Concepto
Los ratios de solvencia comprenden un conjunto de indicadores y medidas cuya finalidad es diagnosticar si una entidad tiene problemas para atender a sus compromisos, es decir, pagar sus deudas en la cuantía y plazos pactados.
En esto influye la capacidad (medida por sus activos) de que dispone la empresa para hacer frente a estas obligaciones (representada contablemente por los pasivos). Además es importante analizar, para evaluar la solvencia de la empresa el volumen de endeudamiento que tiene (es decir, su política de financiación), la calidad de la deuda (que condiciones implica para la entidad, coste, estipulaciones en el contrato en caso de retraso o impago, etc.)
En ocasiones, el análisis de solvencia viene integrado en el análisis de la liquidez, entendiéndose como un estudio de esta pero en el largo plazo.
A continuación se analizan cada uno de estos aspectos, medidos por diferentes ratios que habrá que evaluar en conjunto.
Política de financiación de la empresa
Para evaluar la política financiera de la empresa, es decir, cantidad y calidad de la deuda, se pueden utilizar los siguientes ratios:
Ratio de endeudamiento
Este ratio mide la política de financiación que emplea la entidad y comúnmente se denomina también "apalancamiento financiero". Se calcula como el cociente entre los recursos ajenos y los propios, reflejando por tanto la relación entre ambos.

En cuanto a la cuestión de si existe un valor adecuado, hay que decir que no, que en términos generales no puede darse un valor idóneo, depende de cada entidad. Lo único que se puede afirmar es que en principio es más interesante basar la financiación en los recursos propios porque no son exigibles y no comprometen a la empresa en este sentido, otorgándole mayor autonomía financiera, además de representar un aspecto positivo para la solicitud en el futuro de créditos. Si bien, se debe completar el análisis con el coste que reporta cada fuente financiera, pues los recursos propios también se remuneran es decir, reportan un coste a la empresa. Por otro lado, es conveniente también, analizar en detalle los recursos ajenos que se incluyen en el indicador, pues es posible que exista financiación espontánea sin coste (comercial).
Su interpretación es bastante sencilla:
- — Si es igual a la unidad, indica que la empresa emplea la misma cantidad de recursos ajenos que propios.
- — Si es menor a la unidad, la entidad tiene mayor proporción de financiación propia.
- — Si es mayor que la unidad, la entidad se financia más con recursos obtenidos de terceros que con propios.
Una variante de este ratio es la utilización en el denominador de la totalidad de los recursos financieros, propios y ajenos (en términos contables serían el pasivo y patrimonio neto o lo que es lo mismo el total del activo). Su resultado sería la proporción de endeudamiento que tiene la empresa y su lectura se haría en los mismos términos que el anterior, si bien, para este ratio se estima que un valor adecuado estaría entre un 40 % y un 60 %, pues un mayor valor revelaría un volumen excesivo de deuda con la consecuente pérdida de autonomía financiera de la empresa.
Por último, resaltar que la tenencia de deuda no es perjudicial siempre, de hecho, existe deuda no remunerada (financiación espontánea) y es posible que tenga menor coste de recursos propios.
Ratio de Calidad de la deuda
Se dice que las deudas de la empresa son de "mejor" o "peor" calidad en función de su plazo, así cuanta más financiación a corto plazo se tenga se interpreta que es de peor calidad, pues en un breve plazo (no más de un ejercicio) la empresa tendrá que desprenderse de recursos económicos para atender a su pago.

Cuanto más pequeño sea este ratio significa que la deuda es de mejor calidad.
Coste de la financiación
Interesa, como ya se ha comentado antes, un estudio del coste que le representa a la empresa su estructura financiera, pero no solo el coste general, sino un análisis detallado del coste de cada fuente financiera en particular para poder así decidir si su política es correcta o no (si utiliza más o menos deuda remunerada y a qué coste). Hay que tener en cuenta que todo recurso financiero, propio o ajeno, tiene un coste para la entidad, si bien, no todos se traducen en un pago de dinero (intereses), pudiéndose definir también un coste de oportunidad o coste no efectivo que redunda en la creación de valor.
Lo óptimo, evidentemente, es que el coste de la estructura financiera sea lo más reducido posible, pero sobre todo, que sea inferior a la rentabilidad económica obtenida por la empresa, pues en caso contrario, se estarían generando minusvalías.
