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Modelos de banca

Modelos de banca

Características, tipos de productos, clientes a los que se dirigen, objetivos que persiguen y el modo de conseguirlos por parte de las entidades financieras bancarias.

Banca y bolsa

Concepto

En general, bajo la expresión Modelo de banca, se engloban las características, tipos de productos, clientes a los que se dirigen, objetivos que persiguen y el modo de conseguirlos, por parte de las entidades financieras bancarias. En definitiva, las diferentes formas de hacer banca.

Los diferentes modelos

En primer lugar, en la industria bancaria española operan tres tipos de entidades, que podrían dar lugar a una primera clasificación de modelos bancarios, en función de su diferente forma jurídica: bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito. Si bien, a nivel operativo, las diferencias son inapreciables y solo quedan algunas especificidades en cuanto a ámbito geográfico donde poder operar o en cuanto a propiedad de la entidad u objetivo social, más marcado en unos tipos de entidades que en otros.

La principal clasificación empleada en primer término para diferenciar los intermediarios financieros es la que distingue entre banca universal y banca especializada. Mientras que la primera tiene el objetivo de prestar cualquier producto o servicio a cualquier tipo de cliente en cualquier lugar del mundo (por ello es la seguida por grandes entidades, capaces de tener presencia en los mercados más importantes a escala mundial); la segunda, la especializada, es la seguida por entidades más pequeñas que, al no poder competir en igualdad de condiciones que con los grandes grupos bancarios, han optado por centrar su negocio, bien por tipo de cliente —y así surgen, entre otras, la banca de particulares o minorista y la banca de empresas o corporativa—; por tipo de producto —entidades especializadas en operaciones de factoring, de leasing, de banca pura (banca comercial), etcétera—; por tipo de canal de comunicación (banca electrónica, banca a través de Internet, etcétera); o bien especializado en una zona geográfica muy concreta.

Los efectos de la innovación sobre los modelos bancarios

La innovación financiera ha permitido llevar a cabo una gestión del riesgo de crédito más eficiente, al desplazar el riesgo desde sus originadores hasta terceros más dispuestos a asumir mayores riesgos. Ahora es posible originar, empaquetar y distribuir los riesgos entre inversores y mercados, y traspasar fronteras.

De esta forma obtenemos otra clasificación de la forma de hacer banca, y distinguimos entre el modelo tradicional de gestión bancaria “hold-to-maturity”, en el que se otorgan préstamos que permanecen en el balance hasta vencimiento, y el modelo más avanzado “originate-to-distribute” (aunque actualmente en compromiso por el problema de la crisis financiera subprime), es decir, estructurar la financiación otorgada, de tal forma que no permanece en los libros, sino que se desplaza fuera del balance. Estos instrumentos de transferencia del riesgo de crédito, tales como ventas de préstamos y préstamos sindicados, han sido utilizados por los bancos durante muchos años, pero las transacciones de titulización y derivados de crédito que están asumiendo estructuras cada vez más complejas han ganado popularidad en los últimos años. Con esta estrategia de estructuración, los bancos se aíslan del riesgo de crédito de los préstamos originados al transferirlo a terceros, fondos de pensiones, compañías de seguros, hedge funds, mutual funds y otros bancos, de tal forma que se asume la exposición al riesgo de crédito de acuerdo con el apetito por el riesgo. Además de contribuir a la eficiencia, se consigue la diversificación del riesgo, desde el pequeño grupo de generadores, bancos e instituciones, hasta los inversores con mayor apetito por el riesgo.

El problema que presenta este último modelo es que, si bien esta estrategia incrementa la eficiencia en la gestión del riesgo, reduciendo los costes de endeudamiento, como los préstamos no permanecen en los balances de los originadores, estos tienen menos incentivos a utilizar los mismos criterios de precaución y prudencia que si los mantuviesen hasta vencimiento, pudiendo relajar ligeramente los estándares para otorgar financiación si los inversores tienen una tolerancia al riesgo superior a la del banco. Cuando el préstamo se otorga con la idea de no mantenerlo en el balance, lo que prima es la expectativa de venderlo en el mercado, es decir, se financiará todo aquello que los mercados puedan soportar.

Cuando las condiciones económicas son favorables, se puede perder de vista el componente del riesgo y solo centrarse en el mayor rendimiento. Por el contrario, si el préstamo permanece en el balance, prima la expectativa de que se devuelva en su totalidad. Idealmente, los dos enfoques deberían converger, ya que los inversores no querrían comprar productos con alta probabilidad de impago, ni los bancos los admitirían si tuviesen que mantenerlos en el balance. Sin embargo, en la práctica, ambos enfoques divergieron de forma notable, dando lugar en el segundo modelo a acelerar la crisis de las subprime y a su expansión global.

Otros factores que afectan a la evolución de los modelos

La innovación no ha sido el único factor que ha incidido en la forma de hacer banca. El proceso de globalización de las economías y de las empresas, la implantación de nuevas conceptualizaciones del riesgo (Basilea II) y la mejora de los instrumentos de medida del mismo, la mejora en la cualificación del consumidor bancario, etcétera, son otros elementos que han propiciado importantes cambios en la producción y en la distribución propias de cada uno de los tipos de entidades, obligando, en muchos casos, a buscar fórmulas de redimensionamiento corporativo a través de fusiones, absorciones, joint-ventures, etcétera.

Recuerde que...

  • En la industria bancaria española operan tres tipos de entidades: bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito.
  • La principal clasificación empleada en primer término para diferenciar los intermediarios financieros es la que distingue entre banca universal y banca especializada.
  • La innovación financiera ha permitido llevar a cabo una gestión del riesgo de crédito más eficiente, al desplazar el riesgo desde sus originadores hasta terceros más dispuestos a asumir mayores riesgos.
  • Ahora es posible originar, empaquetar y distribuir los riesgos entre inversores y mercados, y traspasar fronteras.
  • Cuando las condiciones económicas son favorables, se puede perder de vista el componente del riesgo y solo centrarse en el mayor rendimiento.

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