Concepto
En el ámbito de las ciencias sociales se suele definir la eficacia como el grado en el que un individuo, grupo u organización ha alcanzado los objetivos establecidos. Es habitual presentar la eficacia con relación a conceptos relacionados, especialmente la eficiencia. Es por tanto importante aclarar sus diferencias.
En economía, la eficiencia (al contrario que en el lenguaje popular) ha tenido un significado diferente al de eficacia: se dice que determinada asignación de recursos posee eficiencia si no es posible producir mayor cantidad de un bien sin renunciar a la producción de otro bien. Es por ello que en el ámbito empresarial se ha impuesto el concepto de eficiencia entendida como la relación existente entre los resultados obtenidos y los medios empleados para conseguirlos, y el concepto de eficacia como la consecución de los objetivos empresariales.
Implicaciones estratégicas
Según estas definiciones, se puede ser eficiente sin ser eficaz, y eficaz sin ser eficiente, dado que el hecho de que los bienes se produzcan en una situación de eficiencia no garantiza que la combinación de bienes obtenida sea de utilidad para el cumplimiento de los objetivos.
La aplicación al ámbito estratégico y organizativo de estos dos conceptos es inmediata. La búsqueda de las ventajas competitivas no puede obviar ninguna de las dos variables, ni la eficacia ni la eficiencia. Con un ejemplo tal vez se clarifique la idea. Piénsese en la empresa Olivetti, durante muchos años líder mundial en la producción de máquinas de escribir. Sus sistemas organizativos (tanto de producción, comercialización, administrativos...) llegaron a ser extremadamente eficientes, de tal modo que la relación entre los resultados obtenidos y los medios empleados para alcanzarlos fue excelente. Pero, con la llegada de los procesadores de texto, si Olivetti hubiese seguido produciendo máquinas de escribir exactamente del mismo modo, su eficiencia no se habría visto afectada, pero sí su eficacia: ya no había demanda para máquinas de escribir, que aunque se hiciesen de una manera extremadamente eficiente, ya no contribuían a alcanzar los objetivos empresariales. Es por ello que algún autor ha asimilado la eficiencia a “hacer las cosas correctamente”, y la eficacia a “hacer las cosas correctas”. Ambas capacidades son fundamentales en la búsqueda de la ventaja competitiva.
Recuerde que...
- • Se puede ser eficiente sin ser eficaz, y eficaz sin ser eficiente.
- • Eficiencia “hacer las cosas correctamente”, y eficacia “hacer las cosas correctas”.
- • Eficacia y eficiencia son fundamentales en la búsqueda de la ventaja competitiva.