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Cooperación empresarial

Cooperación empresarial

Gestión empresarial

Concepto

La cooperación, en términos generales, se puede definir como un acuerdo entre dos o más empresas que deciden actuar conjuntamente, en algunas o en todas sus actividades, para lograr unos objetivos.

Se puede entender en un doble sentido. En un sentido amplio, abarca todo tipo de acuerdos de colaboración. En un sentido estricto, solo contempla acuerdos que poseen un carácter bilateral.

Diferentes puntos de vista

Existen diferentes acepciones del término según el enfoque o perspectiva desde la cual se analice:

  • 1) Desde el punto de vista estratégico, se trata de una estrategia de crecimiento o desarrollo externo a través de la cual dos o más empresas persiguen un mismo objetivo y comparten recursos y actividades para alcanzarlo. Esta estrategia será apropiada cuando una empresa no pueda alcanzar sus objetivos utilizando exclusivamente sus recursos y capacidades, de manera que se hace necesario utilizar los de otras empresas (desarrollo externo). La cooperación representa una forma de obtener una ventaja competitiva mediante el uso de recursos y capacidades de otras empresas.
  • 2) Desde el punto de vista organizativo, los acuerdos de cooperación son los medios para gestionar la dependencia de recursos que se tiene respecto a otras unidades externas. Son, en este sentido, un instrumento de aprendizaje organizativo pues permiten: la transferencia de conocimientos, competencias y la mejora de la competitividad, entre otros aspectos.
  • 3) Desde el punto de vista económico, supone el acercamiento entre varias empresas con el objeto de alcanzar sinergias y reforzarse mutuamente. Esta perspectiva incluye a su vez dos enfoques diferentes:
    • a) Según la Economía industrial, la cooperación se realiza con el objeto de restringir la competencia mejorando su situación en el mercado. Se trata de un mecanismo de ajuste industrial encubierto y es analizada como un instrumento que perjudica a terceros.
    • b) Según la Teoría de los costes de transacción, la cooperación es un híbrido o punto intermedio entre la jerarquía o empresa (costes de transacción cero) y el mercado (mayores costes de transacción). Por una parte, incorpora rasgos de mercado al permitir la independencia jurídica de las empresas asociadas sin existir subordinación alguna. Por otra parte, incorpora rasgos de jerarquía o empresa al establecer relaciones de coordinación y estabilidad entre los socios. Así, la empresa busca realizar sus actividades de la forma más económica posible (eficiencia económica).
  • 4) Desde el punto de vista funcional favorece la relación entre clientes y proveedores mediante la realización de un proyecto común. En este caso se la denomina también Alianza estratégica.

Dimensiones

La cooperación presenta una doble dimensión: táctica y estratégica. La dimensión táctica afecta a la relación cliente-proveedor, es de ámbito local, referida al corto plazo y su objetivo principal es el acceso a nuevos mercados. La dimensión estratégica afecta a las relaciones entre competidores, es de ámbito global, referida al largo plazo y persigue el beneficio mutuo de los cooperantes. A esta última se la denomina Alianza estratégica, aunque este término se utiliza también como sinónimo del de Cooperación empresarial.

La Cooperación puede ser simple o compleja en función del grado de compromiso de las empresas que la forman: relaciones formales o informales, de horizonte temporal a medio o a largo plazo y de ámbito global o parcial.