Otro aspecto a analizar es el peso que tienen los gastos financieros (GF) sobre los ingresos por ventas, o en otras palabras, que porcentaje de estos ingresos se destina a cubrir los gastos financieros. Como cualquier tasa de participación de un gasto sobre una partida de ingresos interesa que sea lo menor posible, en este caso además las ventas hay que recordar que cubren en primer lugar todos los gastos de explotación, y que después de atender a los financieros debiera quedar algún remanente para la remuneración del capital propio.

Capacidad de atender las deudas
Para evaluar si la entidad es capaz de atender los compromisos derivados de sus deudas: reembolso en su fecha de vencimiento, devolución de la cuantía prestada y abono de la remuneración pactada (intereses), pueden utilizarse los siguientes ratios.
Coeficiente de garantía o Ratio de firmeza o consistencia
Mide la capacidad de atender las deudas a largo plazo. Para ello la empresa cuenta con todos sus activos (A) que se entiende representan su capacidad de pago, pues todos ellos (al menos teóricamente) se convertirán en liquidez en un momento u otro. La formulación del ratio sería:

El activo que se debe incluir en este ratio debe ser depurado de aquellos elementos que la empresa no podría convertir en liquidez para poder atender las deudas (así por ejemplo, una variante de este indicador consiste en incluir en el numerador los activos que no tengan cargas).
A pesar de que no puede generalizarse un valor adecuado para este ratio, es obvio que como mínimo debe ser superior a 1, pero dado que se refiere a un largo plazo y que la finalidad es verificar si la empresa ofrece garantía a terceros se podría tomar como adecuado un valor de este ratio de 2,5.
Se dice además que este ratio mide la distancia a la quiebra, por lo que cuánto más se reduzca más cerca se encuentra la entidad de estar en situación de quiebra (técnica).
Índice de solvencia
Este ratio indica la capacidad que tiene la empresa de afrontar sus deudas en un corto plazo, para lo cual enfrenta los activos corrientes (AC) y los recursos ajenos a corto plazo (RACP).

Igual que en el indicador anterior, el activo a incluir en el numerador debe ser depurado de aquellos elementos que no sea factible o no se considere convertir en liquidez en el plazo que se está evaluando.
Como valor adecuado, podría decirse que como mínimo los activos corrientes deberían ser el doble de las deudas a corto plazo, si bien, se entiende que la empresa no tendría problema para atender a sus compromisos a corto plazo cuando este ratio esté entre 1,5 y 2. Si está por debajo, se dice que la empresa corre el riesgo de entrar en suspensión de pagos, pues no tendría suficiente liquidez derivada de sus activos a corto para pagar su financiación. Tampoco es interesante que este ratio sea muy elevado pues podría indicar que la empresa dispone de activos ociosos con la consecuente pérdida de rentabilidad.
Por otro lado, este ratio debe analizarse en detalle, y completarse con el período medio de cobro y período medio de pago, de los que depende su valor. Es importante destacar que al ser valores que se extraen de la contabilidad y que están definidos en base a un plazo máximo (12 meses por lo general) puede darse la situación de que la empresa presente un buen coeficiente de solvencia a corto plazo pero que un análisis detallado de los vencimientos muestre todo lo contrario (por ejemplo, si los activos se convierten en liquidez en el máximo plazo de corto, 12 meses, y las deudas son exigibles en un período inferior).
Si se analiza la solvencia en un menor plazo se estaría entrando en el campo del análisis de liquidez, análisis, por otro lado, que debe realizarse junto con este.
Índice de morosidad
Al medirse la capacidad de la empresa para atender sus deudas a través de sus inversiones, podría pensarse que si la empresa tiene un alto índice de morosidad, esto repercutirá negativamente en sus obligaciones. Sin embargo, un aumento en la morosidad de la empresa no afecta directamente a la solvencia de la misma, pues esta en previsión de posibles fallidos, habrá recogido contablemente los deterioros que considere oportunos, por lo que su efecto está ya deducido del valor del activo que se toma como referente para medir la solvencia (sin embargo, sí afecta a la liquidez que pensaba obtener la empresa). El índice de morosidad viene medido por los activos dudosos que tiene la entidad dividido por el riesgo total (total de créditos concedidos). Suele estar relacionado con la política de ventas de la empresa y la financiación que otorgue a sus clientes. No existe un valor adecuado, dependiendo del sector y tipo de empresas en particular (cada una puede estar dispuesta a tolerar un porcentaje muy diferente), si bien, está claro que lo más beneficioso para la empresa sería que no existiese o fuera lo más bajo posible.
