Criterio que se utiliza para distribuir los costes indirectos entre los diferentes centros donde se ha producido su consumo.
El coste de producción lo integran normalmente dos tipos de costes: costes directos (materias primas y mano de obra directa) y costes indirectos (todos los demás).
Los costes directos se denominan así porque su consumo se puede calcular por unidad producida, por tanto su imputación al producto se puede realizar con objetividad. Pero con los costes indirectos ocurre todo lo contrario, ya que solamente se conocen de forma global, y no existe un criterio objetivo para imputarlos por unidad producida. Por tanto, previamente a la imputación a los productos es necesario distribuirlos entre los centros (secciones, departamentos, talleres etc.) de la empresa donde se han producido sus consumos (véase "Cuadro de reclasificación de cargas indirectas”).
Para poder realizar este proceso intermedio, distribuir los costes indirectos entre los diferentes centros donde se han producido los consumos, es para lo que normalmente necesitamos la “clave de distribución” salvo que el coste se consuma íntegramente en un solo centro.
Toda clave de distribución debe de cumplir los siguientes requisitos fundamentales:
- a) Ser representativa del consumo del correspondiente factor de coste. Debe existir siempre una relación de causalidad entre la variable elegida como clave de distribución y el correspondiente factor de coste objeto de estudio (Principio de Causalidad).
- b) Ser operativa, es decir, fácilmente aplicable en la práctica y cumpliendo el Principio de Economicidad, que establece que el coste de utilizar dicha clave de distribución nunca deberá ser superior al beneficio que obtenga la empresa como consecuencia de la aplicación de dicha clave.
Pueden establecerse en función de unidades de tiempo (horas máquina, horas hombre etc.), unidades de cantidad, unidades de valor, etc.
Claves de distribución según la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas:
CONCEPTO DE COSTE | CLAVE DE DISTRIBUCIÓN |
* Depreciación y seguros edificios. * Alquiler de la fábrica. * Limpieza y conservación edificios. | Área de superficie. |
* Sueldos y salarios. * Seguridad social empresa. * Otros gastos sociales. | Tiempo trabajado por la mano de obra directa. |
* Contribución urbana. * Alumbrado. * Calefacción. | Volumen. |
* Luz. * Fuerza motriz. | Potencia instalada. |
* Reparaciones y conservación. * Primas de seguro. * Amortizaciones. | Inversión en maquinaria. |
* Prestaciones sociales. * Comedores. * Supervisión | Número de empleados |
Fuente: Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, Documento nº 7 sobre Principios de Contabilidad de Gestión “Costes indirectos de producción: localización, imputación y control” Pág. 65 |
Por ejemplo:
La cuota de amortización de un edificio que posee la empresa, en el cual realiza su actividad, es de 2.500 €.
La empresa esta dividida en tres talleres de producción: T-I, T-II y T-III y además tiene un centro de administración y un almacén.
Si tenemos los m² de ocupación de cada uno de los talleres y cada centro podemos repartir la cuota de amortización entre ellos en función de los m², puesto que parece representativa del coste a distribuir. En este caso los m² serían la “clave de distribución”.
Centro | T-I | T-II | T-III | Almacén | Administración |
Clave dist. | m² | m² | m² | m² | m² |
Nº m² | 300 | 200 | 500 | 100 | 150 |
Amortización edificio | 600 | 400 | 1.000 | 200 | 300 |