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Tasa de paro no aceleradora de la inf...

Tasa de paro no aceleradora de la inflación (NAIRU)

Es la tasa de paro que hay que mantener en la economía como mínimo para que la inflación no se incremente.

Contrato de trabajo

Concepto

Es la tasa de paro que hay que mantener en la economía como mínimo para que la inflación no se incremente. Si la tasa de paro de la economía se reduce por debajo de este porcentaje, se estará produciendo en la economía una presión excesiva de la demanda agregada, y la tasa de crecimiento de los precios será cada vez mayor. Por tanto, dado que esto no puede producirse de forma permanente, es un concepto que sirve para medir el equilibrio a largo plazo en el mercado de trabajo, aun cuando a corto plazo la tasa de paro que registra la economía viene determinada fundamentalmente por la demanda agregada (las empresas contratan a los trabajadores necesarios para producir la cantidad de bienes que pueden vender). Habitualmente los economistas se refieren a esta tasa por sus siglas inglesas: NAIRU.

Aunque es un concepto teórico, similar al de tasa natural de desempleo propuesto por Milton Friedman, se diferencia en que éste coincide con el equilibrio a largo plazo de un mercado de trabajo competitivo, en el que las empresas maximizan sus beneficios y los trabajadores maximizan su utilidad. En cambio, la NAIRU se deriva del funcionamiento de un mercado de trabajo influido por factores institucionales que hacen que la competencia no sea perfecta, y es compatible con la existencia de desempleo involuntario.

Determinación del salario real y desempleo involuntario

Se denomina desempleo voluntario a la situación en la que se encuentran aquellas personas que, teniendo edad para trabajar, no tienen empleo ni tampoco buscan activamente uno, en las condiciones vigentes en el mercado de trabajo (salario, jornada laboral, etc.). Estas personas no se incluyen en la “oferta de trabajo”, son inactivos, por lo que en realidad tampoco se contabilizan como parados. Técnicamente, diríamos que la utilidad marginal del trabajo (derivada básicamente del salario que percibirían) no les compensa el coste marginal que supone desempeñar ese empleo.

Por el contrario, los miembros de la población activa que, buscando activamente un empleo con las condiciones vigentes en el mercado de trabajo, no lo tienen porque no hay vacantes suficientes, se encuentran en una situación de desempleo involuntario.

Finalmente, se llama desempleo friccional (o desempleo de búsqueda) a la situación transitoria en la que se encuentra un parado mientras recoge la información sobre las vacantes disponibles y busca el empleo que mejor se ajusta a sus características. Es inevitable que exista un determinado porcentaje de trabajadores en esta situación (los trabajadores y las vacantes son heterogéneos y recabar toda la información requiere invertir algún tiempo), por lo que se dice que la economía se encuentra en una situación de pleno empleo cuando no existe desempleo involuntario, aunque sí desempleo friccional.

El desempleo involuntario puede deberse a alguna de las tres causas siguientes: que el salario real de mercado sea excesivamente elevado en relación con la productividad marginal del trabajo; que no haya demanda agregada suficiente para vender la producción que generarían los trabajadores parados, o que éstos no tengan la cualificación adecuada (en este caso se habla de desempleo estructural).

Suponiendo, para simplificar, que los trabajadores tienen las cualificaciones necesarias y que a largo plazo el nivel de demanda agregada es el necesario (por ejemplo, porque las autoridades pueden manejarla a través de la política monetaria o la política fiscal) si el mercado de trabajo fuese perfectamente competitivo no existiría desempleo involuntario a largo plazo. En cambio, la existencia de características no competitivas en los mercados de trabajo reales, hace que no pueda alcanzarse una situación de pleno empleo sin tensiones inflacionistas. El porcentaje de paro que es necesario mantener es la NAIRU.

La Figura 1 ilustra cómo funcionaría un mercado perfectamente competitivo. La demanda de trabajo es igual a la productividad marginal del trabajo: las empresas contratan trabajadores hasta que el incremento de la producción que generan es igual al salario real que pagan. La oferta de trabajo se deriva de las preferencias de los trabajadores: conforme mayor sea el salario real, mayor es la probabilidad de que quieran aceptar un empleo. Si el salario real es elevado, hay un porcentaje de desempleo que incluye tanto paro voluntario (1) como involuntario (2). Pero si el mercado es competitivo, el salario real se modifica hasta alcanzar el valor de equilibrio: como hay exceso de oferta (paro) se reduce, y en el punto de equilibrio (ωe, Ne) sólo hay paro voluntario (3).

En las economías reales, sin embargo, sí hay paro involuntario. ¿Por qué no se ajusta el salario real a su nivel de equilibrio y se elimina? La respuesta es que el salario real no se determina como el precio en otros mercados de competencia perfecta. El salario nominal se fija tras un proceso de negociación entre empleadores y sindicatos. Los precios los fijan las empresas en el mercado de bienes. En estas condiciones, el nivel de empleo de equilibrio puede corresponderse con una situación de paro involuntario.

