Concepto
Se dice que un mercado es disputable o contestable, cuando hay libre entrada y salida del mismo y dicha entrada o salida puede hacerse con gran rapidez. En estos mercados, aún habiendo una sola empresa operando en los mismos, esta no puede fijar precios por encima del coste medio como haría en un mercado de monopolio ya que los altos beneficios obtenidos atraerían nuevas empresas al mercado. El posible riesgo de entrada de potenciales competidores hace que la empresa operante en un mercado disputable, aunque sea un monopolio, establezca un precio de equilibrio igual al coste medio, obteniendo beneficios ordinarios, al igual que obtendría en un mercado de competencia perfecta.
La teoría de los mercados disputables fue desarrollada por J. Baumol, John Panzar y Robert Willig, en su trabajo "Contestable Markets and the Theory of Industry Structure" publicado en 1982. Según estos autores tres condiciones son necesarias para que un mercado sea perfectamente disputable. En primer lugar, que no haya costes irrecuperables ("sunk costs"). Es decir, que todos los costes derivados de la entrada en un mercado se puedan recuperar una vez la empresa opere en dicho mercado. En segundo lugar, que los potenciales entrantes tengan acceso a la misma tecnología y a los mismos precios de los factores que la empresa que ya opera en el mercado disputable. En tercer lugar, que la empresa que opera en un mercado disputable no pueda cambiar los precios de su producto antes de que los potenciales entrantes se establezcan en el mercado. A continuación se presenta un ejemplo que ayudará a comprender porqué estas tres condiciones son necesarias.
Ejemplo de equilibrio en un mercado disputable
Supongamos un mercado en el que se vende un producto homogéneo, cuya tecnología de fabricación es fácilmente accesible para cualquier entrante potencial. En un principio supongamos que las empresas que operan en este mercado cobran un precio P1 por encima del coste medio, CMe. Si no existiesen costes asociados con la entrada y salida en este mercado, una empresa rival podría entrar en el mercado y cobrar un precio P2, inferior a P1. Los consumidores preferirán pagar el precio inferior y por tanto la nueva empresa se llevaría toda la demanda. Esto obligaría a la empresa u empresas que ya estaban establecidas en el mercado a bajar sus precios por debajo del nuevo precio P2 marcado por la empresa entrante para recuperar la demanda perdida. La nueva empresa entrante podría entonces volver a bajar sus precios de nuevo para no perder la demanda ganada. Si el proceso se repite y las empresas siguen bajando precios, en equilibrio el precio final de equilibrio será igual al coste medio ya que a partir de ahí ninguna de las empresas tendría incentivos para bajar el precio ya que si lo hiciesen, entrarían en pérdidas.
Es evidente, que para que se produzca este proceso, es decir para que el mercado sea disputable, es necesario que la empresa entrante tenga acceso a la misma tecnología de fabricación ya que si tuviese una tecnología más costosa, la empresa que opera originalmente en el mercado podría fijar un precio por debajo del coste de fabricación de los rivales potenciales y por encima de su propio coste medio de producción de forma que evitara la entrada de competidores y a la vez obtuviese beneficios extraordinarios.
También es necesario que no haya costes irrecuperables. Es decir que los rivales potenciales puedan recuperar todos sus costes de entrada en el mercado. La teoría de los mercados contestables se apoya en la idea de que la empresa monopolista baja sus precios hasta el nivel del coste medio porque sabe que si no lo hace, las empresas entrantes inmediatamente entrarán en el mercado cobrando un precio ligeramente inferior al de la empresa monopolista y por encima del coste medio, obteniendo beneficios extraordinarios mientras la empresa monopolista no reaccione. Si el proceso de entrada y salida del mercado es costoso (es decir si hay costes irrecuperables), es posible que los beneficios obtenidos hasta que la empresa monopolista baja sus precios, no sean suficientes para compensar dichos costes, y que por tanto no se produzca la entrada. Por eso, para garantizar que un mercado sea perfectamente disputable es necesario que no haya costes irrecuperables. Por otro lado, la ausencia de costes irrecuperables también garantiza que si una vez que la empresa rival sale del mercado, la empresa que permanece en el mercado vuelve a subir el precio por encima del coste medio, se producirá de inmediato el mismo proceso de entrada, bajada de precios y salida. La entrada potencial garantiza por tanto que los precios permanecerán en el nivel competitivo incluso aunque existiese una sola empresa en el mercado.
Por último, también es necesario que la entrada y salida del mercado pueda producirse de forma inmediata. Más en concreto es necesario que la entrada se produzca antes de que a las empresas que ocupan el mercado les de tiempo a cambiar sus precios. Si las empresas que ocupan el mercado disputable tuviesen tiempo de observar la entrada y cambiar sus precios, podrían adelantarse a la bajada de precios de los rivales. Podrían bajar sus precios antes de que lo hiciesen los nuevos entrantes y así evitarían que estos obtuviesen beneficios, lo que desincentivaría su entrada. Por tanto un mercado no será disputable si la entrada de los rivales potenciales no puede producirse con la rapidez suficiente para que a la empresa que ocupa el mercado no cambie sus precios.
