Concepto
Las barreras a la imitación son generadas por empresas que poseen una determinada ventaja competitiva basada en unas fuentes de recursos y capacidades determinadas. La empresa genera obstáculos o restricciones que impiden o dificultan que los competidores puedan imitar sus fuentes de ventajas competitivas y así convertirlas en sostenibles. Con la imitación, los competidores buscan neutralizar la ventaja competitiva de la empresa; mientras que la empresa, con las barreras a la imitación busca convertir su ventaja competitiva en sostenible.
Formas de imitación
La empresa que desea imitar a otra tiene dos opciones para hacerlo: la copia o réplica y la sustitución. La primera de las opciones (copia o réplica) implica descubrir cuáles son los recursos o capacidades a través de los cuales la empresa consigue una determinada ventaja competitiva e imitarlos. Por su parte, la segunda opción (sustitución) consiste en crear un producto o servicio sustitutivo del que ofrece la empresa que posee la ventaja competitiva. La empresa imitadora deberá analizar cuál de las dos opciones es más factible en función de los recursos y capacidades que posee.
Clases de barreras
La empresa que posee la ventaja competitiva deberá buscar la manera de que sus competidores no puedan neutralizarla durante el mayor tiempo posible. Existen diferentes clases de barreras a la imitación. Sin embargo, la barrera a la imitación más sencilla es aquella que consiste en ocultar los beneficios extraordinarios de la empresa; si los competidores no detectan que la empresa está acumulando resultados importantes como consecuencia de la explotación de unos recursos y capacidades únicos, no se plantearán el imitarla. Pero cuando no es posible ocultar los resultados y los competidores detectan que hay una empresa que está obteniendo beneficios por encima de la media, esta deberá plantearse la manera de evitar que dichos competidores la imiten; es aquí donde entran en juego las diferentes clases de barreras a la imitación, que consistirán, primero, en que los competidores no sean capaces de descubrir cuáles son las fuentes de su ventaja competitiva y, segundo, que cuando lo descubran, no puedan adquirir dichas fuentes y, por tanto, no puedan imitarlas.
Las barreras a la imitación se pueden clasificar de la siguiente forma.
Condiciones históricas únicas
La ventaja competitiva obtenida por la empresa viene determinada por situaciones pasadas que difícilmente pueden volver a suceder. Las empresas pioneras o aquellas que fueron las primeras en ingresar en un determinado sector o industria se han visto beneficiadas de los primeros momentos y gozan del privilegio, no solo de la experiencia acumulada, si no también de haberse aprovechado de las mejores condiciones de los momentos iniciales.
Ambigüedad causal
La mejor manera de evitar la imitación es ocultando las fuentes de nuestra ventaja competitiva. Si los competidores desconocen la relación causa-efecto entre los recursos y capacidades y la ventaja competitiva que posee la empresa, no podrán llevar a cabo la imitación. La interrelación entre recursos y capacidades y la existencia de recursos y capacidades complejos hace difícil que los competidores puedan detectar dicha relación causa-efecto.
Complejidad social
También se puede dificultar la imitación creando fuentes de ventajas competitivas basadas en la interrelación social como puede ser una cultura organizativa compleja (basada en la colaboración), equipos directivos altamente integrados (saber hacer propio) o la reputación acumulada a lo largo de la historia (con clientes y proveedores).
Dificultad en la transferibilidad
Cuando ha sido inevitable que el competidor detectara la relación causa-efecto entre el recurso y la ventaja competitiva (falla la ambigüedad causal y la complejidad social), se puede recurrir a su protección mediante la reducción del grado de transferibilidad, de manera que no sea fácil su apropiabilidad. La empresa imitadora intentará comprar el recurso en el mercado, pero esto no será posible cuando: la ventaja competitiva esté basada en recursos idiosincrásicos, es decir, recursos que solo son eficientes para nuestra empresa pero no tienen valor en otras empresas (cultura organizativa, reputación); o en activos específicos, esto es, recursos que solo son útiles para una determinada estructura (que es la propia de nuestra empresa) o que solo tienen sentido cuando se complementan con otros. Por último, la empresa que posee la ventaja competitiva siempre puede recurrir a incrementar los costes de transacción, de manera que el coste de adquisición de los recursos sea alto para la empresa imitadora. Incluso, el recurso se podrá proteger mediante marcas, licencias y patentes, de forma que la empresa imitadora, si desea adquirirlos, tendrá que pagar un precio por su uso a la empresa propietaria de los mismos.
Recuerde que...
- • Las barreras a la imitación son generadas por empresas que poseen una determinada ventaja competitiva basada en unas fuentes de recursos y capacidades determinadas.
- • La empresa que desea imitar a otra tiene dos opciones para hacerlo: la copia o réplica y la sustitución.
- • La barrera a la imitación más sencilla es aquella que consiste en ocultar los beneficios extraordinarios de la empresa.
- • Las barreras a la imitación se pueden clasificar en: condiciones históricas únicas, ambigüedad causal, complejidad social y dificultad en la transferibilidad.