Características que definen la cooperación

Las características básicas que definen la cooperación empresarial son:

  • 1) Se trata de un acuerdo explícito, es decir, debe de haber un compromiso real de las empresas participantes o socias. Dicho acuerdo puede ser formal o informal, aunque en la mayoría de los casos se establece mediante un contrato escrito.
  • 2) La duración del acuerdo ha de ser limitada o finita, aunque siempre a medio o largo plazo (nunca a corto plazo). El acuerdo finalizará una vez alcanzado el objetivo por el cual se constituyó.
  • 3) Debe de haber un objetivo (como mínimo) común a las empresas participantes (interés común) y para alcanzarlo, estas deben estar dispuestas a compartir recursos y capacidades, de manera que se produzca un beneficio mutuo.
  • 4) Cada empresa participante será independiente desde el punto de vista jurídico y, por tanto, conservará su soberanía estratégica, si bien el poder de negociación de cada una de ellas respecto a las decisiones que se tomen en común podrá variar en función de sus características estructurales (tamaño o dimensión de las empresas, cuota de mercado de cada una de ellas, etc.). Si existe dependencia jurídica entre unas organizaciones y otras, ya no se tratará de una cooperación si no de una adquisición, fusión o absorción.
  • 5) La cooperación no supone una reducción o desaparición de la competencia, como sí sucede con las fusiones, si no que incluso se produce un aumento de la competitividad al obtenerse sinergias.
  • 6) La cooperación puede suponer participación en el capital entre las empresas, aunque no necesariamente (cooperación no estructurada).

Clases de cooperación

En función de las relaciones competitivas entre las empresas participantes, se pueden distinguir tres clases de cooperación.

Cooperación horizontal

Son acuerdos entre empresas competidoras, es decir, entre empresas que se dedican a un mismo negocio o actividad y, por tanto, se sitúan dentro de un mismo sector o industria. A pesar de la dificultad y el riesgo que pueden suponer (comportamientos oportunistas de alguno de los participantes), son las más habituales, por las ventajas que representan. El objetivo de las mismas puede ser de dos tipos: las empresas comparten los mismos recursos y capacidades con el fin de afianzarse en el mercado mediante un mayor tamaño empresarial o mediante acuerdos colusivos (reparto del mercado) o con el fin de conseguir unos recursos o capacidades que por sí solas no podrían alcanzar (por ejemplo, cooperación tecnológica entre PYMES con el objeto de conseguir una determinada tecnología que requiere de grandes inversiones y, por tanto, individualmente no podrían conseguir); y las empresas comparten distintos recursos de tipo complementario (cada empresa está especializada en una determinada tarea o función) para conseguir una determinada ventaja competitiva.

Cooperación vertical

Son acuerdos entre empresas que realizan distintas actividades dentro de la misma hilera de producción y, por tanto, corresponden a las relaciones cliente-proveedor. En este caso, la cooperación consiste en compartir actividades complementarias con el fin de conseguir economías de escala y de alcance y, por consiguiente, reducir costes y mejorar los niveles de calidad.

Cooperación simbiótica

Son acuerdos entre empresas que no mantienen ningún tipo de relación entre ellas, ni de competidor ni de cliente-proveedor, ya que realizan actividades totalmente diferentes. En este caso, la cooperación consiste en compartir recursos y capacidades complementarios, de manera que las empresas participantes pueden desarrollar su propia actividad.

Motivos para la cooperación

Los motivos por los cuales se realiza la cooperación se pueden agrupar en tres tipos diferentes: motivos internos, motivos competitivos y motivos estratégicos.

Los motivos internos suponen intentos de reducir la incertidumbre asociada a la realización de cualquier operación y se traducen en la obtención de economías de escala, la mejora de la eficiencia (como consecuencia de la reducción de costes) y la obtención de sinergias (compartir actividades o funciones), entre otras.

Los motivos competitivos se explican por el reforzamiento de las oportunidades en el mercado y pueden ser la diversificación de productos y mercados, la integración de procesos y el reparto del mercado.

Los motivos estratégicos tienen su razón de ser en la consecución de nuevas posiciones estratégicas para la empresa mediante la explotación de nuevos negocios o actividades, las transferencias y complementariedades tecnológicas, la búsqueda de nuevos mercados y el efecto experiencia.

