¿Qué es la microeconomía?
La microeconomía es la parte del análisis económico que estudia el comportamiento de los agentes económicos individualmente considerados. Por ejemplo, la microeconomía estudia el precio de un bien o el gasto de un consumidor, mientras que la macroeconomía estudia el índice de precios al consumo y el gasto agregado.
El análisis económico estudia el modo en que los individuos racionales toman sus decisiones en un entorno de escasez y enfrentados a diferentes alternativas y la forma en que estas decisiones tomadas de forma racional afectan a otros agentes económicos. Generalmente, los individuos se enfrentan a alternativas posibles y están sometidos a restricciones; el análisis económico estudia precisamente cómo optimizan los agentes su conducta a la hora de enfrentarse a las alternativas posibles para alcanzar sus fines, pero la división entre la microeconomía y la macroeconomía es una división únicamente de orden práctico, pues cada día se enfatiza y reconoce más en el fundamento microeconómico de la macroeconomía y los rasgos que las unen, subrayando que, básicamente, la diferencia radica en la cuestión planteada y en el nivel de agregación utilizado.
Prácticamente, el enfoque microeconómico prevaleció en el análisis económico hasta la Gran Depresión. A partir de este gran colapso económico, el foco de atención se desplazó hacia la macroeconomía.
Los mercados en el análisis microeconómico
Los mercados en los que se desarrolla la actividad de los agentes económicos (consumidores, productores y el sector público) pueden determinar cómo funcionan y cómo se interrelacionan todos ellos. Además, nos permiten identificar cómo se establecen los precios de la economía y la producción que sale a dichos mercados. Diferenciamos cuatro modelos esenciales: competencia perfecta (con un producto homogéneo y donde los consumidores y los productores son precio-aceptantes, sin poder influir en él), competencia imperfecta (donde el número de productores es muy elevado y venden cada uno de ellos productos con cierta diferenciación, lo que les permite competir y fijar un precio algo distinto del resto de sus competidores), el monopolio (donde solo hay un productor que vende al precio que él determina) y el oligopolio (mercado en el que hay muy pocos vendedores y tienen un cierto dominio en el mercado).
En estos mercados los productores y los consumidores se relacionan intercambiando sus bienes o servicios y en función del modelo de mercado en el que nos encontremos, la fijación de los precios y la determinación de la cantidad vendida/comprada es diferente. Por lo tanto, el comportamiento de la oferta y de la demanda son los que definen el precio y la cantidad de mercado.
¿Qué es la demanda? y ¿qué es la oferta?
El gran problema que quiere resolver la economía es cómo hacer eficientemente que unos recursos escasos satisfagan las necesidades ilimitadas que tienen los agentes económicos. La demanda define cuáles son las necesidades que tenemos de cada bien y el valor monetario que otorgamos a cada una de ellas. La relación que tiene el precio del bien con la cantidad demandada del mismo es inversa. Esto significa que a medida que el precio del bien es menor, la cantidad demandada es mayor; y, por el contrario, si el precio de ese bien es mayor, los consumidores están dispuestos a demandar una menor cantidad. Esta relación queda definida económicamente en la Ley de Demanda y, matemáticamente, en la función de demanda.
Sin embargo, el otro lado de esta cuestión es quién puede satisfacer dichas necesidades. Es el lado de la oferta, de los productores. La oferta es la capacidad que tienen los productores de lanzar al mercado los bienes que necesitan los demandantes. Esta posibilidad es mayor cuanto mayor es el precio que el mercado está dispuesto a pagar por él, de forma que pueda cubrir sus costes de producción. Al contrario de la demanda, la oferta muestra una relación directa entre el precio y la cantidad ofertada: a mayor precio pagado por un bien, mayor es la cantidad ofertada. Esta relación queda definida económicamente en la Ley de Oferta y, matemáticamente, en la función de oferta.
Si ponemos en el mercado los deseos de los consumidores (los demandantes) y los de los productores (los oferentes) podemos encontrar el punto de equilibrio en el que ambos coinciden en las cantidades que quieren demandar y ofrecer al mismo precio. Ahora bien, los mercados no tienen por qué encontrarse en ese punto de equilibrio, dándose entonces situaciones de escasez en el mercado (cuando la cantidad demandada es mayor que la ofertada) o de excedentes (cuando la cantidad producida es mayor que la demandada).