Salario real pretendido, salario real efectivo y NAIRU

Para comprender el valor de la NAIRU de cada economía puede ser útil el siguiente esquema:

- El salario nominal (W) se fija tras una negociación en la que los sindicatos cuentan con algún poder de mercado. En esta negociación, aunque se fija un salario nominal, en realidad se está pretendiendo obtener un salario real (ωp), dadas sus expectativas de precios (pe). El objetivo de los sindicatos es tratar de obtener el salario real más alto posible sin poner en peligro el empleo de sus miembros. Por tanto, el salario real pretendido será tanto mayor cuanto mayor sea el nivel de empleo (N), ya que, al haber menos parados, menor será el riesgo de que la empresa sustituya a sus empleados por otros trabajadores desempleados que aceptan salarios más bajos. Además, en caso de perder el empleo, será más fácil encontrar otro, por lo que se reduce el coste que se asigna al posible despido. Esta capacidad de negociación depende también de las instituciones del mercado de trabajo (z): por ejemplo, costes de despido elevados o una protección alta del desempleo aumentan el poder de negociación. Podemos representar estas ideas de la siguiente forma:

W = ωp x pe

ωp = ƒ (N, z)

- Una vez negociado el salario nominal, el salario real (ω) se determina cuando las empresas fijan sus precios. Las empresas determinan los precios fijando un margen (m) sobre los costes medios. Este margen es constante a corto plazo y depende del grado de competencia en el mercado de bienes. Los costes medios, por su parte, dependen positivamente del salario nominal y negativamente de la productividad media (A) que suponemos constante. Al fijar los precios, las empresas están determinando el salario real que finalmente perciben los trabajadores (sólo será igual al pretendido si se cumplen las expectativas de precios). Formalmente:

ω = W / P

P = (1+m) x (W/A)

ω = A / (1+m)

- La NAIRU es aquella tasa de paro para la que el salario real pretendido por los trabajadores (negociación salarial) es igual al salario real que se deriva de la fijación de precios por parte de las empresas. Formalmente sería aquel nivel de empleo que asegura que:

ƒ (N, z) = A / (1+m)

La Figura 2 recoge su determinación gráfica.

En primer lugar se representa la curva de oferta de trabajo, que -como en la Figura 1- recoge el salario real que como mínimo están dispuestos a aceptar los trabajadores.

La curva de salarios (WS) representa el salario real (pretendido) que se fija tras el proceso de negociación salarial. Esta curva es creciente (a mayor nivel de empleo, mayor fuerza de negociación sindical) y se sitúa por encima de la curva de oferta (el poder de negociación les permite a los trabajadores fijar un salario por encima del mínimo que cada trabajador individual estaría dispuesto a aceptar). La WS se desplaza si las características del mercado de trabajo (z) cambian.

Por último, la curva de fijación de precios (PS) recoge el valor del salario real que se deriva de la fijación de precios por parte de las empresas (después de haberse fijado el salario nominal). Es horizontal porque hemos supuesto que el margen de beneficios y la productividad media son constantes, pero podría ser decreciente si el margen de beneficios aumentase con la demanda o hubiese rendimientos decrecientes del trabajo. La PS se desplaza si las características del mercado de bienes (μ) cambian o se modifica la productividad (A).

El equilibrio en el mercado de trabajo se alcanza cuando el salario real pretendido por los trabajadores es compatible con el que se deriva de los precios fijados por las empresas. Este nivel de empleo de equilibrio (N) puede corresponderse con una situación de paro involuntario, por lo que no se corresponde necesariamente con el pleno empleo. En realidad, su valor depende de los determinantes de WS y PS, y principalmente de los factores institucionales del mercado de trabajo (z), el grado de competencia en el mercado de bienes y margen de beneficios (μ), y la productividad (A).

En el caso concreto que se ha representado en la Figura 2, la distancia entre la población mayor de 16 años y el empleo de equilibrio se divide un una parte de desempleo voluntario (1) y otra de desempleo involuntario (2).

La aceleración de la inflación

En la situación anterior hay paro involuntario. ¿Por qué no puede llevarse a cabo una política de demanda más expansiva, por ejemplo bajando los tipos de interés, y de esta forma lograr la contratación de estos trabajadores desempleados? Porque se aceleraría la inflación.

Supongamos, por ejemplo, que la inflación es del 2% y la economía está en N. Si el empleo crece hasta N1 (política expansiva) se refuerza el poder de negociación salarial. Para obtener un salario real mayor, los salarios nominales deben crecer más del 2%.

¿Que harán las empresas? Como no están dispuestas a aumentar el salario real (PS < WS), trasladan los mayores costes a mayores aumentos de precios (inflación). En el período siguiente, aumentaría la inflación esperada, produciéndose una espiral inflacionista, ya que los trabajadores pedirán aumentos salariales por encima del 2% inicial.

Recuerde que...

  • Se deriva del funcionamiento de un mercado de trabajo influido por factores institucionales que hacen que la competencia no sea perfecta.
  • Desempleo involuntario: cuando buscando activamente un empleo, no lo tienen porque no hay vacantes suficientes.

© LA LEY Soluciones Legales, S.A.

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