Comunidad Andina de Naciones (CAN)

Concepto

La Comunidad Andina de Naciones (CAN) se creó, por el Acuerdo de Cartagena, el 26 de mayo de 1969, con el objetivo de crear un mercado subregional entre Colombia, Chile, Bolivia, Ecuador y Perú. En 1973 se completó la adhesión de Venezuela y en 1976 se retiró Chile del Acuerdo.

El Tratado de Cartagena tiene la finalidad de promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros y acelerar su crecimiento mediante la integración económica. Para ello, en 1993, se creó la Zona Andina de Libre Comercio, que permitía, desde entonces, la libre circulación de mercancías entre todos los países firmantes.

Los objetivos específicos que se plantearon inicialmente eran muy ambiciosos: desarrollo industrial conjunto de la región, eliminación completa de restricciones comerciales dentro del territorio de la CAN, alcanzar un elevado grado de desarrollo en condiciones de equidad, mejorar las infraestructuras, lograr un mejor aprovechamiento del progreso científico-tecnológico y fomentar la investigación.

Sin embargo, los avances reales han sido modestos, entre otras razones por una diferente concepción entre los Estados miembros del proceso de integración.

Hoy en día, la Comunidad Andina centra su interés en la consecución de seis objetivos: promover el desarrollo sostenible de sus Estados miembros mediante la integración y la cooperación social y económica; ayudar a los Estados miembros a progresar en el proceso de integración regional para poder crear un mercado común; impulsar el crecimiento y el empleo; reducir la vulnerabilidad frente a terceros países y potenciar la participación en la escena internacional; fortalecer la solidaridad y reducir las diferencias entre los Estados miembros; y perseguir la mejora del nivel de vida de todos los ciudadanos que viven en estos países.

En 1996 pasó a denominarse Comunidad Andina de Naciones (CAN), asumiendo todas las reformas institucionales que se habían llevado a cabo en el Acuerdo de Cartagena hasta la fecha.

Organización institucional de la CAN

La CAN tiene una fuerte dimensión institucional, que ha dado lugar a lo que se conoce como Sistema Andino de Integración (SAI): el conjunto de órganos e instituciones que rigen la actividad de la CAN. Entre ellos, debe mencionarse el Consejo Presidencial Andino, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, la Comisión, el Parlamento Andino y la Secretaría General. Para velar por el cumplimiento del derecho comunitario andino, la CAN cuenta con un Tribunal de Justicia.

Por su parte, la Corporación Andina de Fomento es una institución financiera multilateral que apoya el desarrollo y la integración regional. Otorga financiación tanto al sector público como privado. Sus principales accionistas son Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y cuenta además con Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, España, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y algunas instituciones financieras de la región. La Corporación Andina de Fomento constituye la principal fuente de financiación multilateral de los países de la CAN. Tuvo un importante papel en los años 80, cuando las instituciones de crédito internacionales retiraron de forma importante el apoyo financiero a la región, en un contexto de incremento de los tipos de interés.

Para completar la estructura del sistema andino de integración cabe mencionar la existencia de varios consejos consultivos y un organismo que se ocupa de salud.

Principales dificultades y éxitos de la CAN

Tanto Chile como Venezuela abandonaron la CAN en 1976 y 2006, respectivamente. Actualmente, son países asociados Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y observadores España y Marruecos.

Los países andinos han experimentado dificultades de aplicación de los compromisos adoptados en el contexto de la CAN, derivados, en gran medida de los procesos internos de desarrollo y la diferente visión de la integración. Si bien Venezuela y Ecuador han mostrado una relativa estabilidad económica, gracias a la exportación de petróleo, las sucesivas crisis económicas y los problemas políticos existentes en la región se convirtieron en palos en la rueda del proceso de integración.

El objetivo final de la CAN es alcanzar un mercado común cuando, en realidad, es una “unión aduanera imperfecta”. Son manifiestas las dificultades para aplicar un arancel externo común en materia de servicios, así como para lograr la coordinación de las políticas económicas, la movilidad de trabajadores y capitales y, mucho más complejo todavía, poner en funcionamiento una política exterior común.

Por otra parte, el proceso de integración no tiene un alto grado de credibilidad, pues las instituciones de carácter más jurídico no tienen capacidad de hacer obligatorio el cumplimiento de las decisiones.

Entre los logros más relevantes, de carácter económico, podemos mencionar los siguientes:

• - En 1993 se produjo un fuerte impulso a la integración, vinculado a la construcción de la zona de libre comercio por los cinco miembros del grupo (si bien Perú acabó de incorporarse a la zona de libre comercio en 2006, por gozar de períodos transitorios más flexibles que el resto de países miembros).
• - Desde 1995 existe un arancel exterior común, lo que precisa de la instrumentación de una política comercial con un mayor grado de armonización.
• - Se están produciendo avances en la armonización de instrumentos y políticas económicas en materia de competencia, normas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, nomenclatura común, regímenes de inversión extranjera y derechos de la propiedad intelectual.

En lo que respecta a la acción exterior de la CAN, son particularmente estrechas las relaciones comerciales con la UE (segundo socio comercial, después de Estados Unidos). Los países de la CAN exportan a la UE, fundamentalmente, materias primas (industria minera y agroalimentaria). Las exportaciones de la UE a la región se basan en bienes manufacturados, productos químicos y equipamiento de transporte. La UE es también el principal inversor en la CAN, sobre todo en el sector financiero, minería, y extracción de petróleo. Desde 2007 se está negociando un acuerdo de asociación, que incluya un tratado de libre comercio. Sin embargo, las negociaciones se detuvieron en julio de 2008, debido a diferencias entre ambas partes así como a desacuerdos internos entre los miembros de la CAN. Abandonando el enfoque bloque a bloque, en enero de 2009 se han abierto nuevamente las negociaciones de la parte comercial del acuerdo de asociación -un acuerdo de cuarta generación- solo con Colombia y Perú (los dos países andinos que tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos). Ecuador podría unirse a las negociaciones, mientras que Bolivia no tiene interés por participar en la negociación.

También la CAN ha suscrito un acuerdo de libre comercio con Mercosur, lo que va encaminado a conformar un espacio sudamericano de integración.

En 2013, se inició el denominado proceso de reingeniería por el que se moderniza y adapta el CAN a la nueva escena económica internacional. Desde entonces, todas las actuaciones han ido encaminadas a que los países miembros puedan disfrutar no solo de una mayor movilidad de mercancías, sino también de personas y prestación de servicios. En este sentido, se ha avanzado en el marco regulatorio del mercado andino de la energía eléctrica, se ha aprobado la tarjeta andina de migraciones (TAM), o en la construcción del satélite andino de comunicaciones.