Riesgo cuyas consecuencias negativas las soportan los bienes (riesgo material) o los derechos de las personas, es decir, su patrimonio.
Ejemplos de riesgo patrimonial es el incendio de la vivienda de un particular, los daños producidos por un accidente con el coche o la insolvencia de un cliente (puesto que en este caso se produce la pérdida del derecho de cobro adquirido).
Este tipo de riesgos suelen ser cubiertos, o bien a través de los seguros de daños a los bienes, puesto que la cobertura que dan estos seguros es la pérdida o deterioro de elementos materiales o a través de los seguros patrimoniales, seguros cuyo objeto es cubrir los riesgos que afectan a la disminución del patrimonio global de las personas. Los más importantes son los seguros de responsabilidad civil, los de pérdida de beneficios y los seguros de crédito y caución.