Concepto
Se trata del fin o meta que desea alcanzar la empresa. En el proceso de la formulación estratégica, la empresa ha de diseñar su sistema de objetivos, que estará constituido por tres niveles diferentes:
- 1. La misión u objetivo supremo: declaración general de lo que quiere ser la empresa.
- 2. Los objetivos generales: objetivos a largo plazo que desea alcanzar la empresa. Estos pueden ser de dos tipos: objetivos corporativos, que se definen con carácter financiero y para cada uno de los stakeholders o grupos de interés de la empresa y objetivos de las unidades estratégicas de negocios, que corresponden a objetivos referidos a cada uno de los negocios o actividades a las que se dedica la empresa.
- 3. Los objetivos operativos o funcionales: concretan los objetivos generales de la empresa para hacer posible su realización y están referidos a cada una de las áreas funcionales o departamentos de la empresa (de marketing, de producción, financieros, de recursos humanos, etc.).
Corrientes de pensamiento
Existen dos corrientes de pensamiento diferentes sobre el diseño de los objetivos empresariales: el enfoque financiero o de los shareholders y el enfoque social o de los stakeholders.
En el primero de los enfoques, la empresa posee unos objetivos que son prioritarios sobre los demás, que son los objetivos de los propietarios de la empresa o accionistas (en el caso de una sociedad anónima); en este caso, los directivos de la empresa son los que se ocupan de alcanzar dichos objetivos (maximización del beneficio o del valor de la empresa), para satisfacer a los propietarios. Los shareholders son los propietarios reales (socios) o de facto (directivos del ápice estratégico) de la empresa y son quienes poseen el mayor poder para fijar los objetivos a seguir.
En cambio, en el segundo de los enfoques, se considera que la empresa tiene múltiples objetivos, que son el resultado de un proceso de negociación entre los diferentes stakeholders o grupos de interés que constituyen la empresa; en este caso, los directivos actúan como intermediarios, tratando de diseñar un sistema de objetivos que beneficie a todos.
Características y funciones de los objetivos empresariales
Los objetivos no son válidos o útiles si no cumplen las siguientes características:
- — Objetivos claros: han de estar correctamente definidos, con claridad y sencillez.
- — Objetivos específicos: han de especificarse lo máximo posible, es decir, se han de detallar al máximo.
- — Objetivos medibles: se han de poder cuantificar a través de una medida determinada. Hay objetivos que son fácilmente medibles (productividad, rentabilidad, cuota de mercado, etc.); sin embargo, hay otros (objetivos subjetivos) que son más difíciles de medir (ambiente de trabajo, grado de polivalencia del personal, etc.).
- — Objetivos realistas: han de ser alcanzables porque de lo contrario pueden generar frustración entre las personas; pero al mismo tiempo han de ser ambiciosos.
Por otra parte, los objetivos han de cumplir una serie de funciones básicas en la organización o empresa, como son:
- — Sirven como guía de las decisiones empresariales: a través del diseño de los objetivos, la empresa decide qué es lo que quiere hacer y cómo lo quiere hacer.
- — Sirven para evaluar y controlar: a través del diseño de objetivos, la empresa puede saber si está teniendo éxito o no, es decir, si está haciendo las cosas correctas y correctamente. Al comparar los objetivos o resultados deseables con los resultados reales, se puede saber si la empresa va por buen camino o no. Para poder controlar, los objetivos han de ser cuantificables o medibles.
- — Sirven para motivar: cuando se asigna un objetivo a una persona o a un grupo de personas, se les está planteando un reto que les va a obligar a esforzarse. La motivación será positiva cuando los objetivos sean realistas, es decir, alcanzables. No tiene sentido plantear objetivos que son inalcanzables.
- — Sirven para comunicar: los objetivos pueden servir también de relaciones públicas de la empresa (herramienta de marketing). A través de ellos, la empresa comunica a la sociedad cuál es su fin y cuáles son sus principios y valores. Para ello, los objetivos han de ser claros y específicos.
Clases de objetivos generales
Los objetivos generales de la empresa son los fines que, a largo plazo y de forma global, desea alcanzar la empresa. La flexibilidad es una condición necesaria para definir este tipo de objetivos.
A lo largo de la historia de la empresa, ha existido controversia sobre cuáles son los objetivos prioritarios o principales de la empresa. Así, en empresas controladas directamente por sus propietarios o empresarios, el objetivo principal siempre será la maximización de los beneficios o del valor de la empresa. Sin embargo, cuando se trata de empresas donde intervienen o tienen intereses múltiples actores, los objetivos han de ser definidos a través de un proceso de negociación basado en el poder de influencia de cada uno de dichos actores. En este caso, la empresa puede formular dos clases de objetivos generales: objetivos económico-financieros y objetivos económico-sociales; los primeros garantizan la viabilidad de la empresa, su supervivencia, mientras que los segundos garantizan su fin social o responsabilidad social. Es importante que la empresa sea capaz de alcanzar un equilibrio entre ambas clases de objetivos.
Son objetivos económico-financieros: la rentabilidad (o maximización del beneficio), el crecimiento (aumento de la cuota de mercado o de la posición competitiva de la empresa) y la capacidad de adaptación o flexibilidad.
Los objetivos económico-sociales se pueden dividir en dos tipos:
- — Objetivos internos: aquellos que afectan a los actores internos de la empresa como los trabajadores (objetivos de seguridad, formación, remuneración, condiciones laborales, información y acción sindical, entre otros), los directivos (objetivos de reputación y compensaciones económicas) y los propietarios (derechos económicos y políticos).
- — Objetivos externos: son aquellos que afectan a los actores externos de la empresa como los clientes y proveedores (información, transparencia, calidad, etc.) o la sociedad en general (generación de empleo, riqueza, protección del medio ambiente, etc.).
Recuerde que...
- • La empresa debe contar con tres niveles de objetivos: la misión u objetivo supremo, los objetivos generales y los objetivos operativos o funcionales.
- • Existen dos corrientes de pensamiento diferentes sobre el diseño de los objetivos empresariales: el enfoque financiero o de los shareholders y el enfoque social o de los stakeholders.
- • Objetivos empresariales: objetivos claros, objetivos específicos, objetivos medibles y objetivos realistas.
- • Los objetivos generales de la empresa son los fines que, a largo plazo y de forma global, desea alcanzar la empresa.
- • La empresa puede formular dos clases de objetivos generales: objetivos económico-financieros y objetivos económico-sociales.