Beneficios y costes

Los beneficios asociados a la cooperación son:

  • 1) La reducción de costes como consecuencia del incremento del efecto experiencia, el aumento de la productividad y la mejora de la tasa de utilización de los equipamientos.
  • 2) La optimización de las inversiones mediante la modernización del proceso productivo, la seguridad y calidad y la evolución de las formas de gestión empresarial.
  • 3) El desarrollo de la innovación por la mayor creatividad y las transferencias y complementariedades tecnológicas.

Por su parte, los costes de la cooperación son de tres tipos:

  • 1) Costes de autonomía: pérdida de una parte de la autonomía o soberanía de la empresa, dado que las decisiones que afecten a las condiciones del acuerdo deberán tomarse de forma compartida.
  • 2) Costes de coordinación: las relaciones entre las empresas participantes requieren de una coordinación que implica uso de recursos (materiales y organizativos) y, por tanto, costes económicos.
  • 3) Costes de negociación: las decisiones compartidas se tomarán en función del poder de negociación de cada una de las empresas participantes, de manera que se deberá llevar a cabo un determinado proceso de negociación que implicará también el uso de recursos (materiales y organizativos) y, por tanto, costes económicos.

    Otro peligro importante para la empresa es el posible oportunismo que se puede producir por parte de algunos de los socios. La empresa oportunista es aquella que busca un beneficio de la cooperación a cambio de nada, es decir, que no está dispuesta a cumplir con su parte del acuerdo. El oportunismo se puede evitar o, en todo caso, reducir, realizando un buen análisis de la elección del socio.

Formas de acuerdos de cooperación

Existen diferentes tipologías o formas de acuerdos de cooperación en función de las características que se analicen.

Desde el punto de vista de la participación o no en el capital

En primer lugar, según si hay participación o no en el capital, la cooperación puede ser de dos tipos:

  • 1) Cooperación no estructurada: cuando no existe participación en el capital entre las empresas participantes, por ejemplo, acuerdos funcionales (en marketing o en recursos humanos).
  • 2) Cooperación estructurada: cuando existe participación en el capital entre las empresas participantes. Se pueden concretar en: participaciones minoritarias o en participaciones cruzadas, pero nunca en participaciones mayoritarias; y en joint ventures o empresas conjuntas, que son empresas que están participadas en su capital directamente por las empresas que las forman (empresas que participan en la cooperación).

Desde el punto de vista contractual

Según el tipo de contrato establecido entre los socios, la cooperación puede adoptar cuatro formas diferentes:

  • 1) La franquicia o fraccionamiento de unidades operativas (véase "Contrato de franquicia").
  • 2) La Joint venture, filial común o empresa conjunta.
  • 3) La subcontratación o relación explícita entre clientes y proveedores.
  • 4) El Spin-off o creación de una empresa mediante la externalización de actividades.
  • 5) Los consorcios o agrupaciones temporales de empresas (véase "Consorcio").
  • 6) Las redes interempresariales.

Desde el punto de vista funcional

Por último, la cooperación puede centrarse en uno o varios aspectos funcionales en la empresa, de manera que las formas que puede adoptar son:

  • 1) Acuerdos funcionales concretos: en producción, marketing, logística, tecnología, recursos humanos o cualquier otra área o función de la empresa.
  • 2) Acuerdos funcionales múltiples: incluyen varios acuerdos funcionales como producción y recursos humanos, o producción y marketing, o producción, tecnológico y marketing, etc.

Recuerde que...

  • Puede ser simple o compleja dependiendo del grado de compromiso de las empresas que la forman: relaciones formales o informales, a medio o a largo plazo y global o parcial.
  • Características: acuerdo explícito, duración limitada, objetivo común, independientes jurídicamente, no desaparece la competencia y participación en el capital entre empresas.
  • Clases de cooperación: horizontal, vertical y simbiótica.
  • Motivos por los que se realiza: internos, competitivos y estratégicos.
  • Tipologías: según participación o no en el capital, según punto de vista contractual y según punto de vista funcional.

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