¿Qué se entiende por inteligencia emocional?
El amplio debate suscitado por el tema de la inteligencia emocional proviene de la verificación de hechos irrefutables tales como que el éxito profesional no es predecible exclusivamente por el cociente intelectual, o que existen algunas personas de alta capacidad intelectiva y sin embargo presentan ciertos déficits en las relaciones interpersonales, o, por otro lado, la innegable importancia de las emociones en todas nuestras decisiones.
Son múltiples las definiciones generadas sobre la Inteligencia emocional, unas centradas en ámbitos personales y otras en entornos empresariales, en definitiva todas hacen referencia a una "capacidad de sentir, entender controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos".
Desde hace una década se ha venido reconociendo la importancia de la inteligencia emocional en el trabajo, especialmente en la formación y dirección de equipos, en la capacidad de adaptación a los cambios, en la atracción, desarrollo y retención del talento y la generación de compromiso de las personas con la organización.
Recientemente D. Goleman en sus investigaciones sobre trabajadores cuyo desempeño es excelente, identifica rasgos que les distinguen, así la capacidad de escuchar y comunicar verbalmente, impulsar cambios, aprovechar la diversidad, adaptarse y dar respuestas creativas frente a los obstáculos, capacidad de controlarse, motivación y disposición a la actividad y eficacia grupal e interpersonal son algunos de los factores clave que pueden ser desarrollados en base al trabajo con su inteligencia emocional.
En definitiva, "en el mundo laboral no solo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos o con los demás" (D. Goleman,1999)
¿Cuáles son los antecedentes?
Howard Gadner (1983) publicó un trabajo en el que hablaba de "inteligencia múltiple", e identificaba siete tipos de inteligencia distintos: verbal, lógico-matemática, espacial, cinestésica, destrezas interpersonales y capacidad intrapsíquica. Afirmó que el cociente de inteligencia, concebido en base a capacidades, no constituía un criterio que explicase el éxito en la vida e incluía las emociones y la capacidad para las relaciones interpersonales como elementos básicos en la consecución de objetivos profesionales y personales.
P. Salovey y J. Mayer (Universidad Yale, 1990) acuñan el término de "Inteligencia emocional" e inician programas de investigación para desarrollar sistemas de medida. Finalmente Daniel Goleman profundiza y difunde el concepto de inteligencia emocional.
¿De qué se compone la inteligencia artificial?
Todas las investigaciones en esta área han dirigido sus esfuerzos al análisis de la inteligencia emocional y su impacto, en base a habilidades prácticas, observables, medibles y operativas. D. Goleman (1999) describe la inteligencia emocional en base a los siguientes factores:
Tres competencias personales
Hacen referencia a nuestro propio conocimiento y a la forma de relacionamos con nosotros mismos.
a) Autoconciencia que implica el reconocimiento de nuestros estados de ánimo, recursos e intuiciones. Está integrada por:
- - Conciencia emocional: identificación de las propias emociones y reconocimiento de la forma en que afectan a nuestras acciones.
- - Autovaloración: identificación de las propias limitaciones y fortalezas, es decir, los puntos fuertes y débiles.
- - Confianza en sí mismo: seguridad que reside en el reconocimiento de nuestra propia capacidad y valía.
b) Autorregulación que hace referencia al manejo de los estados de ánimo, impulsos y recursos propios. Está integrada por:
- - Autocontrol: dominio de las emociones perturbadoras y los impulsos conflictivos de forma que se mantenga el equilibrio emocional y la capacidad de analizar situaciones con claridad.
- - Confiabilidad e Integridad: asunción de responsabilidad, ética y sinceridad.
- - Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de cambio.
- - Innovación: comodidad y apertura ante situaciones, ideas o perspectivas nuevas.
c) Automotivación o tendencias emocionales que guían o facilitan la consecución de nuestros objetivos. Está integrada por:
- - Impulso de logro: orientación a resultados y esfuerzo por alcanzar nuestros objetivos.
- - Compromiso: sentido de vinculación con los objetivos propios, del equipo o de la organización.
