Es un riesgo que tiene mayor incidencia en los mercados de oferta/demanda directa (cotización/contratación) donde vendedor y comprador deben buscar directamente la contrapartida y cuando los medios de cotización son muy rudimentarios de manera que la localización del mejor precio es muy laboriosa y pocas veces se consigue.
Los mercados organizados disminuyen este riesgo para el comprador y vendedor, contra un coste que es el de la propia estructura de cotización/contratación y el de la gestión de las operaciones de oferta/demanda por medio de los miembros del mercado.