Aquel que afecta a un elemento que individualmente considerado no supondría un elevado índice de riesgo, pero que dada su proximidad a otro foco de riesgo de gran importancia, hace que la entidad aseguradora lo califique como riesgo contiguo, íntimamente relacionado con el riesgo común. Ejemplo de riesgo contiguo es el caso de una vivienda colindante a una fábrica de explosivos. La existencia de un riesgo contiguo implica un correlativo aumento de las primas que en otras circunstancias no serían tan elevadas.