Concepto
El ahorro exterior es el volumen neto de fondos que los residentes de un país captan entre los ahorradores de otros países para financiar la formación bruta de capital.
En el conjunto de la economía, la acumulación de capital debe financiarse mediante la realización de un ahorro suficiente, es decir, no consumiendo en el período actual toda la renta obtenida por los factores de producción. Sin embargo, en algunas ocasiones el ahorro nacional, tanto del sector privado como el sector público, no es suficiente para cubrir toda la inversión realizada: se dice entonces que el país tiene necesidad de financiación y que debe recurrir al ahorro exterior.
Por supuesto, también podría darse la situación contraria. Si el conjunto de los agentes de un país ahorra más que los recursos que destina a la inversión en capital, estará prestando al exterior: se dice entonces que el país tiene capacidad de financiación.
Relación entre ahorro externo y balanza por cuenta corriente
La diferencia entre ahorro nacional e inversión, esto es, la necesidad o capacidad de financiación, se corresponde con el déficit por cuenta corriente. Dicho de otra forma, lo que un déficit por cuenta corriente refleja es en qué medida está utilizando ahorro exterior para financiar su inversión y el endeudamiento en que está incurriendo un país con el resto del mundo.
Esto puede comprobarse fácilmente si se define el PIB (Υ) (por el lado del gasto, es decir, como la suma del consumo (C), la inversión (I), las compras públicas (G) y las exportaciones netas (la diferencia entre exportaciones (X) e importaciones (M):
Υ = C + I + G + Χ - M
Por otro lado, desde el punto de vista de la utilización de esta renta, la parte que queda después de pagar impuestos (Τ) puede destinarse por los hogares al consumo del período o al ahorro (Ѕ):
Υ - T = C + Ѕ
E igualando ambas expresiones queda que, efectivamente, el saldo por cuenta corriente es positivo si el país tiene capacidad de financiación (ahorro nacional>inversión total), pero negativo si tiene necesidad de financiación y debe recurrir al ahorro exterior para financiar la inversión (ahorro nacional<inversión total):
Χ - M = [(T - G) + Ѕ] - Ι = AHORRO NACIONAL - Ι
Donde (Ѕ) es el ahorro privado y (Τ - G) el ahorro público. Por tanto, su suma es el ahorro nacional.
Esta relación entre el recurso al ahorro externo y la diferencia entre exportaciones e importaciones puede parecer, en principio, poco intuitiva, ya que se trata de decisiones aparentemente independientes tomadas por agentes diferentes. Sin embargo, los movimientos del tipo de cambio aseguran que esto siempre se cumpla.
Por ejemplo, considérese una situación hipotética en la que inicialmente las exportaciones estuvieran equilibradas con las exportaciones, y que se empezase a captar ahorro externo a través de la adquisición por parte de no residentes de títulos de deuda emitidos por empresas del país que quieren financiar su inversión. Esto daría lugar a un aumento de la demanda de moneda nacional en el mercado de divisas (para comprar los bonos) y la moneda se apreciaría. Pero esta apreciación daría lugar a su vez a una pérdida de competitividad y un desequilibrio externo, quizá a través de un mayor volumen de importaciones. Para pagar estas importaciones se necesitaría vender moneda nacional (y comprar divisas) lo que contribuye a equilibrar el mercado de divisas. Concretamente, este permanecerá en equilibrio precisamente en el momento en que el déficit por cuenta corriente sea exactamente igual al ahorro exterior que está entrando en el país.
Las consecuencias de recurrir al ahorro exterior
No siempre es negativo para un país financiar sus inversiones con ahorro exterior. Lo mismo que puede ser adecuado en muchas ocasiones para una empresa o para una familia financiar sus gastos con endeudamiento, también puede serlo para el conjunto de un país. De hecho, no hay ninguna diferencia entre estos casos: nunca es “un país” el que decide financiarse con ahorro externo, sino que son sus agentes privados (familias y empresas) y su sector público los que toman estas decisiones. La capacidad o necesidad de financiación de un país es el resultado neto de las posiciones de todos sus agentes.
La valoración de una situación de este tipo depende en gran medida de cuál es su origen. En principio, no debería plantear ningún problema si las inversiones a las que se está destinando el ahorro externo permiten esperar aumentos futuros de la productividad y de la renta suficientes para hacer frente al servicio de la deuda que se está contrayendo. Por ejemplo, porque se esté destinando a inversiones productivas o de alto contenido tecnológico. Por supuesto, la situación sería completamente diferente si la brecha entre el ahorro nacional y la inversión —y por tanto la necesidad de acudir al ahorro exterior— tuviera su origen en un aumento del consumo.
Otra cuestión importante que debe tenerse en cuenta es la capacidad para financiar el exceso de inversión en los capitales internacionales de forma estable, para evitar que pueda producirse una salida brusca del ahorro externo hacia otros países que obligue a llevar a cabo un ajuste drástico de la inversión.
Finalmente, no debe olvidarse que los movimientos de capitales que se derivan de las decisiones individuales de endeudamiento por parte de las familias y empresas de un país tienen efectos macroeconómicos sobre la estabilidad de su moneda, lo que podría elevar la prima de riesgo que deben soportar los inversores de un país en los mercados financieros internacionales o, incluso, provocar una crisis cambiaria. Esta restricción macroeconómica para la captación de ahorro externo, sin embargo, ha desaparecido, o al menos se ha suavizado sustancialmente, en aquellos países que, como España, se han incorporado a la unión monetaria.
Recuerde que...
- • Capacidad de financiación: cuando un país ahorra más que los recursos que destina a la inversión en capital, entonces estará prestando al exterior.
- • La diferencia entre ahorro nacional e inversión, esto es, la necesidad o capacidad de financiación, se corresponde con el déficit por cuenta corriente.