Con esto, podría parecer que las decisiones de ambos agentes vienen definidas exclusivamente por el precio del bien que se analiza. Sin embargo, hay otros factores que también afectan a dichas decisiones como es el caso de los cambios en la renta, los cambios en el número de demandantes y oferentes, la existencia de bienes sustitutivos (aquellos que pueden suplir las mismas necesidades que el bien que se analiza) o bienes complementarios (son los que se consumen o producen junto con el bien que se estudia).
Detrás de todas estas relaciones subyace un concepto fundamental, la elasticidad, que mide porcentualmente la cuantía en que cada uno de los factores mencionados puede influir en las cantidades demandadas y ofertadas. El conocimiento de estos valores permite tomar decisiones importantes por parte de los consumidores, los productores o las autoridades económicas. Por ejemplo, cuando el consumo de un producto como el tabaco (cuya decisión de reducir su demanda no depende tanto del precio, como de la dependencia que se tiene de él, puede hacer que las autoridades aumenten su precio vía impuestos, sabiendo que va a aumentar la recaudación, más de lo que se va a reducir su consumo). Otro ejemplo lo podríamos ver en cómo aumenta la demanda de pernoctaciones en hoteles cuando se reduce el precio de la gasolina (al ser un servicio complementario, la demanda de noches en hoteles al aumento de la utilización del coche cuando es más barata la gasolina).
La microeconomía y la escasez
En realidad, estamos diciendo que todo el análisis microeconómico se basa en analizar cómo asignar eficientemente unos recursos que son escasos ante unas necesidades o deseos que son ilimitados. Cualquier decisión que se tome ante esta escasez obligará a decidir entre unas opciones u otras y la renuncia de aquellas que no se adopten, tendrá un coste de oportunidad.
De forma simplificada, la microeconomía representa esta necesidad de elegir entre alternativas a través de la llamada frontera de posibilidades de producción (FPP). Así, representamos en dos ejes las decisiones que toma un agente entre dos alternativas posibles (ver gráfico). Por ejemplo, producir (o consumir) mermelada de melocotón o melocotón en almíbar; a medida que queremos producir más melocotón en almíbar debemos renunciar a producir mermelada. Como se ve en el gráfico, cuando producimos 2 botes de almíbar somos capaces de producir también 25 de mermelada, con la tecnología y los recursos disponibles. Si deseáramos aumentar la producción de melocotón en almíbar a 3 botes, tendríamos que renunciar a la producción de 5 frascos de mermelada.
Cualquier opción de producción por encima de la FPP es imposible a no ser que cambien las condiciones de producción (aumentando la mano de obra, la maquinaria o mejorando la eficiencia), y todas las posibilidades que están por debajo de la FPP nos muestran que no estamos aprovechando eficientemente los recursos y podríamos elegir entre alternativas que elevan la producción de alguno de los dos bienes.
Detrás de esta situación está el concepto de coste de oportunidad, es decir, el valor del bien o del servicio al que se renuncia para producir otro (también podríamos analizarlo desde la perspectiva de la demanda, el valor del bien al que renunciamos para consumir otro, que en ese momento valoramos más). En el gráfico veríamos que el coste de oportunidad de producir 5 botes más de mermelada es renunciar a 1 bote de melocotón en almíbar. Matemáticamente se calcula con la pendiente de la curva de la FPP.
Recuerde que...
- • La microeconomía es la parte del análisis económico que estudia el comportamiento de los agentes económicos individualmente considerados. Los agentes económicos son los consumidores, los productores y el sector público.
- • El análisis económico se centra en dos cuestiones básicas: la toma de decisiones ante la escasez y los agentes se enfrentan a distintas alternativas, sometidas a restricciones. Una forma de representar gráficamente la escasez y la elección entre alternativas es la frontera de posibilidades de producción (FPP).
- • Las decisiones se toman de forma distinta dependiendo del tipo mercado en el que se encuentra: competencia perfecta o imperfecta, monopolio, oligopolio...
- • La microeconomía analiza el comportamiento de los agentes ante la demanda y oferta de los bienes y servicios, siguiendo la Ley de Demanda y la Ley de Oferta, respectivamente.