Mercados disputables y barreras de entrada
Tal y como hemos visto, la teoría de los mercados disputables requiere de la ausencia de costes de entrada y salida o en otras palabras de la ausencia de barreras de entrada o salida. Barreras de entrada en este contexto serían todos aquellos factores que impiden que una empresa se establezca en un mercado de forma inmediata. Barreras de salida serían todos aquellos factores que impiden la salida inmediata del mercado. Bajo este concepto no solo entrarían costes monetarios asociados a la entrada o salida sino también todo aquello que retrase la entrada o salida. Por ejemplo, el proceso administrativo de creación de una empresa o de autorización para operar en un determinado mercado es muy largo, esto supone una barrera de entrada. El coste de construir una fábrica (incluyendo el tiempo que se tarda en hacerlo), es también una barrera de entrada ya que impide que una empresa opere en un mercado de forma inmediata. Asimismo, si resulta difícil desprenderse de la maquinaria necesaria para operar en el mercado o si es difícil utilizarla en otra industria por ser muy especializada, la salida del mercado será difícil y eso a su vez dificultará la entrada de empresas ya que los nuevos entrantes saben que no podrán salir cuando dejen de obtener beneficios o que podrán hacerlo pero sufriendo el coste de revender la máquina a un precio inferior a su valor o en un plazo muy largo de tiempo.
Un ejemplo de mercado en el que las barreras de entrada o salida son muy pequeñas es el de las compañías aéreas. En este mercado parece razonable que se cumplan los presupuestos de la teoría de los mercados disputables. En efecto, una compañía aérea que ya dispone de aviones puede ofrecer vuelos en una determinada ruta con inmediatez. Si dicha aerolínea observa que hay una ruta en la que opera una única compañía rival y que está cobrando precios de monopolio puede inmediatamente ofrecer el mismo vuelo a un precio menor. Asimismo, si la empresa rival reacciona de forma que baje sus precios al nivel del coste medio, no supone ningún coste adicional para el nuevo entrante salir del mercado. Por este motivo, el mercado aéreo es un ejemplo de mercado disputable. No existen barreras de entrada o salida importantes que impidan a un potencial entrante competir con un rival que cobra precios de monopolio.
Relevancia de la teoría de los mercados disputables
La relevancia de la teoría de los mercados disputables radica en que propone que si se cumplen las hipótesis de partida mencionadas anteriormente, una empresa monopolista cobrará el menor precio posible (P=CMe) en lugar de precios de monopolio. Este hecho tiene enormes implicaciones en términos de política antimonopolio ya que la sola existencia de un monopolio en un mercado no supondría que los precios serían necesariamente más altos siempre y cuando hubiese potenciales competidores. Es más sería entonces preferible que hubiese una sola empresa porque el precio de venta sería el mínimo posible (el mismo que en competencia perfecta) pero además se evitaría la duplicación de costes fijos y por tanto se produciría la cantidad de equilibrio de forma eficiente.
La realidad ha demostrado que en la mayoría de mercados existen barreras de entrada o salida lo suficientemente grandes como para evitar que los potenciales rivales compitan en igualdad de condiciones con las empresas ya establecidas. Es decir que las hipótesis de partida no parecen muy realistas. En concreto no parece realista que una empresa nueva entrante en un mercado tenga mayor flexibilidad a la hora de decidir si entra o no que la empresa ya establecida para cambiar sus precios. Por otro lado, tampoco parece realista pensar que para la mayoría de mercados no existen costes irrecuperables. Por todo ello, la teoría de los mercados disputables, pese a su enorme atractivo teórico y a sus implicaciones para las políticas de defensa de la competencia, sigue suscitando controversia entre los expertos respecto a su utilidad.
Recuerde que...
- • El posible riesgo de entrada de potenciales competidores hace que la empresa operante en un mercado disputable, aunque sea un monopolio, establezca un precio de equilibrio igual al coste medio, obteniendo beneficios ordinarios, al igual que obtendría en un mercado de competencia perfecta.
- • Tres condiciones para que un mercado sea perfectamente disputable: que no haya costes irrecuperables, que los potenciales entrantes tengan acceso a la misma tecnología y a los mismos precios de los factores que la empresa que ya opera en el mercado disputable y que la empresa que opera en un mercado disputable no pueda cambiar los precios de su producto antes de que los potenciales entrantes se establezcan en el mercado.
- • La teoría de los mercados disputables requiere de la ausencia de costes de entrada y salida o en otras palabras de la ausencia de barreras de entrada o salida.
- • La realidad ha demostrado que en la mayoría de mercados existen barreras de entrada o salida lo suficientemente grandes como para evitar que los potenciales rivales compitan en igualdad de condiciones con las empresas ya establecidas.
- • La teoría de los mercados disputables, pese a su enorme atractivo teórico y a sus implicaciones para las políticas de defensa de la competencia, sigue suscitando controversia entre los expertos respecto a su utilidad.