En el mercado secundario de bonos, se dice que el precio de un bono es "sucio", cuando se incluye el valor del cupón corrido en el precio facilitado para la compraventa de dichos bonos, entendiendo por "cupón corrido", la parte de cupón del bono que media entre la fecha de pago del último cupón y el día en que se produce la transacción.
El precio sucio de un bono es su precio final, siendo el resultado de sumar al precio limpio (precio habitual de cotización en los mercados de bonos) el valor del cupón corrido. Por ejemplo, si un bono cotiza a un precio limpio del 96 %, y el cupón que paga es del 4 %, si hace seis meses que pagó el último cupón, el cupón corrido será del 2 %, y por tanto el precio final a pagar por el bono, será del 98 %.