aplica esta idea es el de la NAIRU, o tasa de paro no aceleradora de la inflación.
La histéresis de la NAIRU
Esta tasa de paro es, en principio, la única que garantiza la estabilidad de la inflación. Si la tasa de paro se reduce por debajo de este umbral, la inflación comenzará a elevarse, mientras que tasas de paro mayores irían asociadas con tasas de inflación decrecientes.
En su versión más actual (neokeynesiana) la aceleración de la inflación es el resultado de la incompatibilidad entre las pretensiones salariales de los trabajadores —que dependen negativamente de la tasa de paro— y el salario real que las empresas están dispuestas a pagar —que depende del margen de beneficios y de la productividad del trabajo—. La NAIRU es la tasa de paro que hace que ambos salarios sean iguales.
En principio, los factores que determinan la NAIRU están relacionados exclusivamente con factores institucionales y por el lado de la oferta de la economía. Por ejemplo, estos factores serían el poder sindical y las instituciones relacionadas con la negociación salarial, la legislación sobre costes de despido, formas de contratación y prestaciones por desempleo, el grado de competencia en los mercados de bienes o el nivel de productividad media del trabajo. Dicho de otra forma, la demanda agregada y la evolución pasada de la tasa de paro no deberían jugar ningún papel en la determinación de esta tasa de paro de equilibrio.
La histéresis se produce cuando esto no se cumple, es decir, cuando la NAIRU de un período depende en alguna medida de la tasa de paro de la que parte la economía. Por ejemplo, si la tasa de paro se incrementa durante algunos períodos, la NAIRU también podría hacerlo en caso de que hubiera histéresis.
La histéresis puede ser parcial cuando esta dependencia entre la NAIRU y la tasa de paro efectiva es solo temporal. Existe una NAIRU a largo plazo (U*LP) hacia la que la economía tiende a aproximarse, pero después de cualquier perturbación de demanda que incremente la tasa de paro, será necesario mantener también una tasa de paro mayor durante algunos períodos posteriores para que la inflación no se acelere. Es decir, la NAIRU a corto plazo (U*CP) se habrá elevado.
Formalmente, se expresaría de la siguiente forma, siendo α un coeficiente positivo y menor que 1, que mide el grado de histéresis —mayor cuanto más se aproxime a uno—:
U*CP, t, t = (1-α) x U*LP + α x Ut-1
Si la histéresis es total, en la economía no existe una NAIRU a largo plazo, sino que esta es siempre igual a la tasa de paro del período anterior, y cualquier perturbación altera su valor de forma permanente. Dicho de otra forma, lo que provoca la aceleración de la inflación no es el nivel de desempleo, sino su variación.
Haciendo α = 1 podemos expresar formalmente también este caso:
U*t = Ut-1
Mecanismos que pueden provocar la histéresis
Para justificar la aparición de histéresis se han propuesto distintos mecanismos. A continuación se resumen los dos más importantes:
Descapitalización de los parados de larga duración
De acuerdo con esta idea, la histéresis se produce como consecuencia de los efectos negativos que se producen sobre el capital humano de los trabajadores después de un proceso de desempleo prolongado.
Cuando el paro aumenta, los trabajadores que inicialmente quedan desempleados ejercen un efecto reductor sobre los salarios, y por tanto sobre la presión inflacionista de la economía. Ahora bien, si esta situación se hace duradera las empresas dejarán de considerar seleccionables a estos trabajadores parados, ya que sus características no son equivalentes a las de los trabajadores actualmente empleados. Es decir, cesará esta presión a la baja sobre los salarios y la presión inflacionista se mantendrá constante, incluso con un paro más elevado. Es decir, ha tenido lugar el proceso de histéresis y la NAIRU es mayor.
Escasez de capital
En este caso la histéresis se produce como consecuencia de la reducción del ritmo de inversión que tiene lugar cuando el nivel de actividad disminuye. Si esta caída es también prolongada en el tiempo, la reducción de la inversión hará que el stock de capital no crezca, y cualquier intento posterior de devolver la demanda agregada al nivel anterior se enfrentará a un problema de falta de capacidad productiva. La consecuencia de esta escasez de capital podría ser un aumento de los márgenes de beneficios y, en consecuencia, que la aceleración de la inflación se produzca con tasas de paro más bajas que antes de la perturbación.
Implicaciones para la política económica
El problema de la histéresis se relaciona con frecuencia con las políticas de demanda agregada ejecutadas por los Gobiernos, desde dos puntos de vista:
En primer lugar, la teoría aceleracionista de la inflación, que se extendió desde los años 70 del siglo XX a partir de las ideas de Milton Friedman y Edmund Phelps, predice que es posible reducir la inflación mediante políticas de demanda restrictivas sin costes permanentes en términos de inflación. Efectivamente, una política monetaria restrictiva podría situar durante algunos períodos la tasa de paro por encima de la NAIRU, pero a medida que la inflación se fuese reduciendo también lo harían las expectativas de crecimiento de los precios. Por ello, la economía podría volver a estabilizarse en su tasa de paro inicial (la NAIRU) con una tasa de inflación menor.
Durante los años 80, muchos Gobiernos llevaron a cabo políticas de este tipo, pero en los países europeos el resultado fue que la reducción de la inflación daba lugar a un aumento permanente —y no temporal— en la tasa de paro. Es decir, la NAIRU se elevó. Este hecho es el origen de las teorías de la histéresis, que venían a poner de manifiesto que políticas restrictivas prolongadas para reducir la inflación tendrían costes en términos de empleo más persistentes que lo inicialmente pensado, o incluso permanentes. Como alternativa, se proponía la utilización de políticas de rentas u otras políticas estructurales para reducir la inflación, en lugar de someter a la economía a un período de bajo crecimiento y desempleo elevado.
El segundo argumento que liga las políticas de demanda con el problema de la histéresis está relacionado con la necesidad de actuar rápidamente mediante las políticas expansivas adecuadas cuando se produce un shock contractivo de la demanda. Dado que los mecanismos de autorregulación del mercado (moderación salarial y de precios) pueden actuar con demasiada lentitud, se generaría un paro y una caída de la actividad suficientemente prolongados para provocar la actuación de cualquiera de los dos mecanismos de la histéresis. Los Gobiernos deberían combatir activamente la recesión antes de que estos efectos tengan lugar.
Finalmente, otra lectura importante desde el punto de vista de la política económica es adoptar las políticas activas de empleo necesarias para evitar la exclusión del mercado de trabajo de determinados grupos de trabajadores y luchar contra el paro de larga duración. En caso contrario, a las dificultades para integrarse en el mercado de trabajo a las que ya se enfrentan estos grupos habría que añadir que el aumento de la NAIRU daría lugar a la aparición de tensiones inflacionistas mayores si crece la demanda agregada.
Reuerde que...
- • La histéresis de la NAIRU: es la única que garantiza la estabilidad de la inflación.
- • Mecanismos que pueden provocar la histéresis: descapitalización de los parados de larga duración y Escasez de capital.