Concepto
Los bonos ligados a índices bursátiles constituyen un ejemplo de producto estructurado de los denominados de “tercera generación”. Surgieron en los años noventa, en una época de bajos tipos de interés, para tratar de que los inversores conservadores pudieran invertir en la bolsa, garantizándose no perder el principal invertido.
Normalmente, son emisiones a medio plazo (3-5 años), estructuradas sobre un valor de renta fija, usualmente un bono cupón cero, al que se añade una opción sobre el comportamiento de un índice, habitualmente de renta variable.
El inversor puede recibir periódicamente un pequeño cupón fijo, y en la amortización del bono recibirá como mínimo su valor nominal (nunca pierden), y en general, un determinado porcentaje del índice de referencia.
Si en la fecha de amortización del bono, el valor del índice de referencia fuera superior a un nivel predeterminado, el inversor recibiría una prima de amortización, consistente en un porcentaje sobre la diferencia de valor que ha tenido el índice entre la fecha de vencimiento y la fecha de emisión del bono.
Las entidades emisoras realizan la cobertura del producto con opciones sobre el índice bursátil utilizado como soporte. Por tanto, la entidad financiera tiene perfectamente delimitado su coste y su beneficio, mientras que el inversor tiene delimitada la pérdida, que se corresponde con el coste de oportunidad del dinero durante el plazo en el que realiza la inversión.
Ejemplo
Ejemplo de bono ligado a índices bursátiles |
Nominal: 100 m. €. Vencimiento: 5 años. Cupón: 2% anual. Precio de ejercicio de la opción: Ibex emisión x (1 + 0,10) = P Prima de Amortización: (Ibex Vencimiento - P) / Ibex emisión > 0 Índice de Referencia: Ibex 35 Tipo variable a pagar por el Emisor: Euribor - 0,10 Prima de la opción sobre el Ibex: 18% |
La estructura permite mucha flexibilidad, cambiando el índice, ofertando un % de la subida (50 %, 75 %, 100 %), un cupón nulo o un cupón real, etc. Un ejemplo de este tipo de operaciones la podemos ver en el siguiente esquema:

El emisor ha contratado con un banco de inversión un swap de tipos de interés, permutando Euribor menos 10 puntos básicos contra 1 % semestral. A su vez, ha pagado 18 millones de euros por la opción de compra sobre el Ibex que le da cobertura por la potencial subida del Ibex.
El banco de inversión a su vez ha cerrado la operación con un broker internacional, pagando 17,5 millones de euros por esa misma opción, con lo que obtiene directamente 500.000 € de beneficio. En paralelo y con un cliente del banco, normalmente una empresa cierra un swap inverso al que realizó con el emisor, aunque en este caso ha mejorado las condiciones, permutando 2 % semestral contra Euribor menos 10 puntos básicos. De nuevo, ha cerrado el riesgo de la operación y se lleva un 2 % anual sobre 100 millones de euros, es decir, 2 millones de euros cada año durante cinco años. Obviamente, el rating de los clientes es diferente, y el emisor seguramente es una gran corporación, mientras que el otro cliente puede ser una mediana empresa doméstica.
En cuanto a los inversores, en la siguiente tabla podemos ver cuál es la expectativa de rentabilidad que pueden obtener en función de la posible revalorización del Ibex en los próximos cinco años:
Tabla de rentabilidades según revalorización del IbexRevalorización del Ibex | Prima de Amortización | TIR Nominal Anual |
- 10 % | 0 % | 2 % |
0 % | 0 % | 2 % |
10 % | 0 % | 2 % |
20 % | 10 % | 3,85 % |
40 % | 30 % | 7,20 % |
60 % | 50 % | 10,16 % |
80 % | 70 % | 12,84 % |
100 % | 90 % | 15,28 % |
Fuente: Elaboración propia |
Esta operación puede ser adecuada para un inversor de perfil neutral o incluso algo conservador, ya que el diferencial que ha obtenido el banco de inversión en la opción sobre el Ibex ha sido moderado. El problema surge, y ha surgido en el pasado, cuando para estas operaciones prácticamente exentas de riesgo (permanecería el riesgo de contraparte con la entidad con la que se cierran las operaciones), el banco o la caja de ahorros que está estructurando la operación, para su gestora de fondos, decide ganar una gran cantidad de comisiones at front, es decir, por diferencia entre el valor de la prima de la opción en el mercado y el valor al que vende el banco la prima a la estructura.
Si en el ejemplo anterior, en lugar de reconocer el 100 % de la revalorización del Ibex, se reconociese el 50 %, solo hubiera hecho falta adquirir la mitad de las opciones, por lo que el porcentaje sobre el subyacente habría sido del 7,75 %. Si se mantiene la venta al 18 %, el beneficio directo para el banco por la intermediación hubiera sido de 10,25 millones de euros, en una operación opaca para el inversor medio, que habría sido colocada comercialmente a través de la red de oficinas de la entidad financiera sin ningún problema.
Recuerde que...
- • Suelen ser emisiones a medio plazo (3-5 años), estructuradas sobre un valor de renta fija, usualmente un bono cupón cero, al que se añade una opción sobre el comportamiento de un índice, habitualmente de renta variable.
- • El inversor puede recibir periódicamente un pequeño cupón fijo, y en la amortización del bono recibirá como mínimo su valor nominal (nunca pierden), y en general, un determinado porcentaje del índice de referencia.
- • Si en la fecha de amortización del bono, el valor del índice de referencia fuera superior a un nivel predeterminado, el inversor recibiría una prima de amortización, consistente en un porcentaje sobre la diferencia de valor que ha tenido el índice entre la fecha de vencimiento y la fecha de emisión del bono.
- • La entidad financiera tiene perfectamente delimitado su coste y su beneficio, mientras que el inversor tiene delimitada la pérdida, que se corresponde con el coste de oportunidad del dinero durante el plazo en el que realiza la inversión.