Concepto
El pleno empleo puede definirse como la situación del mercado de trabajo en la que oferta y demanda coinciden, de manera que todos aquellos agentes económicos que desean trabajar al precio de mercado (salario) encuentran un puesto de trabajo. El pleno empleo no supone la inexistencia de personas desempleadas; siempre existirá un pequeño nivel de desempleo derivado de las personas que están cambiando de puesto de trabajo (paro friccional), o del propio proceso de ajuste del mercado laboral (desempleo estructural). Es la denominada tasa natural de desempleo o NAIURU. En esta situación, aunque existe un cierto nivel de desempleo, se considera que el factor trabajo se encuentra plenamente ocupado.
El equilibrio en el mercado de trabajo
Los factores productivos, que emplean las empresas para producir bienes y servicios se intercambian en unos mercados específicos, denominados mercados de factores. El factor trabajo se intercambia en el denominado mercado de trabajo; allí concurren oferentes de trabajo, la mano de obra que desea emplearse, y demandantes de trabajo, es decir los empresarios que desean ocupar esa mano de obra para producir bienes y servicios. El mercado de trabajo, dadas las especiales características del factor que en él se intercambia, presenta una serie de peculiaridades. Comenzaremos explicando cómo se comporta la demanda de trabajo para a continuación determinar el funcionamiento de la oferta. En último lugar se explicará cómo se alcanza el equilibrio en el mercado de trabajo.
La demanda de trabajo
La principal característica de la demanda de trabajo es que, al igual que la del resto de factores productivos, es una demanda derivada, es decir, depende de la decisión del empresario de ofertar un bien en otro mercado. La decisión de emplear factores productivos depende de los productos que con ellos se vayan a producir e intercambiar en otro mercado. En cualquier caso el objetivo de la empresa siempre será el de maximizar sus beneficios, mediante la venta de los bienes y servicios que produce. Las empresas contratarán el número de trabajadores que permita igualar el salario con el valor del producto marginal del trabajo (lo que aumenta la cantidad producida por la empresa cuando se incorpora un nuevo trabajador a la misma, multiplicado por el precio al que se venden los bienes). Como la productividad marginal del trabajo es decreciente, a medida que vamos incorporando nuevos trabajadores aumenta la producción pero a un menor ritmo, la contratación de trabajadores adicionales para un salario determinado cada vez resulta menos rentable. Contratará hasta el punto en el que el valor del producto marginal del trabajo sea igual al salario. Por debajo de ese nivel el valor del producto marginal supera al salario, (por lo que un nuevo trabajador aumentaría los beneficios). Por encima ocurre todo lo contrario: trabajadores adicionales suponen disminuciones del beneficio. A medida que aumente el salario menor será la demanda de trabajo de una empresa competitiva, (y al contrario)
La oferta de trabajo
Constituida por la cantidad total de horas que desea trabajar parte de la población (la denominada población activa), depende de tres factores: del tamaño de la población, de la proporción de la misma que desea trabajar, y del número de horas trabajadas por cada individuo. Estos tres factores dependen, a su vez, de multitud de variables, muchas de ellas ajenos a la economía. Pero en términos generales y suponiendo que permanecen constantes, la oferta de trabajo depende del salario. Cuanto mayor sea el salario, una mayor proporción de la población deseará trabajar más horas. De ahí que se establezca que existe una relación positiva o creciente entre la oferta de trabajo y el nivel de salarios (o precio del factor trabajo).
El equilibrio en el mercado de trabajo
Al igual que en otros mercados el equilibrio se alcanza cuando oferta y demanda coinciden. Para el salario de equilibrio, determinado por la libre acción de la oferta y la demanda, la totalidad de trabajadores que desean trabajar a ese salario encuentran trabajo. En esta situación el salario es igual al valor de la productividad marginal del trabajo.

El equilibrio en el mercado de trabajo puede verse alterado, pero se vuelve a recuperar. Si por ejemplo el bien que produce la empresa se pusiera de moda y subiera su precio, el empresario estaría dispuesto a producir una mayor cantidad de dicho bien, por lo que necesitaría contratar trabajadores. La productividad marginal del trabajo seguiría siendo la misma, pero el valor de su productividad marginal sí que sería superior, pues el precio al que se venden los bienes ha aumentado. Ahora sí es rentable contratar más mano de obra, por lo que la curva de demanda se desplazaría hacia arriba, determinando una nueva situación de equilibrio, en la que se contratarían más trabajadores y su salario sería superior (pues el valor de su producto marginal también ha crecido).

