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Crisis cambiaria

Crisis cambiaria

Se produce cuando hay un movimiento especulativo contra una moneda que se traduce en una devaluación, u obliga a las autoridades monetarias a defender la moneda mediante la utilización de un gran volumen de reservas centrales o un fuerte aumento de los tipos de interés.

Contabilidad y finanzas

Concepto

Una crisis cambiaria se produce cuando hay un movimiento especulativo contra una moneda que se traduce en una devaluación (o fuerte depreciación), u obliga a las autoridades monetarias a defender la moneda mediante la utilización de un gran volumen de reservas centrales o un fuerte aumento de los tipos de interés.

Identificación

Una crisis cambiaria puede identificarse cuando se produce una sustancial devaluación (depreciación) nominal de una moneda. En la literatura al respecto se suele considerar un “desplome de la moneda” cuando se registra una depreciación nominal del 25 % o más en un año, junto con un aumento del 10 % en la tasa de depreciación con respecto al año anterior.

El anterior criterio excluye como crisis cambiaria aquellos casos en que aunque la moneda se ve afectada por severas presiones, las autoridades monetarias logran defender con éxito la cotización de su moneda, aunque sea a costa de una importante pérdida de reservas centrales y/o fuertes subidas de los tipos de interés.

Otro enfoque posible es construir un índice de presiones especulativas que tenga en cuenta no solo las variaciones del tipo de cambio, sino también las fluctuaciones en las reservas internacionales o los tipos de interés a través de las cuales se trata de moderar las presiones cambiarias. Por tanto, de acuerdo a este índice, las crisis cambiarias incluirían no solo aquellos episodios en los que la moneda se deprecia de forma significativa, sino también aquellos en los cuales la acción de las autoridades evitó una gran devaluación o el abandono de la paridad cambiaria.

Costes

Las crisis cambiarias, al igual que las crisis bancarias, pueden conducir a una asignación y a una subutilización de los recursos y, en consecuencia, a pérdidas de producción real. En algunos casos, sin embargo, las crisis pueden no conducir a una pérdida de producto, como cuando simplemente dan como resultado la necesaria corrección de un desajuste en el tipo de cambio.

El Fondo Monetario Internacional ha calculado que en el 40 % de las crisis cambiarias acaecidas desde 1975 no se estimaron pérdidas significativas de la producción. En el 60 % de las restantes, en las que sí hubo incidencia en el nivel de producción, se retornó a su nivel tendencial en algo más de un año y medio, y a la pérdida acumulada del crecimiento del producto, por la fuerza, de 4 puntos porcentuales en relación a la tendencia. En casos de crisis cambiarias severas, el tiempo de recuperación fue de algo más de dos años y la pérdida acumulada del crecimiento del producto ocasionada por la crisis se incrementó hasta los 8 puntos.

Orígenes

Con frecuencia los desequilibrios macroeconómicos han sido la base de las crisis de los mercados de divisas. La experiencia demuestra claramente que los déficits por cuenta corriente voluminosos e insostenibles pueden producir una repentina reversión de la afluencia de capitales y cambios bruscos en el tipo de cambio.

En muchas ocasiones, las crisis cambiarias han surgido cuando los grandes desequilibrios externos se han convertido en regímenes cambiarios inflexibles que han permitido una significativa sobrevaluación de la moneda nacional.

El contagio de las crisis cambiarias

Una notable característica de las crisis cambiarias, especialmente de las acaecidas en la década de 1990, es la medida en que la inestabilidad de los mercados de divisas se ha trasladado de un país a otro. Un movimiento especulativo contra una moneda se ha extendido o difundido por efecto de contagio a las monedas de otros países en los que aparentemente las variables macroeconómicas fundamentales son más sólidas.

