Concepto
Dado que este modelo organizativo es relativamente reciente, todavía no está asentada una definición reconocida por la academia de manera genérica, incluyendo, según qué autor consideremos, una u otra característica. Algunas de las más comúnmente aceptadas son:
- — Cooperación voluntaria de varios agentes legalmente independientes (organizaciones completas, departamentos individuales, grupos de proyecto, personas individuales, etc.).
- — Genera un producto/servicio basado en un entendimiento común de las reglas del negocio entre dichos agentes.
- — La red tiene una jerarquía nula o muy plana centrada en la funcionalidad a lo largo de la cadena de valor.
- — Puede ser dirigida y organizada internamente por medio de principios directivos incorporando un socio líder o un comité de dirección.
- — Cada compañía contribuye solamente con lo que considera sus capacidades distintivas.
- — Al menos un socio representa a la organización virtual de cara al exterior.
- — Los socios están conectados unos con otros mediante moderna tecnología de información y comunicación.
Enfoques
Se distinguen dos enfoques en su conceptualización: el estructural y el de proceso.
Perspectiva estructural
Según Fernández Monroy, a la que seguiremos fielmente en toda la exposición, la organización virtual puede considerarse un tipo de cooperación (del tipo red o alianza) entre organizaciones (o entre empresas, grupos, individuos). Esto puede observarse en las múltiples definiciones de organización virtual de tipo académico que afirman que esta es una red entre organizaciones/individuos, aunque algunos autores prefieren destacar que son combinaciones de capacidades distintivas o actividades. Multitud de autores se refieren a la organización virtual haciendo referencia a sus patrones de información, relaciones y conocimiento, poniendo de manifiesto que, a través de ellos, elaboran productos y servicios virtuales mediante una red normalmente muy sofisticada de información, de la que toman parte no solo empleados muy cualificados de la empresa, además de proveedores y distribuidores, sino incluso vendedores y los mismísimos clientes. Sin embargo, otros autores plantean un concepto más preciso al considerar la organización virtual como una red temporal de empresas independientes que se unen a través de tecnología de información para así compartir capacidades, costes y acceso a los mercados de cada uno. A su vez, en la literatura académica también se pueden encontrar otros trabajos en los que se introduce la idea de organización virtual no únicamente a las dependencias de tipo interorganizativas (es decir, entre organizaciones-socio), sino que también se incluyen las intraorganizativas (es decir, entre unidades-individuos que pertenecen a una misma organización).
Perspectiva de proceso
Esta perspectiva se refiere fundamentalmente a la particularidad de que la organización virtual, ante cambios en medio que puedan afectar a su eficiencia en la consecución de sus objetivos, suele responder modificando su propia estructura o la de su entorno. Es lo que se define como organizar, virtualmente, metodología estratégica que focaliza especialmente su atención en la creación, cuidado y desarrollo de los activos intelectuales y de conocimiento clave, mientras que a la vez obtiene los activos materiales que necesita a través de una compleja red bien establecida de relaciones. Así, algunos autores plantean que la organización virtual no es una organización, sino por el contrario una estrategia para organizar los elementos de la cadena de valor o una característica de un enfoque organizativo.
En conclusión, siguiendo un planteamiento más genérico, la organización virtual se puede entender como una forma de estructurar organizativamente y dirigir las actividades orientadas hacia la consecución de los objetivos y es una consecuencia que puede considerarse lógica y ligada al desarrollo organizativo basado en la descentralización y al desarrollo tecnológico de la información basada en las redes de trabajo. Creemos que no puede ser considerada todavía como una estructura organizativa diferente y diferenciada, sino que más bien es un punto de orientación particular que toman algunas organizaciones en su desarrollo. En efecto, parece consolidada la idea de que la organización virtual no alcanza a ser un concepto que genere un tipo de estructura distinta (diferenciable de la estructura funcional, divisional o matricial). Tal vez su particularidad más evidente sea la dispersión geográfica de las unidades organizativas que la componen y que estas necesitan del uso de las tecnologías de la información para llevar a cabo su proceso productivo.
Hay quien ha planteado que la organización virtual debería ser considerada como una fórmula intermedia a mitad camino mercado-jerarquía y no como una forma institucionalizada, puesto que ni su forma ni sus contenidos están bien definidos: el intercambio que se da entre los miembros de una organización virtual no se lleva a término mediante la coordinación del mercado y, además, los negocios entre los mismos no son transacciones únicas; por otra parte, dicha organización tampoco implica un mecanismo de coordinación jerárquico tradicional en el que los intercambios sucesivos se institucionalizan en el largo plazo por el uso de la autoridad directiva y la formación de unidades de negocio.
Recuerde que...
- • La organización virtual puede considerarse un tipo de cooperación (del tipo red o alianza) entre organizaciones (o entre empresas, grupos, individuos).
- • En la organización virtual los socios están conectados unos con otros mediante moderna tecnología de información y comunicación.
- • Se distinguen dos enfoques en la conceptualización de la organización virtual: el estructural y el de proceso.
- • Su particularidad más evidente es la dispersión geográfica de las unidades organizativas que la componen y que estas necesitan del uso de las tecnologías de la información para llevar a cabo su proceso productivo.
- • Algunos autores plantean que la organización virtual no es una organización, sino una estrategia para organizar los elementos de la cadena de valor o una característica de un enfoque organizativo.