Concepto
La flexibilidad productiva es uno de los objetivos prioritarios actuales de la dirección de operaciones, consecuencia de la necesidad de una rápida adaptación y respuesta a las nuevas exigencias requeridas, tanto por el entorno competitivo existente como por los consumidores.
El logro de una rápida adaptación y flexibilidad del sistema productivo puede realizarse de diferentes formas: con la introducción de modificaciones en los productos o servicios ofrecidos, con el lanzamiento de nuevos artículos, con el establecimiento de ofertas formadas por varios productos complementarios de la empresa, con la automatización de la fábrica, con la mejora de las tecnologías existentes, con la aparición de nuevos materiales, etc.
Hasta los años setenta los procesos productivos se basaban en las ideas del taylorismo y el fordismo, dando lugar a la producción en serie y en cadena. Estos sistemas buscaban economías de escalas que posibilitaban una reducción del coste medio del producto. Estas ideas eran válidas para el entono productivo de esa época, caracterizado por una mano de obra abundante y barata, que se limitaba a realizar las funciones que le eran encomendadas, y por una demanda homogénea y creciente, donde el cliente aceptaba plenamente el producto que se le ofrecía. A medida que estas premisas van desapareciendo empiezan a surgir problemas relacionados con el excedente de producción o la sobrecapacidad de las fábricas, generando ineficiencias y costes.
Para dar respuesta a estos problemas, surge una nueva filosofía competitiva por parte de las empresas japonesas, cuya premisa consiste en alcanzar una fabricación de alta calidad y de bajo coste, con una clara orientación al cliente, consiguiendo producir solo aquello que se va a vender, en el tiempo adecuado y sin errores ni excedentes.
Esto ha sido posible gracias a la producción flexible, que es un sistema que permite realizar modificaciones en los productos en el plan maestro, consiguiendo reducciones en los costes directos, así como incrementos de productividad.
Siguiendo a Bueno (2004), existen cuatro formas de entender la flexibilidad de la producción:
- — Flexibilidad del producto: consiguiendo una mayor variedad de productos, lo que es considerado por el cliente como una dimensión de la calidad.
- — Flexibilidad del volumen: aumentando o disminuyendo la velocidad de la producción, para lograr el volumen de fabricación que se requiere en cada momento.
- — Flexibilidad de las líneas o procesos de producción; estableciéndose una clara división del trabajo, gracias a la coordinación de los trabajadores y los equipos.
- — Flexibilidad mixta: incorporando mejoras tecnológicas a los sistemas productivos existentes, permitiendo la fabricación de nuevos productos.
Los sistemas flexibles de fabricación FMS
Los sistemas flexibles de fabricación (FMS: flexible manufacturing system) son procedimientos automáticos basados en el uso intensivo de las tecnologías de la información y ordenadores, consistentes en:
- — Utilización de máquinas polivalentes.
- — Automatización e integración de todas las actividades de la cadena de valor de la empresa.
- — Coordinación global de todas las operaciones a través de un sistema informático integrado.
Los sistemas FMS han podido implantarse en las grandes empresas industriales gracias a todos los avances que se han conseguido a partir de los años ochenta, con el desarrollo de máquinas-herramientas y los equipos y células de mecanización coordinados por microordenadores u ordenadores centrales.
Una consecuencia de estos sistemas flexibles ha sido el desarrollo de la filosofía japonesa Just in time (JIT) o “justo o casi a tiempo”, aplicado en la gestión de inventarios, cuyo objetivo es la compra o fabricación de materiales y/o productos en el volumen adecuado para poder hacer frente a la demanda existente, evitando despilfarros y excedentes.
Recuerde que...
- • La producción flexible permite realizar modificaciones en los productos en el plan maestro, consiguiendo reducciones en los costes directos e incrementos de productividad.
- • Existen cuatro formas de entender la flexibilidad de la producción: flexibilidad del producto, flexibilidad del volumen, flexibilidad de las líneas o procesos de producción y flexibilidad mixta.
- • Los sistemas flexibles de fabricación FMS: utilizan máquinas polivalentes, automatizan e integran todas las actividades de la cadena de valor de la empresa y coordinan globalmente todas las operaciones a través de un sistema informático integrado.