Ratio Z de Altman
Se trata de un ratio dinámico, y dentro de estos se encuadra en la categoría de los modelos analíticos, pues evalúa las características de la contrapartida frente al resto (scoring) dando un veredicto de si la entidad es solvente o no. Su formulación es la siguiente:

Los componentes que utiliza son a su vez otros ratios ponderados por diferentes coeficientes. Las variables que incluye son:
FRE: Fondo de Rotación Existente.
BR: Beneficio Retenido (o beneficio del no distribuido).
BAII: Beneficio Antes de Intereses e Impuestos.
VM: Valor de Mercado de la empresa.
VN: Ventas netas.
A: Activo total.
RA: Recursos totales (propios y ajenos).
Este ratio hace un análisis discriminante de la empresa, interpretándose de esta forma:
- — Si la Z es 1,81, la entidad sería insolvente.
- — Si la Z es 2,99 la entidad es solvente.
- — Si la Z está entre 1,81 y 2,99, se trata de una zona de ignorancia, con un punto de corte o frontera de fracaso en 2,675.
Por último, comentar que este ratio ha sufrido varias modificaciones con el tiempo, y que el que aquí se muestra es el original.
Ejemplo:
Se dispone de la siguiente información de la empresa QUEENS S.A. relativa a su balance y cuenta de resultados durante dos períodos (expresado en unidades monetarias, u.m.)
| 20X1 | 20X2 |
ACTIVO NO CORRIENTE | 121.500,00 | 122.265,00 |
Inmovilizado intangible | 34.500,00 | 32.895,00 |
Inmovilizado material | 87.000,00 | 89.370,00 |
ACTIVO CORRIENTE | 28.500,00 | 30.120,00 |
Existencias | 18.000,00 | 18.795,00 |
Clientes y deudores | 7.500,00 | 8.220,00 |
Inversión financiera a corto plazo | 1.500,00 | 1.590,00 |
Tesorería | 1.500,00 | 1.515,00 |
TOTAL ACTIVO | 150.000,00 | 152.385,00 |
| 20X1 | 20X2 |
PATRIMONIO NETO | 75.000,00 | 84.345,00 |
Capital social | 45.000,00 | 45.000,00 |
Reservas | 10.500,00 | 18.000,00 |
Pérdidas y ganancias | 19.500,00 | 21.345,00 |
PASIVO NO CORRIENTE | 22.500,00 | 23.505,00 |
Deudas a largo plazo | 22.500,00 | 23.505,00 |
PASIVO CORRIENTE | 52.500,00 | 44.535,00 |
Deudas a c. p. bancarias | 36.000,00 | 26.865,00 |
Acreedores de tráfico | 16.500,00 | 17.670,00 |
TOTAL | 150.000,00 | 152.385,00 |
CUENTA DE RESULTADOS | 20X1 | 20X2 |
Venta de mercaderías | 150.000,00 | 165.000,00 |
Consumo existencias | -69.200,00 | -65.800,00 |
Gastos de personal | -31.000,00 | -35.600,00 |
Suministros | -1.500,00 | -1.900,00 |
Amortizaciones | -12.000,00 | -14.830,00 |
Resultado de explotación | 36.300,00 | 46.870,00 |
Gastos financieros | -5.700,00 | -8.300,00 |
Ingresos financieros | 100,00 | 200,00 |
Resultado financiero | -5.600,00 | -8.100,00 |
BAII | 30.700,00 | 38.770,00 |
Impuesto de sociedades | -11.200,00 | -17.425,00 |
Resultado del ejercicio | 19.500,00 | 21.345,00 |
Otra información extraída de su Memoria y del mercado:
- — Se sabe que el Pay Out de la empresa para el ejercicio 20X1 ha siso un 40 % del resultado y en el dato 2 un 90 %.
- — El capital está compuesto por 1.000 acciones y su valor de mercado al cierre ha sido de 7 u.m para el primer período y 7,5 para el segundo.
- — El coste de su estructura financiera para ambos ejercicios se desglosa como sigue:
| 20X1 | 20X2 |
| | |
Coste de los recursos propios | 6 % | 10,50 % |
Coste de los recursos ajenos | 7,60 % | 12,20 % |
- — La tasa impositiva aplicable para esta empresa en la determinación del Impuesto sobre Sociedades es de un 30 %.
Trabajo a realizar:
- — Análisis de la política de financiación de la entidad.
- — Estudio de la capacidad de la empresa para atender sus deudas.
Solución:
Análisis de la política de financiación de la entidad
En primer lugar se hace una revisión de la composición de la estructura financiera. Se corresponde casi en su totalidad con la información contable, salvo por un aspecto, y es que la cuenta de patrimonio neto que representa el resultado del ejercicio debe, a efectos de análisis, desglosarse en función de su destino. Así la parte que se retiene en la empresa (beneficios retenidos) se considerará como recursos propios, y la porción correspondiente a lo que se va a distribuir entre los socios (Pay Out) como recursos ajenos (normalmente a corto plazo y además de carácter no comercial).
