Concepto
Siguiendo a Mintzberg, toda actividad humana organizada implica dos requisitos fundamentales y opuestos: la división del trabajo en tareas más simples y la coordinación de las mismas. De hecho, la estructura organizativa puede definirse, de manera simple, como el conjunto de todas las formas en las que se divide el trabajo en tareas distintas, consiguiendo posteriormente la coordinación de las mismas.
Los mecanismos que las organizaciones utilizan para coordinar las tareas, previamente divididas, se pueden sintetizar en seis:
- 1. Adaptación mutua.
- 2. Supervisión directa.
- 3. Normalización de procesos de trabajo.
- 4. Normalización de habilidades.
- 5. Normalización de resultados.
- 6. Normalización de habilidades o adoctrinamiento en valores.
Adaptación mutua
Mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en la comunicación informal entre los trabajadores. Es el más sencillo de los mecanismos de coordinación y funciona bien en organizaciones simples con pocos miembros.
Así, por ejemplo, los remeros de una canoa, para hacer frente a las diferentes circunstancias que enfrenta su labor, basta con que conversen de manera espontánea. Pero cuando la complejidad organizativa aumenta, este mecanismo no es operativo y pasa a ser complementario de otros mecanismos de coordinación más complejos, como la supervisión directa o los mecanismos de normalización (de procesos de trabajo, de resultados y de habilidades). Paradójicamente, también es útil cuando la complejidad es máxima, en organizaciones que se enfrentan a entornos turbulentos llenos de ambigüedad e incertidumbre y donde la toma de decisiones está sometida a presiones importantes; por ejemplo, en unidades de investigación que se enfrentan a proyectos innovadores. En estos entornos, la flexibilidad y rapidez de este mecanismo de coordinación vuelve a ser muy útil.
Supervisión directa
Mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en que una persona coordina dando órdenes a otros. Por lo general, surge cuando un cierto número de personas tiene que trabajar juntas y su número es demasiado elevado como para poder confiar en la adaptación mutua. El supervisor normalmente da las órdenes y vigila de modo directo que se cumplan, lo que limita el ámbito de control o número de trabajadores que puede tener bajo su supervisión. Suele ser propio de entornos laborales con escasa descentralización y no excesiva complejidad, que permiten que un individuo, el supervisor, sea el que procese prácticamente toda la información pertinente para la toma de decisiones.
Es el mecanismo de coordinación más importante en pequeñas y medianas empresas industriales como, por ejemplo, un taller textil o un taller de ebanistería.
Normalización de procesos de trabajo
Mecanismo de coordinación de las tareas en una organización que se basa en la coordinación del trabajo mediante la especificación directa del contenido del mismo a los miembros de la organización, sobre todo a nivel operativo. Un ejemplo típico es la cadena de montaje, que, gracias al sistema técnico utilizado, normaliza las tareas: el operario no toma ninguna decisión, ya que la tarea se ha subdividido, en extremo de tal modo, que es muy simple y casi totalmente previsible (de modo que hay pocas eventualidades que el operario tiene que enfrentar).
Es un mecanismo propio de entornos en extremo estables y permite que un supervisor controle a numerosos trabajadores, ya que cada uno tiene claro qué es lo que debe hacer, bien gracias al sistema técnico, tal como hemos visto en el ejemplo de la cadena de montaje, o por protocolos y procedimientos desarrollados por la tecnoestructura de la organización que le fijan sus comportamientos en el puesto de trabajo.
Es el mecanismo de normalización más importante en empresas de tipo industrial como una fábrica.
Normalización de resultados
Mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en la especificación de aquello que se quiere conseguir a fin de alcanzar los objetivos que se proponga la organización. Esto implica, normalmente, dar al trabajador autonomía en la manera de alcanzar dichos objetivos y permite, por tanto, flexibilizar la coordinación respecto a mecanismos como la normalización de procesos de trabajo. Por ejemplo, un director comercial puede fijar a cada uno de sus agentes comerciales un objetivo de ventas en su zona, que este podrá gestionar como estime oportuno: él se organizará las visitas a sus clientes, sus argumentos de venta, etc.
Se trata del mecanismo de normalización más importante en las empresas multinacionales o en aquellas empresas que poseen unidades estratégicas de negocios. Es una manera de garantizar la eficiencia de cada una de las divisiones o unidades organizativas de la empresa, mediante la competencia entre ellas por la captación de recursos en función de los resultados obtenidos.
Normalización de habilidades o adoctrinamiento en valores
Mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en la determinación de los conocimientos necesarios para ocupar un puesto de trabajo, a saber, el perfil profesional de la persona. La adquisición de conocimientos, normalmente, tiene lugar fuera de la organización, en las escuelas, centros de formación profesional o universidades, encargándose los “normalizadores de habilidades” de comprobar a través del proceso de selección dichos conocimientos, aunque también pueden organizar, a través de la formación, la adquisición de los mismos en el seno de la organización. Este mecanismo, que da gran autonomía aparente al trabajador, es, por ejemplo, intensamente utilizado en medicina: diez cirujanos en distintas partes del mundo sin nadie que les supervise operan una apendicitis de manera parecida, debido a que todos ellos han recibido una formación también parecida que condiciona su comportamiento.
Se trata del mecanismo de normalización más importante en aquellas organizaciones o empresas donde las habilidades son el componente más importante de su trabajo, como, por ejemplo, un hospital o una universidad.
Entorno turbulento
Entorno turbulento es aquel conjunto de factores que influyen sobre una empresa de manera compleja (según el grado de complejidad), dinámica (según el grado de dinamismo), incierta (según el grado de incertidumbre), heterogénea o diversificada (según el grado de diversidad) y beligerante (según el grado de hostilidad).
La turbulencia del entorno obedece a una situación enormemente difícil para la empresa, que exige una capacidad de adaptación a los cambios externos permanente. La empresa necesita disponer de mecanismos de vigilancia del entorno (control de vigilancia) a través de los cuales poder identificar con la mayor rapidez posible un cambio externo. Un cambio externo en un entorno turbulento, si no se responde con rapidez adoptando cambios internos, la empresa puede encontrarse con un desajuste estratégico que posteriormente obligará a adoptar cambios radicales.
Recuerde que...
- • Adaptación mutua: es el más sencillo de los mecanismos de coordinación y funciona bien en organizaciones simples con pocos miembros.
- • Supervisión directa: mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en que una persona coordina dando órdenes a otros.
- • Normalización de procesos de trabajo: mecanismo propio de entornos en extremo estables que permite que un supervisor controle a numerosos trabajadores, ya que cada uno tiene claro qué es lo que debe hacer.
- • Normalización de resultados: mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en la especificación de aquello que se quiere conseguir a fin de alcanzar los objetivos que se proponga la organización.
- • Normalización de habilidades o adoctrinamiento en valores: mecanismo de coordinación de las tareas en una organización basado en la determinación de los conocimientos necesarios para ocupar un puesto de trabajo.