Concepto
El problema de la inconsistencia temporal, analizado por los economistas Kydland y Prescott (1977) indica que las medidas político-económicas que se consideran más adecuadas para el futuro, a menudo pierden eficacia en la práctica, porque las empresas y los particulares ya han adecuado sus expectativas y comportamientos a las medidas por venir, lo que también desanima a los políticos a aplicarlas. Según Kydland y Prescott semejante política resulta, a fin de cuentas, más perjudicial que no anunciar metas de largo plazo.
Kydland, nacido en Noruega, y Prescott, oriundo del estado de Nueva York, publicaron conjuntamente sus trabajos claves en 1977 y 1982. En la década del 70, las economías occidentales atravesaban una situación caracterizada por la ausencia de un crecimiento económico apreciable, aparejada con una sostenidamente alta tasa de desempleo y de inflación. Por aquel entonces se pensaba que era posible reducir el desempleo, a costa de altos niveles inflacionarios. Por ejemplo, el entonces canciller alemán Helmut Schmidt, sostenía que si tuviera que optar entre una inflación alta y un alto desempleo, preferiría lo primero. Milton Friedman demostró, sin embargo, que esa supuesta alternativa no es real: las altas tasas de inflación a lo sumo pueden reducir el desempleo transitoriamente, pero no de forma duradera.
Kydland y Prescott ampliaron dicha teoría con el problema de la inconsistencia temporal, de forma que no sólo influyeron enormemente en el análisis macroeconómico, sino que su trabajo influyó también en la política monetaria y financiera de muchos países. Así lo señaló la Academia Sueca, al fundamentar su decisión de distinguir a ambos científicos con el galardón del premio Nobel de Economía de 2004.
El problema de la inconsistema temporal y la política económica
Una política económica es inconsistente temporalmente cuando, siendo óptima inicialmente, deja de serlo con el paso del tiempo, por ejemplo después de influir en las expectativas de los agentes.
Si en el transcurso del tiempo las autoridades modifican efectivamente su decisión, los agentes tendrán en cuenta esta actitud cuando formen nuevamente sus expectativas en los períodos siguientes, influyendo negativamente en la eficacia de la política monetaria.
En concreto, no serán creíbles los anuncios de las autoridades que los agentes crean que son inconsistentes en el tiempo. Esto puede dar lugar a una situación subóptima.
Por consiguiente, es preferible establecer mecanismos institucionales que eviten el problema de la inconsistencia temporal (la posibilidad de que las autoridades modifiquen la política que habían anunciado) y refuercen la credibilidad de las autoridades.
Pongamos como ejemplo la política monetaria y sesgo inflacionista a partir de los trabajos de Kydland y Prescott (1977) y Barro y Gordon (1983), quienes señalaron la tentación a la que pueden enfrentarse las autoridades económicas de aprovechar la posibilidad de intercambio a corto plazo entre desempleo e inflación, e introducir un sesgo inflacionista en la economía una vez que los agentes introducen en sus expectativas este comportamiento del gobierno. Se puede explicar a través de las siguientes fases:
- 1. Anuncio del banco central, expectativas y negociaciones salariales.— El banco central puede influir en las expectativas de los agentes a través del anuncio que haga sobre cuál va a ser su política monetaria (por ejemplo, bajo o alto crecimiento monetario). De hecho, le interesa anunciar una política monetaria poco expansiva, ya que de esta forma se negociarán crecimientos salariales bajos y la curva de Phillips a corto plazo estará más próxima al origen.
- 2. ¿Qué hará el banco central una vez que se han fijado las expectativas?.— Si el anuncio del banco central es creído por el público y se forman una expectativa de que la inflación será baja, y el banco central modifica su política monetaria, haciéndola más expansiva de lo que anunció, podrá reducir la tasa de paro con menor coste en términos de la inflación. Por tanto, la política monetaria que anunció inicialmente (bajo crecimiento monetario, punto A) es inconsistente (después de influir en las expectativas, tiene incentivos para llevar a cabo una política monetaria más expansiva, punto B).
