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Activo a tipo de interés variable

Activo a tipo de interés variable

Es aquel cuyo valor concreto de tipo de interés que le resulta de aplicación no permanece constante a lo largo del tiempo, sino que varía en función de la evolución de un índice o referencia conocido por las partes y que se revisa cada período de tiempo acordado por estas.

Banca y bolsa

Concepto

Es aquel cuyo valor concreto de tipo de interés que le resulta de aplicación no permanece constante a lo largo del tiempo, sino que varía en función de la evolución de un índice o referencia conocido por las partes y que se revisa cada período de tiempo acordado por estas.

Existen, por tanto, tres notas características en un activo a tipo de interés variable:

  • a) La parte que debe pagar interés por dicho activo no conoce desde el principio el importe total de intereses que deberá abonar, y la parte que los recibe tampoco conocerá la cuantía total que ingresará por dicho concepto.
  • b) El tipo de interés no se establece en forma de un porcentaje o tasa fija (3%, 4%, 8%) sino que se liga o conecta con un índice o referencia (por ejemplo, el Euribor a 1 año), al que suele sumarse un margen.
  • c) El valor concreto de ese índice o referencia se revisa cada período de tiempo pactado (por ejemplo, cada 6 meses) para poder calcular el importe exacto de los intereses a pagar durante ese período y hasta la siguiente revisión de la referencia.

Causas de la utilización de tipos de interés variables

Con carácter general podría decirse que la utilización de activos a tipo de interés variable obedece a la creciente complejidad de los sistemas y mercados financieros.

Concretando la afirmación anterior y limitándola a España, resulta evidente que hace cuatro décadas las oscilaciones del precio del dinero no eran tan frecuentes y tan drásticas, de forma que no resultaba absolutamente preciso el que existiese un mecanismo que trasladara variaciones del precio del dinero a los activos que en ese momento se encontraban ya en manos del público.

Además de lo anterior, existía una política monetaria soberana, es decir, que las decisiones en esta materia dependían exclusivamente del Estado español, la cultura financiera de las empresas y consumidores era notablemente inferior y también la cantidad de activos a largo plazo demandados por el público era menor que la actual.

En la actualidad todo resulta más complejo: la soberanía de la política monetaria no recae exclusivamente en el Estado, sino que, al ser miembros de la Unión Europea, se ha cedido parte del poder decisorio en este ámbito; los particulares y en especial las empresas tienen una mayor cultura financiera, de manera que se preocupan de gestionar los costes derivados de su financiación ajena; tengamos en cuenta, además, que en la actualidad el precio del dinero varía con mayor frecuencia y que en ocasiones las oscilaciones pueden ser drásticas.

La combinación de todo lo anterior puede decirse que ha contribuido a un incremento considerable de la utilización de los tipos de interés variable en activos, en especial en aquellos que son a largo plazo, por una cuestión elemental: ajustar en cierto modo el importe que las personas o empresas deben pagar por intereses, al haber adquirido dichos activos, al precio que el dinero va teniendo en el mercado.

En conclusión, la mayor utilización de activos a tipo de interés variable se debe, en general, a la mayor inestabilidad del entorno actual, tanto del específicamente financiero como del social, político, cultural, etc.

Supuestos frecuentes en el ámbito bancario

Existen muchos productos bancarios de activo en los que el tipo de interés no es fijo, sino que se referencia a la evolución de un índice; entre los supuestos más habituales están:

Préstamos hipotecarios

Los préstamos hipotecarios reúnen dos características esenciales que hacen de los mismos el tipo de activo ideal para que su interés sea variable:

  • a) Plazo: Son préstamos a largo o muy largo plazo (en España, en los últimos años, se han generalizado préstamos hipotecarios a 30 e incluso a 40 años), lo que justifica que el precio a pagar por los mismos (el interés) de algún modo guarde relación con el precio que el dinero vaya teniendo en el mercado.