De forma gráfica, y después de este ajuste, el patrimonio de la entidad quedaría como sigue:
20X1 | | 20X2 |
RP 44,80 % | Externos 66,96 % | | RP 53, 94 % | Externos 54,74 % |
|
| Internos 45,26 % |
Internos 33,04 % | |
RA 55,20 % | RALP 27,17 % | |
| RA 46,05 % | RA LP 33,50 % |
RA CP 66,50 % Comerciales 27,36 % No comerciales 72,64 % | | RA CP 62,14 % Comerciales 37,68 % No comerciales 62,14 % |
Como puede observarse la composición no ha sufrido mucha variación de un ejercicio a otro. Como líneas generales puede destacarse que el uso de recursos propios y ajenos está bastante parejo. Dentro de los recursos propios tienen mayor peso los de origen externo y no tanto los generados por la empresa. A efectos de los recursos ajenos, son los de corto plazo los más empleados, y dentro de estos los de carácter no comercial.
Las cuantías necesarias para el cálculo de los diferentes ratios:
| 20X1 | 20X2 |
RP | 67.200,00 | 82.210,50 |
RA | 82.800,00 | 70.174,50 |
RALP | 22.500,00 | 23.505,00 |
RACP | 60.300,00 | 46.669,50 |
RACP comerciales | 16.500,00 | 17.670,00 |
RACP no comerciales | 43.800,00 | 28.999,50 |
TOTAL | 150.000,00 | 152.385,00 |
a) Ratio de endeudamiento
| 20X1 | 20X2 |
e | 1,23 | 0,85 |
e* = RA/RT | 0,55 | 0,46 |
Como puede observarse la política de la empresa en el ejercicio, primero se ha basado en una mayor utilización de recursos ajenos, mientras que en el ejercicio siguiente la proporción de financiación propia es mayor. Si bien, hay que destacar que no existe una gran diferencia entre ambos tipos, quedando su uso bastante igualado.
b) Calidad de la deuda
| 20X1 | 20X2 |
Calidad (RA/RT) | 72,83% | 66,50% |
En cuanto a la calidad de la deuda, y refiriéndonos al plazo, puede decirse que no es de buena calidad, pues la empresa tendrá que hacer frente en un corto plazo a gran parte de la financiación ajena que posee (casi un 73 % en el primer ejercicio y un 66,50 % en el segundo). Si bien, también hay que señalar que se ha mejorado de un período a otro.
Si se va más al detalle, se puede apuntar el hecho de que la mayoría de estas deudas son de carácter no comercial, lo cual repercutirá negativamente en cuanto al coste.
c) Coste de la estructura financiera
| 20X1 | 20X2 |
Coste de los recursos propios | 6 % | 10,50 % |
Coste de los recursos ajenos | 7,60 % | 12,20 % |
Coste de la estructura financiera | 5,62 % | 8,50 % |
GF/BAII | 15,70 % | 17,71 % |
GF/VTAS | 3,80 % | 5,03 % |
En relación a la importancia de los gastos financieros, puede afirmarse que no representan un gran peso sobre los ingresos por ventas, sin embargo, habría que comparar con el resto de gastos (en cuyo caso se seguiría manteniendo esta operación). Ahora bien, si se calcula el mismo ratio, pero utilizando en vez de las ventas el resultado de explotación, podrá observarse que el gasto por el uso de la financiación ajena absorbe casi un 16 % del beneficio, incrementándose casi dos puntos en el ejercicio 20X2, lo que representa un dato considerable.
La variación al alza del gasto financiero de un ejercicio a otro ha sido bastante significativa (casi un 50 %), no obstante, no está acompañada de un incremento similar de las fuentes financieras (que solo han aumentado un 1,59 %), lo cual es indicativo de un incremento del coste que habrá que analizar separadamente.
El coste de la estructura financiera indica en términos porcentuales lo que le cuestan por término medio a la empresa la totalidad de fondos financieros de los que dispone. El primer ejercicio el coste ha sido de un 5,62 %, incrementándose (acorde con las interpretaciones anteriores) en el segundo ejercicio hasta un 8,50 %. La financiación en términos generales más cara es la propia, medida por la rentabilidad exigida por los accionistas, que además se ha incrementado sensiblemente en el ejercicio 20X2 (de un 6 % a un 10,50 %).