- 3. ¿Cómo cambiará el comportamiento de los agentes en el futuro?.— Cuando los agentes aprenden que esste el comportamiento del banco central, modifican sus expectativas y pasan a esperar políticas monetarias expansivas y tasas de inflación altas. Por tanto, la curva de Phillips se aleja del origen y la economía se estabiliza con una inflación mayor (“sesgo inflacionista”, punto C).
- 4. ¿Podrá volver a influir el banco central en las expectativas?—— El nuevo equilibrio no es óptimo, por lo que el banco central podría intentar reducir la tasa de inflación, anunciando y aplicando una política monetaria más restrictiva. Sin embargo, los agentes, al conocer el problema de la inconsistencia temporal, no creerán el anuncio, manteniendo una expectativa de inflación alta. El banco central no tiene “credibilidad”.
En el gráfico 1 se analiza este ejemplo de manera que en el punto A, las autoridades anuncian una política monetaria poco expansiva y los agentes lo creen, por lo que en la NAIRU la tasa de inflación sería baja. En el punto B, sin embargo, una vez que los agentes han firmado sus contratos de acuerdo con estas expectativas, el banco central aplica una política más expansiva (baja el desempleo, aunque se incrementa la inflación). Por último en el punto C los agentes revisan sus expectativas, y el punto A ya no es alcanzable. Aunque el banco central anuncie objetivos más bajos de inflación, es poco creíble por el problema de la inconsistencia temporal.
Para resolver el problema del sesgo inflacionista derivado de la falta de credibilidad de la política antiinflacionista se proponen diversas soluciones como reducir la discrecionalidad de las autoridades monetarias sometiendo su comportamiento a reglas que fijen su comportamiento y dotar al banco central de una elevada independencia y de un mandato explícito para perseguir la estabilidad de precios. Esto ha tendido a corresponderse con tasas de inflación más bajas.
Otros ejemplos de la inconsistencia temporal de la política económica
En general, la inconsistencia temporal de una política económica se produce cuando las decisiones que parecen óptimas en un momento determinado dejan de serlo más adelante.
En política económica podemos encontrar también algunos casos de inconsistencia temporal. Por ejemplo, si el gobierno quiere lograr una mayor moderación de los sindicatos a la hora de negociar los salarios, y evitar así el riesgo de la inflación, puede anunciar que, sea cual sea el resultado de esta negociación, mantendrá constante la oferta monetaria. Los sindicatos se encontrarán entonces con que si los salarios nominales suben y esto da lugar a mayores crecimientos en los precios, la oferta monetaria en términos reales se reducirá, y lo mismo ocurrirá con la demanda agregada, con lo que habrá un aumento del desempleo. Esto podría forzar la moderación salarial de los sindicatos, salvo que la credibilidad del gobierno no fuese elevada y esperasen que, en realidad, no cumplirá sus amenazas de restricción monetaria, porque el objetivo del empleo es prioritario sobre el de la inflación. Una posible solución podría ser, entonces, la de fijar una regla de crecimiento de la oferta monetaria de obligado cumplimiento o nombrar una agencia independiente (el banco central) obligado a velar exclusivamente por el objetivo de asegurar la estabilidad de los precios, con lo que se reforzaría la credibilidad de las autoridades.
Otro ejemplo parecido puede ser el de una economía abierta a la competencia con el sector exterior, pero con tipos de cambio flexibles. Si las empresas saben que el tipo de cambio nominal se va a depreciar siempre que haya una pérdida de competitividad, aceptarán más fácilmente las peticiones salariales de los sindicatos para evitar problemas laborales, ya que podrán traspasar estos mayores salarios a los precios sin problemas de pérdida de cuota de mercado. Ahora bien, su resistencia será menor, y probablemente también la tasa de inflación del país, si el gobierno fija irrevocablemente el tipo de cambio nominal (por ejemplo, pasando a formar parte de una unión monetaria) o limita su tasa de variación (incorporándose en un acuerdo como el SME).
Recuerde que...
- • No serán creíbles los anuncios de las autoridades que los agentes crean que son inconsistentes en el tiempo, daría lugar a una situación subóptima.
- • Es preferible establecer mecanismos institucionales que eviten el problema de la inconsistencia temporal y refuercen la credibilidad de las autoridades.