Concepto
Las fluctuaciones cíclicas son las variaciones que registra el PIB de una economía en torno a su tendencia normal a largo plazo, alternándose fases en las que la economía se sitúa por encima de esta tendencia y otras en las que se sitúa por debajo.
Junto a estas variaciones del PIB se producen cambios también en otras variables fundamentales de la economía (empleo, inflación, salarios reales, productividad, etc.) que se califican como procíclicas, acíclicas o contracíclicas según cuál sea su relación con los movimientos del PIB.
Las variables procíclicas son las que se mueven en el mismo sentido que el PIB a lo largo de un ciclo. Por ejemplo, el empleo es procíclico: cuando aumenta el nivel de producción las empresas necesitan contratar más trabajadores. Las variables contracíclicas lo hacen en sentido contrario: un ejemplo es el saldo de la balanza por cuenta corriente, que tiende a reducirse en las fases de mayor crecimiento. Por último, una variable que tiene un comportamiento más bien acíclico es el salario real.
Medida del signo y amplitud de las fluctuaciones
La forma habitual de medir las fluctuaciones cíclicas que experimenta una economía es calcular la brecha de la producción (output gap) que es la diferencia porcentual entre el PIB efectivo de la economía y su PIB potencial. Este último es aquel que puede alcanzarse como máximo sin generar desequilibrios macroeconómicos, y particularmente inflación.
Por ejemplo, en el Gráfico 1 se recoge el PIB a precios constantes de la media de la economía de la zona euro y su tendencia a largo plazo (extraída a través del Filtro Hodrick-Prescott, que es un procedimiento estadístico estándar utilizado frecuentemente para separar el componente cíclico y tendencial de una serie).
En el Gráfico 2, por su parte, se recoge el output gap resultante. Cuanto este es positivo, la economía se encuentra en una fase cíclica alcista, mientras que un output gap negativo indica una fase baja del ciclo: la economía no está produciendo todo lo que podría con los recursos productivos disponibles y el estado actual de la tecnología, se registra una tasa de desempleo por encima de lo normal.


La dificultad que plantea esta forma de medir las fluctuaciones cíclicas es que el PIB potencial no es una variable observable, y que pueden utilizarse distintos procedimientos alternativos para estimarlo. Los filtros estadísticos como el que se ha utilizado para construir estos gráficos son solo uno de estos procedimientos, pero podríamos utilizar otros (por ejemplo, una función de producción agregada) que nos llevarían a resultados algo diferentes. Por esta razón, los datos del output gap están sujetos a un cierto grado de incertidumbre y experimentan frecuentemente revisiones importantes, por lo que deben ser interpretados con cautela.
Una alternativa complementaria a la del output gap puede ser observar directamente las variaciones que se producen en la tasa de crecimiento a corto plazo de la economía, y distinguir entre aquellos períodos en los que la economía crece por encima de la media de un período o crece por debajo de esta media.

Disponer de una medida adecuada de las fluctuaciones cíclicas es importante, ya que las autoridades pueden aplicar medidas para tratar de neutralizarlas. Estas medidas se denominan políticas anticíclicas y son principalmente las variaciones del tipo de interés (se reduce cuando la economía está por debajo del potencial) y del déficit público (en este caso, el gobierno tendería a incrementar el déficit para impulsar la demanda agregada, y a reducirlo si la economía está en una fase expansiva). Lógicamente, para que estas medidas puedan tener éxito es imprescindible conocer a tiempo y con exactitud el tipo de fluctuación cíclica que se quiere corregir.
Recuerde que...
- • Las variables procíclicas se mueven en el mismo sentido que el PIB a lo largo de un ciclo y las contracíclicas lo hacen al revés.
- • La forma habitual de medir las fluctuaciones cíclicas que experimenta una economía es calcular la brecha de la producción y su PIB potencial.