Razones por las que falla el mercado
Una de las razones por las que frecuentemente se dice que falla el mercado es porque alguno de los agentes tiene poder económico suficiente como para fijar los precios. No es, desde luego, la única razón, pues también aparecen los fallos ante información incompleta, externalidades y bienes públicos.
Existencia de poder de mercado
Sin embargo, claramente, cuando un productor tiene poder de mercado, es decir, es fijador de precio, tiende a igualar su curva de Ingresos Marginales con la curva de Costes Marginales, vendiendo menos y más caro que como lo haría un productor competitivo. Esta situación genera ineficiencia porque el precio utilizado por las empresas en sus decisiones de producción bajo estos supuestos no es el mismo precio que utilizan los consumidores en las suyas, generando distorsiones.
En general, la existencia de poder de mercado ocasiona, por tanto, problemas de eficiencia en la asignación de los recursos, tanto si nos referimos a la existencia de poder de mercado en el mercado de bienes como si este se produce en el mercado de factores.
El poder de mercado de un monopolista
Aunque el poder de mercado en sentido puro se da bajo el Monopolio o Monopsonio, es cierto que en algunos mercados algún gran consumidor de factores, por ejemplo, que sin embargo no es el único demandante en ese mercado, puede adquirir parte de sus suministros a un precio inferior al que lo haría en un mercado competitivo (es decir, ejerce en cierto grado un poder de mercado de un monopsonista) o bien un gran productor, por disponer de canales de distribución eficientes, por ejemplo, puede vender a un precio algo mayor, aunque no sea estrictamente un gran monopolista, (es decir, ejerce en cierto grado un poder de mercado de un monopolista).
Es importante señalar que muchos productores tienen un cierto grado de monopolio o poder sobre sus productos. Por ejemplo, Coca-Cola es la única autorizada a vender refrescos bajo ese nombre, la editorial que posee los derechos de autor de una cierta novela es la única que puede editarla y así sucesivamente.
Sin embargo, en ambos casos los productores saben que pueden fijar los precios de sus productos, pero solo hasta un cierto punto, pues por encima de un cierto precio, no hay demanda para los bienes que comercializan y no los venderían.
Es decir, que la capacidad para fijar precios no es ilimitada, sino que los productores deben conocer la curva de demanda de sus clientes y conocer sus propios costes antes de tomar la decisión de cuál es el número de unidades de producto que deban lanzar al mercado con el fin de igualar Img(x) = Cmg(x). El monopolista podrá, entonces, fijar el precio, pero la cantidad que va a vender efectivamente a ese precio depende de la curva de demanda del mercado. En suma, que el monopolista no fija simultáneamente el precio y la cantidad sino que, fijado el precio, el demandante le responderá cuál es la cantidad que va a vender.
Cuando un monopolista ejerce con dureza su poder de mercado por tratarse efectivamente del único productor de un bien necesario y sin sustitutivos cercanos, se ponen lentamente en marcha fuerzas en el mercado para aumentar la elasticidad de la demanda que atiende el monopolista. Esta elasticidad de la demanda puede aumentar si aparecen sustitutivos cercanos al bien, por ejemplo, aparecen empresas competidoras atraídas por los beneficios y la posición de dominio de la primera empresa. Pero es que, precisamente, para que exista un monopolio con su poder fijador de precios, deben existir barreras a la entrada de competidoras. Si estas barreras se debilitan aumentará la elasticidad de la demanda del bien comercializado y cuantos más sustitutivos aparezcan al bien, más elástica se hará la curva de demanda hasta alcanzar una elasticidad infinita, que es el caso de la curva de demanda competitiva, con agentes precio-aceptantes y nulo poder de mercado de la oferta. En este caso, si al productor original se le ocurre tratar de cobrar un precio mayor por el bien que lanza al mercado, las competidoras le arrebatarán su cuota de mercado y perderá rápidamente sus clientes.
¿Como medir el poder de mercado?
El poder de mercado se mide a través del índice de Lerner cuantitativamente y cualitativamente; depende del número de empresas que hay en un mercado, pues es en general más fácil que haya acuerdos sobre precios entre pocos interlocutores que entre muchos; de la relación existente entre las empresas, pues no es lo mismo un mercado marcado por la feroz competencia entre los oferentes que otro en el que ha existido tradicionalmente un entendimiento; y por último, de la elasticidad de la demanda del mercado, que depende a su vez de las elasticidades de demanda individuales de cada consumidor. Si la mayoría considera que el bien es necesario y con pocos sustitutivos, se tenderá a colocar el poder de mercado en manos de los productores, si la elasticidad tiende a ser grande, es decir, la demanda es generalmente bastante sensible al precio, el poder económico que de hecho tengan los productores será pequeño.
Recuerde que...
- • Una de las razones por las que frecuentemente se dice que falla el mercado es porque alguno de los agentes tiene poder económico suficiente como para fijar los precios.
- • El poder de mercado se mide a través del índice de Lerner cuantitativamente y cualitativamente; depende del número de empresas que hay en un mercado.
- • Es importante señalar que muchos productores tienen un cierto grado de monopolio o poder sobre sus productos.
- • Los productores saben que pueden fijar los precios de sus productos, pero solo hasta un cierto punto, pues por encima de un cierto precio, no hay demanda para los bienes que comercializan y no los venderían.
- • Cuando un productor tiene poder de mercado, es decir, es fijador de precio, tiende a igualar su curva de ingresos marginales con la curva de costes marginales, vendiendo menos y más caro que como lo haría un productor competitivo.