    Imaginemos, por ejemplo, un préstamo hipotecario que se concede a un tipo fijo del 15% y por un plazo máximo de 30 años. A los dos años de haberse concedido, el precio del dinero en el mercado (por ejemplo en el mercado interbancario, que es el relevante para este tipo de operaciones) se encuentra a niveles del 6,5%. No parecería razonable que una persona continuase pagando una tasa del 15% por lo que en el mercado en ese momento podría obtener tasas algo superiores al 6,5%. En estos activos a tan largo plazo parece lógico un mecanismo de ajuste que adecue lo que se paga a la evolución del propio mercado.

  • b) Cuantía y representatividad: Los préstamos hipotecarios son, en general, de cuantías bastante elevadas y, a su vez, constituyen uno de los gastos más representativos de una familia o persona. Estos dos factores contribuyen también a que resulten productos propicios para ligarlos a tipos de interés variables.

Al igual que suelen ofrecerse tipos de interés variable en el caso de préstamos hipotecarios concedidos a particulares para la adquisición de sus viviendas, también suele emplearse en el caso de préstamos a los promotores, destinados a la construcción de promociones de viviendas.

En ambos casos los préstamos hipotecarios suelen contemplar un primer período de tipo de interés fijo (por ejemplo, el primer año se pacta un X%) y a partir de este primer año el tipo variable (imaginemos un Euribor a 1 año) más el margen y la periodicidad de revisión (semestral, anual, etc.).

Créditos a empresas

Suele ser frecuente que en los créditos a corto o medio plazo en los que se prevé la posibilidad de renovación y que se conceden a las empresas por parte de las entidades financieras, se utilice también un tipo de interés variable.

Elementos en la determinación de un activo a tipo de interés variable

Partiendo de la definición genérica y de las características señaladas en los epígrafes anteriores, puede explicarse o matizarse el activo a interés variable con el siguiente ejemplo:

Particular al que su entidad financiera le concede un préstamo hipotecario referenciado al Euribor a 1 año + 0,50 con revisiones semestrales.

Los elementos que a partir del ejemplo deben resaltarse son:

  • a) La referencia: Es el índice cuyo valor concreto servirá a lo largo de la vida del préstamo para determinar los intereses a pagar en los distintos períodos.

    En el ejemplo, la referencia es el “Euribor a 1 año” (puesto que la misma referencia puede tener varios plazos; es decir, hay Euribor a 1 mes, a 3 meses, a 6 meses, etc.).

    En los contratos en que se formalizan los activos de este tipo, ya se trate de pólizas intervenidas por notarios, de escrituras públicas o incluso de contratos privados, se define exactamente qué es la referencia; en nuestro ejemplo se indicaría que es el Euribor a 1 año y dónde se publica.

    Suele ser muy frecuente también que se prevea algún tipo de referencia sustitutiva para el caso de que en la fecha en la que corresponda verificar el valor del “Euribor a 1 año” (siguiendo con nuestro ejemplo) este no pudiese publicarse o determinarse por alguna causa.

  • b) El margen: Es lo que se suma al valor de la referencia para determinar el tipo de interés neto total a pagar por el activo durante ese período.

    En nuestro ejemplo, supongamos que el valor del Euribor a 1 año para un determinado semestre es del 2%. Al valor de la referencia se le sumará el margen para obtener el tipo de interés neto a aplicar:

    Vr + M = TIN

    Siendo Vr= Valor de la referencia, M=Margen y TIN=Tipo de interés neto.

    En nuestro ejemplo:

    2% + 0,50 = 2,50%

    Ello significa que desde que resulte de aplicación ese valor de la referencia del 2% hasta que haya de volver a revisarse lo que vale la misma, el prestatario pagará por su hipotecario un interés del 2,5%.

  • c) Período de revisión: Indica cada cuánto tiempo se debe revisar el valor de la referencia y, en consecuencia, actualizarse al alza o a la baja el tipo de interés que se venía pagando por el préstamo.

