Concepto
Contingencia, probabilidad, proximidad de un peligro o daño.
La aleatoriedad y la incertidumbre son características típicas del riesgo, puesto que no es previsible de antemano si el riesgo va o no a concretarse definitivamente en un siniestro. Es una situación en la que tampoco existe garantía de éxito seguro, lo que generalmente, en términos económicos, va íntimamente relacionada con la posibilidad de obtener un lucro.
Si profundizamos en esto último tendremos una primera clasificación de los riesgos desde el punto de vista de la técnica del seguro. Según las consecuencias económicas derivadas del siniestro se puede distinguir entre riesgos puros, en los que solo existe posibilidad de pérdida (por ejemplo, riesgo de incendio) y riesgos especulativos, en los que el sujeto expuesto al riesgo tiene posibilidad de ganar o perder (por ejemplo, riesgo bursátil).
En la actualidad empresarial existen riesgos que se consideran como puros pero que en ocasiones son especulativos. Así, tenemos el riesgo de crédito (las políticas de créditos más liberales suponen un mayor riesgo pero generan mayores ventas) y el riesgo de huelga (a veces las huelgas son beneficiosas para las empresas al ahorrarse costes laborales y disminuir un alto stock almacenado).
Solo los riesgos puros se pueden tratar con la técnica del seguro, mientras que los riesgos especulativos no son asegurables, al menos mediante esta fórmula, ya que sí existen instrumentos financieros que pueden proporcionar una cobertura a este tipo de contingencias.
Como el riesgo rodea a la empresa, una de sus actividades consistirá en descubrirlo, analizarlo y valorarlo, con el fin de resguardarse de sus efectos negativos o por el contrario aprovechar los positivos; así pues, el riesgo y no la rentabilidad, es el que genera las oportunidades de negocio. Según lo anterior, en una empresa van a surgir diferentes riesgos que la entidad debe o bien gestionar por ella misma o bien transferirlos al mercado en la parte no deseada, pero en ningún caso puede permanecer impasible.
Así pues, el entorno económico se mueve por expectativas sobre las incertidumbres y los agentes económicos tratarán de transferir el riesgo que esto supone al resto de agentes. De esta forma surge la idea de riesgo, entendida de dos formas: bien como probabilidad de daño o pérdida, o bien como pérdida probable dentro de un intervalo de confianza; así por ejemplo puede decirse que una empresa tiene el 95 % de probabilidad de perder 1.000 unidades monetarias, o que puede perder 1.000 unidades monetarias con una probabilidad del 95 %. En cualquier caso, sus características básicas serán:
- — Incertidumbre en cuanto a la posibilidad de que el riesgo se materialice en una pérdida efectiva.
- — Incertidumbre sobre la cuantía de la pérdida.
- — Incertidumbre sobre el instante en que puede materializarse dicha pérdida.
El riesgo puede venir dado en términos absolutos, según se ha definido anteriormente, o en términos relativos, es decir, el riesgo asumido respecto a un índice o indicador principal (benchmark). Así mismo, según la unidad de medida empleada, el riesgo podrá definirse como económico (si lo hace en unidades monetarias) o estadístico (si se expresa a través del valor de medidas de dispersión, como es la varianza).
Clases de riesgos
Desde el prisma de una empresa, básicamente se establecen 2 clases de riesgos:
- 1. Operacional, derivado de la actividad que realiza la empresa. Dentro de este se encontrarían todas y cada una de las operaciones que realiza la empresa relacionadas con su ciclo de explotación y que tienen reflejo en la cuenta de resultados a través del tramo de explotación.
- 2. Extraoperacional, que surge del resto de actividades que realiza la empresa. Dentro de este se distinguen dos:
- a) Financiero, derivado de las operaciones de financiación que necesita realizar la empresa para llevar a cabo su actividad y que se manifiesta a través del tramo financiero de la cuenta de resultados.
- b) Extraordinario, todo aquel riesgo que nace de una operación considerada como atípica para la empresa y que tiene su reflejo en el tramo extraordinario de la cuenta de resultados.
Apreciación del riesgo
En general, sea en el análisis de una inversión, o en el estudio de una operación crediticia, o en la colocación de liquidez en cualquier activo financiero o valor, la apreciación del riesgo es la evaluación de cuantas circunstancias puedan generar una pérdida de valor en cualquiera de las operaciones indicadas.
La apreciación del riesgo en el ámbito de los seguros es el acto por el que se toma este en consideración, valorándole en todos los aspectos, naturaleza, circunstancias de agravación, proximidad a otros focos de peligrosidad, etc., lo que habrá de influir en la fijación de la tarifa de las primas.
Recuerde que...
- • Se puede distinguir entre riesgos puros, en los que solo existe posibilidad de pérdida y riesgos especulativos, en los que el sujeto expuesto al riesgo tiene posibilidad de ganar o perder.
- • En la actualidad existen riesgos que se consideran como puros pero que en ocasiones son especulativos.
- • Solo los riesgos puros se pueden tratar con la técnica del seguro, mientras que los riesgos especulativos no son asegurables.
- • Se establecen 2 clases de riesgos desde el prisma de una empresa: Operacional (derivado de la actividad que realiza la empresa). Extraoperacional (surge del resto de actividades que realiza la empresa).
- • La apreciación del riesgo es la evaluación de cuantas circunstancias puedan generar una pérdida de valor en cualquiera de las operaciones indicadas.