Concepto
Expresión que se ha popularizado en los mercados financieros a raíz de la denominada crisis subprime y que identifica precisamente a ese tipo de activos de mala calidad, es decir, con mucho riesgo en cuanto a la probabilidad de recuperar su valor y, por tanto, que tiene una calificación muy mala o subprime.
El problema para las entidades financieras es tener en sus balances un porcentaje muy elevado de este tipo de activos dañados, lo que les puede generar grandes pérdidas y colocarles en situaciones patrimoniales muy difíciles de resolver, lo que ha provocado que los gobiernos de prácticamente todos los países busquen diferentes medidas para favorecer la liquidez de las entidades financieras que se encuentren en esta situación.
Origen
El origen de estos activos tóxicos se encuentra en un mal análisis del riesgo de cliente o en unas políticas de concesión de riesgos demasiado expansivas, lo que provoca que se concedan préstamos a personas o entidades que es muy probable que resulten insolventes. Si a esto se une el descenso del valor de los activos que garantizan en un primer término esa deuda, la consecuencia es ese activo tóxico, cuyo valor ha disminuido mucho y es difícil de vender a su vez para hacerlo líquido aun obteniendo pérdidas.
Las entidades financieras que han llevado a cabo esa política se encuentran con gran cantidad de activos que, una vez resulta impagado el prestatario, no valen siquiera el préstamo que se concedió para su adquisición.
Recuerde que...
- • El origen de estos activos tóxicos se encuentra en un mal análisis del riesgo de cliente o en unas políticas de concesión de riesgos demasiado expansivas, lo que provoca que se concedan préstamos a personas o entidades que es muy probable que resulten insolventes.
- • El problema para las entidades financieras es tener en sus balances un porcentaje muy elevado de este tipo de activos dañados, lo que les puede generar grandes pérdidas y colocarles en situaciones patrimoniales muy difíciles de resolver.