Existen tres tipos de razones para explicar por qué las crisis cambiarias tienden a concentrarse en el tiempo:

  • 1. Las crisis cambiarias pueden tener una causa común, como por ejemplo, importantes cambios económicos en los países industrializados que originan crisis en los mercados emergentes. Pero si bien los acontecimientos externos pueden contribuir a que se produzca una crisis cambiaria, la vulnerabilidad de un país frente a una crisis depende de la situación económica y de las políticas internas.
  • 2. Las crisis que se producen en un país pueden afectar a las variables fundamentales de la economía de otro país, ya sea por los vínculos del comercio y los mercados de capital (por ejemplo, la devaluación en un país afecta negativamente la competitividad internacional de otros países) o por la interdependencia de las carteras de los acreedores (por ejemplo, la liquidez en un mercado obliga a los intermediarios financieros a liquidar activos en otros mercados).
  • 3. Las crisis que ocurren en un país pueden hacer que los acreedores reevalúen las variables fundamentales de otras economías, incluso si estas objetivamente no han cambiado, o los inducen a reducir el riesgo de sus carteras y optar por inversiones de mayor calidad (“flight to quality”). Es específicamente este efecto el que, a veces, se denomina contagio (o contagio “puro”); puede estar vinculado a un comportamiento de imitación de los inversionistas en un intento de participar de ganancias de los demás, impulsados por la asimetría de información o los incentivos a los que tienen acceso los administradores de fondos.

Indicadores de vulnerabilidad

Existe un número potencialmente grande de variables que pueden utilizarse como indicadores de vulnerabilidad ante crisis cambiarias. La selección de dichas variables está determinada en gran medida por la comprensión que se tenga de las causas y de los determinantes inmediatos de las crisis:

  • Si se considera que las crisis cambiarias se deben principalmente a problemas fiscales, variables tales como el déficit fiscal, el consumo público y el crecimiento del crédito del sistema bancario al sector público jugarán un papel preponderante en el conjunto de indicadores utilizados.
  • Si se percibe que el origen de las crisis cambiarias se encuentra en las deficiencias del sistema financiero, entonces podrían utilizarse como indicadores variables tales como el crecimiento del crédito al sector privado, las medidas de liberalización financiera, el nivel de endeudamiento a corto plazo del sistema bancario, la estructura de los tipos de interés, los cambios en las cotizaciones bursátiles, la calidad de los activos bancarios, medidos en función de los créditos de dudoso cobro, etc.
  • Si se considera que las crisis cambiarias son causadas en gran medida por problemas del sector externo, puede utilizarse el tipo de cambio real, el saldo en cuenta corriente, las variaciones en la relación real de intercambio, el diferencial entre los tipos de interés internos y externos, las variaciones en el nivel y la estructura del vencimiento de las entradas de capital extranjero y otras variables similares.
  • También se han empleado variables del sector real, como la tasa de crecimiento del PIB, la tasa de desempleo, así como variables relativas a factores institucionales y estructurales.

El comportamiento de las variables macroeconómicas en momentos de crisis cambiarias

Antes de una crisis cambiaria la economía del país suele estar recalentada: la inflación es relativamente elevada y la moneda nacional está sobrevaluada, lo que afecta negativamente al sector exportador. La política monetaria es marcadamente expansionista, el crédito interno crece vigorosamente, poniendo en peligro los objetivos cambiarios de los países con regímenes cambiarios fijos o inflexibles. La vulnerabilidad financiera de la economía se incrementa al crecer los pasivos del sistema bancario sin el respaldo de reservas extranjeras y caer el precio de los activos.

Recuerde que...

  • Las crisis pueden conducir a una asignación y a una subutilización de los recursos y, en consecuencia, a pérdidas de producción real.
  • Contagio de la crisis por: pueden tener una causa común, pueden afectar a las variables fundamentales de la economía de otro país y los acreedores reevalúen las variables fundamentales de otras economías.
  • Indicadores de vulnerabilidad: problemas fiscales, deficiencias del sistema financiero y problemas del sector externo.
  • Variables macroeconómicas: inflación elevada, moneda sobrevaluada, política monetaria expansionista, crece el crédito interno, crecen los pasivos del sistema bancario.

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