- - Iniciativa: conducta proactiva orientada al aprovechamiento de oportunidades.
- - Optimismo: visión positiva de los obstáculos que permite perseverar en los objetivos.
Dos competencias interpersonales
a) Empatía que implica tener conciencia de los sentimientos, necesidades y estados de ánimo de los demás. Supone ser capaces de ponernos en el lugar de los demás para entender sus emociones, pensamientos y perspectivas. No implica "estar de acuerdo". Está integrada por:
- - Comprensión de los otros: entender los sentimientos y perspectivas de los compañeros de trabajo.
- - Desarrollo de los demás: reconocer las necesidades de desarrollo de los demás y reforzar y potenciar las habilidades.
- - Orientación hacia el servicio: reconocimiento y anticipación a las necesidades reales de los clientes para satisfacer a los mismos.
- - Aprovechamiento de la diversidad: consideración de las diferencias personales, culturales, de conocimientos, en experiencias como una oportunidad de aprendizaje y desarrollo.
- - Conciencia política, a la podríamos denominar grupal: capacidad de percibir las relaciones emocionales y de poder entre los miembros del equipo.
b) Habilidades sociales que suponen el adecuado manejo de las emociones en las relaciones interpersonales, lo que permite interpretar adecuadamente situaciones y redes sociales y utilizar estas habilidades para dirigir, motivar, negociar y trabajar en equipo. Está integrada por:
- - Influencia: capacidad de persuadir a los demás.
- - Comunicación: "escucha activa" y elaboración de mensajes convincentes.
- - Manejo de conflictos: identificar y saber negociar los desacuerdos que se presenten en el equipo de trabajo.
- - Liderazgo: capacidad de guiar a las personas y a los grupos.
- - Catalizador del cambio: promover y dinamizar cambios y desafíos, eliminando barreras.
- - Resolución de conflictos: capacidad de negociar y resolver conflictos.
- - Colaboración y cooperación: integrarse en el equipo para alcanzar metas comunes.
- - Habilidades de equipo: crear sinergias para conseguir metas colectivas.
Las competencias que constituyen e integran la inteligencia emocional no son talentos innatos, sino habilidades aprendidas. En este sentido, existe un consenso generalizado respecto a la posibilidad de desarrollar la Inteligencia emocional a lo largo de toda la vida.
¿Cuál es la relación de la inteligencia emocional con el liderazgo?
Tradicionalmente las teorías para el desarrollo del liderazgo se habían basado en potenciar las competencias estratégicas de los directivos (visión del negocio, orientación al cliente...). En este enfoque trataban de identificarse modelos de excelencia en gestión de distintos ámbitos de actuación (militares, políticos, empresariales, etc.) y, buscando sus patrones de conducta, tomarlos como modelo.
Actualmente el liderazgo hace referencia a competencias de "eficacia personal" (autocontrol, integridad, empatía, desarrollo personal entre otras) con la consideración de ser el punto de partida y también inherentes a todo líder. En este sentido Goleman estima que no es posible el desarrollo del liderazgo sin el desarrollo personal y afirma que el 70% de las habilidades directivas dependen de la inteligencia emocional.
La publicación de investigaciones en torno a la incidencia de las emociones en la empresa, tales como "La inteligencia emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el cociente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia" (Harvard Business Review) han propiciado reflexiones en el ámbito empresarial que han desembocado en considerar los aspectos emocionales como factores esenciales del liderazgo.
Los gestores dirigen equipos que les obedecen, mientras que los líderes cuentan con personas que desean seguirles. En definitiva, el liderazgo implica directamente a las emociones.
Recuerde que…
- • La inteligencia emocional es especialmente importante en la formación y dirección de equipos, en la capacidad de adaptación a los cambios, en la atracción, desarrollo y retención del talento y la generación de compromiso de las personas con la organización.
- • Las competencias que constituyen e integran la inteligencia emocional no son talentos innatos, sino habilidades aprendidas.
- • "La inteligencia emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el cociente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia" (Harvard Business Review).