Concepto
El Modelo de Porter (1980) es aquel que establece una tipología de estrategias (de negocios o competitivas) en función del argumento o ventaja competitiva que utiliza la empresa para competir en el mercado.
El modelo porteriano define la existencia de tres tipos de estrategias competitivas: liderazgo en costes, diferenciación y enfoque. A través de la combinación entre las dos primeras y la tercera, se establece una matriz estratégica de la cual surgen cuatro opciones estratégicas diferentes.
Matriz estratégica de Porter
Para diseñar la matriz estratégica de Porter se utilizan dos dimensiones diferentes:
- 1. La ventaja competitiva que utiliza la empresa: ventaja en costes o ventaja en diferenciación.
- 2. El ámbito competitivo: todo el mercado o un segmento determinado del mercado.
Combinando estas dos dimensiones, se obtiene la siguiente matriz estratégica.
Figura. Matriz estratégica de Porter | Ventaja en costes | Ventaja en diferenciación |
Mercado | Liderazgo en costes | Diferenciación |
Sector | Liderazgo en costes con enfoque | Diferenciación con enfoque |
Fuente: Porter (1982) |
De esta matriz estratégica se deduce lo siguiente:
- 1. La empresa tiene cuatro opciones estratégicas diferentes a la hora de formular su estrategia competitiva o de negocios:
- a) Liderazgo en costes: estrategia competitiva que persigue una ventaja en costes en todo el mercado.
- b) Diferenciación: estrategia competitiva que persigue una ventaja en diferenciación en todo el mercado.
- c) Liderazgo en costes con enfoque: estrategia competitiva que persigue una ventaja en costes en un segmento determinado del mercado.
- d) Diferenciación con enfoque: estrategia competitiva que persigue una ventaja en diferenciación en un segmento determinado del mercado.
- 2. La estrategia genérica de enfoque, segmentación o nicho se puede combinar, bien con una estrategia genérica de liderazgo en costes, bien con una estrategia genérica de diferenciación.
- 3. Las estrategias genéricas de liderazgo en costes y de diferenciación son incompatibles, es decir, la empresa deberá elegir entre una de las dos, o lo que es lo mismo, la empresa no puede formular ambas estrategias conjuntamente.
Estrategia de posicionamiento a la mitad
El tercero de los apartados anteriores plantea una controversia en torno al Modelo de Porter de las estrategias competitivas que ha generado numerosa literatura al respecto: la incompatibilidad o no entre la estrategia de liderazgo en costes y la estrategia de diferenciación.
De acuerdo con el modelo porteriano, ambas estrategias son incompatibles y, por tanto, cualquier empresa que intente implementarlas a la vez, fracasará en sus objetivos porque no será buena ni en costes ni en diferenciación. Se produce lo que el modelo porteriano denomina “quedar atrapada a la mitad”. La siguiente figura demuestra la superioridad de cualquiera de las dos estrategias genéricas (liderazgo en costes y diferenciación) frente a una estrategia mixta o híbrida (que combina ambas estrategias).
Si se relaciona la cuota de mercado de la empresa con el nivel de actividad o de rentabilidad alcanzado (performance), se observa que tanto a través de una estrategia de nicho (segmentación o enfoque) como de una estrategia de liderazgo en costes se pueden alcanzar los niveles más altos de performance; mientras que con una estrategia de posicionamiento a la mitad, la empresa se sitúa en los niveles más bajos de performance.
Porter justifica el fracaso de una estrategia de posicionamiento a la mitad por dos motivos:
- 1. Porque los recursos y capacidades que se requieren para implementar una estrategia de liderazgo en costes son totalmente distintos a los que se requieren para implementar una estrategia de diferenciación.
- 2. Porque una estrategia de diferenciación requiere de un aumento de costes y una estrategia de liderazgo en costes requiere de una disminución de costes.
Limitaciones del modelo Porteriano
El modelo porteriano presenta una limitación importante, que es la que lo lleva a argumentar, erróneamente, que la estrategia de posicionamiento a la mitad es una estrategia de fracaso: el considerar que la empresa se dedica a un único negocio o actividad. Efectivamente, el modelo porteriano puede ser apropiado para una empresa monoactividad, pero no para una empresa diversificada. Las empresas diversificadas (con varios negocios o actividades diferentes desde el punto de vista estratégico), pueden formular una estrategia de liderazgo en costes para un negocio y una estrategia de diferenciación para otro negocio distinto. Por ejemplo, una empresa que se dedica a fabricar arcas fúnebres de dos tipos (arcas de lujo y arcas estándar), formulará una estrategia de diferenciación para el negocio de las arcas de lujo (calidad, diseño, a medida) y una estrategia de liderazgo en costes para las arcas estándar o económicas (cadena de montaje).
Por lo tanto, la evidencia empírica demuestra que el modelo porteriano no siempre es válido. Incluso, existen empresas que sin ser diversificadas, implementan una estrategia mixta o híbrida (posicionada a la mitad) a través de la cual consiguen el éxito.
Con el tiempo, han surgido otros modelos de estrategias competitivas, como el del reloj estratégico o el reloj de la estrategia, que contempla la estrategia mixta o híbrida como una estrategia exitosa para la empresa.
Recuerde que...
- • Para diseñar la matriz estratégica de Porter se utilizan dos dimensiones diferentes: la ventaja competitiva que utiliza la empresa y el ámbito competitivo.
- • La empresa tiene cuatro opciones estratégicas diferentes a la hora de formular su estrategia competitiva o de negocios: liderazgo en costes, diferenciación, liderazgo en costes y diferenciación con enfoque.
- • Según el el modelo porteriano, son incompatibles la estrategia de liderazgo en costes y la estrategia de diferenciación. Cualquier empresa que intente implementarlas a la vez fracasará.
- • Porter justifica el fracaso de una estrategia de posicionamiento a la mitad porque los recursos y capacidades que se requieren para implementar una estrategia de liderazgo en costes son totalmente distintos a los que se requieren para implementar una estrategia de diferenciación.
- • Además, afirma que una estrategia de diferenciación requiere de un aumento de costes y una estrategia de liderazgo en costes requiere de una disminución de costes.