Operación de compraventa en la que los activos que son objeto del intercambio, cuyo precio queda cerrado al realizar el contrato, no son entregados sino una vez transcurrido el plazo convenido.
Todas las características quedan cerradas en un momento determinado, mientras que la transacción propiamente dicha no tiene lugar hasta transcurrido un plazo determinado de tiempo, que también queda fijado.
Esta forma de contratación es característica de todos los productos derivados. Es una expresión similar a la frase “a plazo”