Por tanto, en los mercados competitivos, oferta y demanda de trabajo determinan un salario de equilibrio para el cual se emplea toda la mano de obra que desea trabajar. Cualquier variación en la oferta y/o la demanda de trabajo alterará ese equilibrio, determinando un nuevo nivel en el que de nuevo se alcanzará el pleno empleo.
¿Existe el pleno empleo?
Como ya se ha comentado siempre existe un cierto nivel de desempleo. El pleno empleo tiene lugar cuando únicamente existe desempleo estructural y desempleo friccional. Es lo que se conoce con el nombre de tasa de desempleo de equilibrio o Nairu. Si existe otro tipo de desempleo, en ese caso, no podemos hablar de pleno empleo.
¿Por qué se considera que el factor trabajo está plenamente empleado aún existiendo personas paradas? Porque esas personas desempleadas lo están por dos motivos concretos, que en realidad derivan de la propia dinámica del mercado de trabajo:
Desempleo friccional
Aparece como consecuencia de la rotación normal del factor trabajo en ese mercado, porque siempre hay personas que dejan sus puestos de trabajo para buscar otros nuevos (porque por ejemplo no estén de acuerdo con sus condiciones laborales), y porque siempre hay individuos que se incorporan al mercado de trabajo o lo abandonan (por ejemplo los jóvenes en busca de su primer puesto de trabajo). Siempre hay personas que buscan trabajo y empresas que necesitan trabajadores. Por ejemplo las empresas nunca contratan al primer candidato, sino que prefieren escoger entre varias alternativas a aquel trabajador que consideran encaja mejor en el puesto de trabajo que necesitan cubrir. El desempleo por fricción sería resultado de ese proceso en el que oferentes y demandantes de empleo se ponen de acuerdo.
Desempleo estructural
En el mercado de trabajo el equilibrio no se alcanza de manera instantánea. Existe un proceso de ajuste. El desempleo estructural tiene lugar como consecuencia de la falta de ajuste entre la estructura de la demanda de trabajo y la estructura de la oferta en ese mercado, en términos de habilidades, ocupación, industrias y localización geográficas. Por ejemplo si en Madrid se automatiza una planta tecnológica y se despiden a varios trabajadores, y al mismo tiempo, en Ávila se necesitan empleados de banca, el ajuste no se produce de inmediato. Los trabajadores despedidos permanecerán desempleados hasta que se reconviertan y decidan marchar a Ávila a cubrir esas vacantes. El desempleo estructural será tanto mayor cuanto más aumente la velocidad a la que la estructura de la demanda de trabajo cambia y cuanto menor sea la velocidad a la que la oferta de trabajo (la mano de obra), se adapta a dichos cambios.
Por tanto, siempre existe una tasa natural de desempleo en la economía, que se considera compatible con una situación de pleno empleo. Dicha tasa puede variar ya que surge como consecuencia de las fricciones propias de la dinámica del mercado de trabajo así como de la intensidad del cambio estructural en la economía.
Recuerde que...
- • El pleno empleo no supone la inexistencia de personas desempleadas. Siempre existirá un pequeño nivel de desempleo derivado de las personas que están cambiando de puesto de trabajo o del propio proceso de ajuste del mercado laboral.
- • Cuanto mayor sea el salario, una mayor proporción de la población deseará trabajar más horas. De ahí que se establezca que existe una relación positiva o creciente entre la oferta de trabajo y el nivel de salarios.
- • El desempleo friccional aparece como consecuencia de la rotación normal del factor trabajo en ese mercado porque siempre hay personas que dejan sus puestos de trabajo para buscar otros nuevos y porque siempre hay individuos que se incorporan al mercado de trabajo o lo abandonan.
- • El desempleo estructural tiene lugar como consecuencia de la falta de ajuste entre la estructura de la demanda de trabajo y la estructura de la oferta en ese mercado, en términos de habilidades, ocupación, industrias y localización geográficas.
- • La oferta de trabajo depende de tres factores: el tamaño de la población, la proporción de la misma que desea trabajar y el número de horas trabajadas por cada individuo.