    En nuestro ejemplo la revisión pactada es semestral, es decir, que cada semestre (normalmente antes del inicio del mismo) se revisará cuál es el valor de la referencia (“Euribor a 1 año”).

  • d) Techos y suelos (suele denominárselos también caps y floors): En algunos productos de activo a interés variable pueden fijarse contractualmente suelos y/o techos. Estos operan como límites mínimos o máximos a la hora de determinar el tipo de interés a aplicar.

    Completando nuestro ejemplo, en el préstamo hipotecario podría haberse pactado un floor del 1,5%, de manera que aunque en el momento en el que correspondiese revisar el valor del Euribor a 1 año este fuese inferior al citado 1,5%, siempre se tomaría el límite mínimo o floor y el prestatario no pagaría en ningún caso por intereses menos del 2% (el valor del floor más el margen).

    El cap opera en sentido contrario, es decir como límite máximo frente a potenciales subidas de la referencia. Si en nuestro ejemplo se hubiese pactado un cap del 9%, aunque al revisar el valor del Euribor a 1 año este fuese superior a dicho porcentaje, para calcular el tipo neto a pagar por el prestatario se tomaría el mencionado cap y en consecuencia nunca pagaría más del 9,50% (valor del cap más el margen).

    El empleo de techos y suelos para cubrirse y beneficiarse de las oscilaciones de las referencias en los activos a tipo de interés variable no está generalizado y, en muchos casos, la contratación de un cap tiene un coste adicional, pues en realidad actúa como un seguro que cubre a quien lo contrata frente a fuertes subidas de la referencia.

Modalidades

Existen genéricamente dos modalidades de tipos de interés variables de aplicación a los activos:

  • - El variable puro: Su utilización no es frecuente. Imaginemos un activo con un tipo de interés variable de Euribor a 1 mes y con revisión mensual.

    Si el tipo de interés fuese variable puro, se comprobaría el valor del Euribor a 1 mes durante todos y cada uno de los días que componen el mes, calculándose entonces un valor medio que es el que, sumado al margen, resultaría de aplicación.

    No suelen emplearse con habitualidad, entre otras cosas porque salvo para operaciones muy específicas no resulta relevante la oscilación diaria de la referencia y porque la comprobación de los cálculos en estas operaciones resulta más compleja.

  • - El referenciado o variable: Es el mayormente utilizado y en el que el valor de la referencia solo se calcula tomando el valor que dicha referencia tiene un determinado día, cercano normalmente a aquel en el que procede efectuar la revisión.

Recuerde que...

  • En un activo a tipo de interés variable el tipo de interés no se establece en forma de un porcentaje o tasa fija (3%, 4%, 8%) sino que se liga o conecta con un índice o referencia (p. ej., Euribor a 1 año), al que suele sumarse un margen y que se revisa cada período de tiempo pactado (p. ej., cada 6 meses).
  • La utilización de activos a tipo de interés variable obedece a la creciente complejidad de los sistemas y mercados financieros y, en general, a la mayor inestabilidad del entorno social, político, cultural, etc., actual.
  • Existen muchos productos bancarios de activo en los que el tipo de interés no es fijo sino que se referencia a la evolución de un índice; los supuestos más habituales son los préstamos hipotecarios y los créditos a empresas.
  • Elementos en la determinación de un activo a tipo de interés variable son: el índice de referencia (p. ej., Euribor); el margen (% que se suma al valor de la referencia para determinar el tipo de interés neto total a pagar); el período de revisión (cada cuánto tiempo se debe revisar el valor de la referencia); y los techos (caps) y suelos (floors) (límites mínimos o máximos a la hora de determinar el tipo de interés a aplicar).
  • Existen genéricamente dos modalidades de tipos de interés variables de aplicación a los activos: el variable puro (p.ej., Euribor a 1 mes con revisión mensual) y el referenciado o variable (mayormente utilizado; se calcula tomando el valor de referencia un determinado día).

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