El coste de reposición se define como el coste actual de reemplazar un elemento de activo por otro de las mismas características.
En relación con los elementos del inmovilizado y para períodos de alta inflación, el tomar como base amortizable el coste histórico puede actuar de manera negativa sobre el patrimonio de la empresa, sin embargo, una amortización basada en valores de reposición, puede entrañar distintas incertidumbres en relación a la determinación de dicho valor del activo debido a:
- — Se ignora si el inmovilizado actualmente en uso será sustituido por otro igual o totalmente diferente. La evolución tecnológica hace difícil prever con exactitud las características del nuevo equipo.
- — Se desconoce cual podría ser la evolución de los precios de esa clase de activo.
- — No hay certeza sobre el momento en el tiempo en que procederá la reposición, ya que ello dependerá en gran medida del grado de utilización, que a su vez dependerá de factores externos a la empresa.
- — Desde el punto de vista de la Contabilidad Financiera (no así en Contabilidad de Costes), amortizar sobre costes de reposición, incumpliría el Principio del Precio de Adquisición.
En relación con los elementos del activo corriente, el vigente PGC del año 2007, en su segunda parte, NORMAS DE REGISTRO Y VALORACIÓN, en particular en la norma 12 Existencias, indica que cuando el valor neto realizable de las existencias sea inferior al precio de adquisición o coste de producción, se efectuarán las oportunas correcciones valorativas. En particular para el caso de las materias primas y otras materias consumibles su precio de reposición puede ser la mejor medida representativa de su valor neto de realización.