Concepto
La denominación "Raiffeisen" coincide con el apellido del promotor y pionero del cooperativismo de crédito de tipo rural, el alemán F.W. Raiffeisen. Los bancos del tipo Raiffeisen son asimilables a las cajas rurales, según la denominación tradicional española. También se pueden identificar en otros países como cooperativas de crédito agrario o cooperativas de crédito rural. En lengua germana se denominan “Raiffeisenbanken” tomando el nombre de su creador.
Por tanto, las Cajas Raiffeisen son las primeras cajas rurales creadas en el mundo; y su nacimiento y evolución están íntimamente ligadas a la persona que las promovió en un determinado momento histórico.
Las cajas Raiffeisen y su pionero
Frederich Wilhelm Raiffeisen nació en la ciudad alemana de Heddesdorf (actual Neuwied), el 11 de marzo de 1818 y falleció en 1888. Fue alcalde de las ciudades de Weyerbusch y Westerwald (1845-1848), de Flammersfeld (1848-1852) y de Heddesdorf (1852-1865).
Influido por el entorno socioeconómico de la época, apostó en 1849 por la creación de sociedades cooperativas de crédito locales en las áreas rurales, que cubriesen las necesidades financieras de sus socios. Se trataba de sociedades basadas en principios de inspiración cristiana, en las cuales la idea del control de la sociedad se consideraba prioritaria; razón por la cual su dimensión solo debía ser la suficiente como para que las operaciones de crédito que realizasen se orientasen más en un sentido moral de autoayuda que en el sentido estrictamente financiero.
La base de capital de las sociedades cooperativas de crédito de este tipo era escasa, ya que se formaba únicamente con los excedentes. Estaba estipulado el pago de un reducido tipo de interés para remunerar los depósitos de los socios y no se contemplaba el abono de retornos. Los beneficiarios solo podían ser los socios de la cooperativa, los administradores no eran remunerados y el ámbito de actividad de la entidad se restringía al municipio o parroquia.
Las ideas que inspiraban el pensamiento de F. W. Raiffeisen son fruto de una lenta maduración y de una experiencia de más de veinte años en diversos municipios alemanes, que se encuentra directamente relacionada con su propia biografía, ya que profesionalmente formó parte del cuerpo civil de funcionarios del Gobierno Prusiano en Coblenza, y en 1845 fue nombrado burgomaestre del distrito de Weyerbusch-Westerwald.
Como consecuencia de la hambruna padecida en el bienio 1846-47, decide crear en ese distrito una asociación de socorro —“para el pan”— con un principio de comportamiento cooperativo. Esta medida le reporta gran popularidad pero también la resistencia de la Administración.
En abril de 1848 fue destinado al vecino distrito de Flammersfeld, de mayor rango y con 33 localidades bajo su jurisdicción. En esta zona había un contencioso entre los agricultores y sus acreedores al no poder los primeros hacer frente al pago de sus compromisos. Ante esta situación Raiffeisen propuso poner en común las tierras de los agricultores afectados y dedicar los excedentes obtenidos al pago de los intereses y de las deudas contraídas. De esta forma nació, en 1849, la Flammersfelder Hilfsverein zur Unterstitzung Unbemittelter Landwirthe, o Sociedad de Auxilio de los Agricultores de Flammersfeld, que incorporaba en sus estatutos las reglas de solidaridad y responsabilidad limitada de sus socios, así como el derecho de voto democrático. En una segunda fase, esta sociedad comenzó a ofrecer una remuneración a sus depósitos. En una tercera fase se constituyó, en 1852, como una institución de ahorro y crédito, con una demarcación geográfica determinada, que aplicaba los principios cooperativos.
En 1852, Raiffeisen fue nombrado alcalde de la ciudad de Heddesdorf, al Sur del distrito de Flammersfeld. En esta zona predominaba la industria de manufacturas y no la agricultura. También aquí, al poco tiempo de su nombramiento, había creado ya una asociación de carácter caritativo y cristiano con amplias funciones, entre las que se incluía la ayuda a los niños abandonados, su educación, el apoyo a los agricultores y artesanos con dificultades económicas, etc.; de hecho puede decirse que se trataba de una "caja de crédito" para las clases más desfavorecidas. Sin embargo, su carácter casi filantrópico necesitaba un estímulo financiero para sus socios, lo que condujo a la modificación de sus estatutos en 1862.
En 1864, Raiffeisen constituyó la primera sociedad cooperativa de crédito propiamente dicha en la referida localidad de Heddesdorf: la Heddesdorfer Wohlthatigkeitsverein, traducible como Asociación de Caridad de Heddesdorf, renombrada en 1864 como Heddesdorfer Darlehnkassenverein o Asociación de Caja y Préstamo de Heddesdorf, considerada la primera sociedad cooperativa de crédito de la historia basada en los principios raiffeisenianos.
En 1865 Raiffeisen escribe sus reflexiones en la obra titulada y traducible como “Las cajas de crédito mutuo como forma de superar la miseria de las áreas rurales, de los artesanos y de los obreros de los pueblos”, donde recogió los principios que debían inspirar el cooperativismo de crédito que propugnaba.
Las ideas de Raiffeisen se extendieron con rapidez tanto entre la población protestante como entre la católica, aunque tuvo una mejor acogida en la segunda, por lo que su expansión fue mayor en la región de Baviera.
El modelo raiffeseniano se extiende hacia las regiones de Alsacia y Lorena, entrando así en Francia de la mano de Louis Durand, y originando lo que años más tarde daría lugar a varios de los principales grupos de banca cooperativa actuales. Igualmente, el movimiento raiffeseniano se propagó hacia otros países como Austria, Suiza, Italia, Bélgica, etc. y, con algunos años de diferencia, también a España.
Recuerde que...
- • Son las primeras cajas rurales creadas en el mundo. Se trataba de sociedades cooperativas de crédito locales creadas en las áreas rurales para cubrir las necesidades financieras de sus socios.
- • Basadas en principios de inspiración cristiana, la idea del control de la sociedad se consideraba prioritaria; razón por la cual su dimensión solo debía ser la suficiente como para que las operaciones de crédito que realizasen se orientasen más en un sentido moral de autoayuda que en el sentido estrictamente financiero.
- • La base de capital de las sociedades cooperativas de crédito de este tipo era escasa, ya que se formaba únicamente con los excedentes. Estaba estipulado el pago de un reducido tipo de interés para remunerar los depósitos de los socios y no se contemplaba el abono de retornos.
- • Los beneficiarios solo podían ser los socios de la cooperativa, los administradores no eran remunerados y el ámbito de actividad de la entidad se restringía al municipio o parroquia.