Si se unen estos datos a la evolución de las fuentes financieras, la empresa no está aplicando una buena política de financiación, pues está utilizando más fondos propios que le representan mayor coste. En el ejercicio 20X2 la situación empeora, no solo porque el coste es mayor (tanto en general como por tipología de fuente financiera) sino también porque ha aumentado la proporción de uso de fondos propios (de todas formas, también hay que comentar que este aumento se debe fundamentalmente a un incremento de reservas).
Podría pensarse que el mayor coste se debe a un aumento de la cantidad de recursos financieros empleados, si bien, ya se ha visto que estos no han aumentado de forma significativa (1,59 %). Consecuentemente hay que analizar también el porqué del aumento del coste particular de cada recurso. En el caso del coste de los recursos propios, estudiar si se debe a que la empresa está actuando en su gestión de forma más arriesgada y por eso el accionista reclama más rentabilidad. En lo que se refiere al coste las deudas o recursos ajenos, si se debe a un empeoramiento de su solvencia o calidad crediticia, o si está motivado por el entorno económico.
Estudio de la capacidad de la empresa para atender sus deudas.
d) Coeficiente de garantía o ratio de firmeza o consistencia

Según los resultados obtenidos la empresa no ofrece garantías a los acreedores en el largo plazo en el primer ejercicio, pues la capacidad que tiene de pago de la deudas (y medida por el activo) es muy poco superior a estas. La situación mejora sensiblemente en el ejercicio 20X2 en el que si puede decirse que goza de cierta solvencia.
e) Índice de solvencia
Si se analiza la capacidad de pago, pero ahora en el corto plazo, y en base al índice de solvencia, se puede observar como la situación empeora considerablemente, no llegando ni siquiera a la unidad la relación entre el activo corriente y las deudas a corto plazo. Estos resultados llevan a afirmar que la entidad tiene serios problemas financieros a corto plazo, pues no va a disponer de fondos líquidos suficientes y en el tiempo requerido para atender a sus compromisos que vencen en este período (aunque convirtiera en liquidez todos sus activos corrientes no dispondría de una cuantía suficiente para atender sus deudas). Se trataría de una clara situación de suspensión de pagos (no obstante, no hay que olvidar que la entidad pueda recurrir a fuentes alternativas).

f) Z de Altman
La composición de este ratio sería la siguiente:
| 20X1 | 20X2 |
Z de Altman | 2,50 | 3,00 |
A | 0,07 | 0,07 |
B | 0,08 | 0,13 |
C | 0,24 | 0,31 |
D | 0,85 | 1,07 |
E | 1,00 | 1,08 |
Datos necesarios para su cálculo | | |
Activo total | 150.000,00 | 152.385,00 |
FRE (Fondo de Rotación) | 10.500,00 | 10.860,00 |
BR (Beneficios retenidos) | 11.700,00 | 19.210,50 |
VM (Valor de mercado) | 70.000,00 | 75.000,00 |
Ventas netas | 150.000 | 165.000 |
BAII (Beneficio de explotación) | 36.300 | 46.870 |
Su resultado nos indica que en ejercicio 20X2 la entidad es solvente, mientras que en el ejercicio 20X1, al caer el resultado en la denominada zona de ignorancia no es posible determinar con exactitud, si bien, y en relación con el resto del análisis se diría que no es solvente.
Recuerde que...
- • Se pueden utilizar diversos ratios para evaluar la política financiera de la empresa: Ratio de endeudamiento (mide la política de financiación que emplea la entidad). Ratio de Calidad de la deuda (las deudas de la empresa son de "mejor" o "peor" calidad en función de su plazo). Coste de la financiación (Interesa un estudio del coste detallado de cada fuente financiera en particular para poder así decidir si su política es correcta o no.
- • Para evaluar si la entidad es capaz de atender los compromisos derivados de sus deudas, pueden utilizarse los siguientes ratios: Coeficiente de garantía o Ratio de firmeza o consistencia. Índice de solvencia. Índice de morosidad. Ratio Z de Altman
- • El coeficiente de garantía o Ratio de firmeza o consistencia (ide la capacidad de atender las deudas a largo plazo). El Índice de solvencia (indica la capacidad que tiene la empresa de afrontar sus deudas en un corto plazo).
- • El Índice de morosidad (si la empresa tiene un alto índice de morosidad, esto repercutirá negativamente en sus obligaciones).
- • El Ratio Z de Altman (trata de un ratio dinámico, evalúa las características de la contrapartida frente al resto dando un veredicto de si la entidad es solvente o no).