Concepto
Del latín oeconomia y este del griego oíкovoμíαμíα, admite varias definiciones. En un sentido amplio se refiere a la administración eficaz y razonable de los bienes. Economía es también el conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo (por ejemplo la economía española). La ciencia que se encarga del estudio de los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades materiales del hombre mediante el uso de recursos escasos, recibe igualmente la denominación de economía. Por último, el término economía puede referirse tanto a la buena distribución del tiempo y de otras cosas inmateriales, como a la reducción del gasto en un presupuesto.
Etimología del término
El término economía procede del griego y es el resultado de la unión de oikos y nemó. Los griegos denominaban oikos a la casa, en sentido patrimonial, incluyendo todo su contenido, y nemó a la acción de administrar. Por tanto, el término hace referencia a la administración de los bienes de una casa.
Los primeros economistas recibieron la denominación de ecónomos (procedente del griego oíкovoμoζ dio lugar al término latino oeconõmus), y eran los sacerdotes encargados de la administración de los bienes de una diócesis.
La economía como ciencia
Como ciencia, la economía pretende elaborar y enunciar leyes que expresen relaciones de comportamiento que tengan un carácter universal y homogéneo. La dificultad estriba en determinar el objeto de la ciencia económica, ya que como ciencia social, se ve afectada por el devenir histórico. De cualquier forma, se debe tener en cuenta que el objeto de análisis de la ciencia económica es el hombre, enfrentado a la problemática de la insuficiencia de recursos para atender todos los fines imaginables y teóricamente infinitos.
El estudio de la economía tradicionalmente se divide en dos grandes subcampos, la microeconomía y la macroeconomía. La primera se encarga del estudio de la forma en que los agentes económicos, hogares y empresas, toman decisiones e interactúan en los mercados. La macroeconomía, por su parte, centra su análisis en el comportamiento de la economía en sentido amplio, es decir, analiza las denominadas macromagnitudes, obtenidas de la agregación de variables individuales. Por ejemplo, la demanda y la oferta agregada se obtienen como la adición de la totalidad de ofertas y demandas de todos los mercados de un país o región.
De esta manera, la microeconomía estudiaría, por ejemplo, los efectos de establecer un precio máximo a la barra de pan, o cómo se comportan los mercados competitivos. La macroeconomía, sin embrago, centraría su análisis en los efectos de un aumento del gasto público sobre el conjunto de la economía, o en qué ocurrirá si dicho gasto se financia con una subida de impuestos o con la emisión de deuda pública.
Resulta obvio que ambos campos se encuentran estrechamente relacionados. Cualquier cambio de la economía nacional es resultado de cambios en las decisiones individuales de oferentes y demandantes, y, por tanto, tiene un sustento microeconómico.
La economía como ciencia contiene afirmaciones positivas, es decir, trata de explicar simplemente cómo funciona la economía. Sin embargo, en ocasiones se traspasa esa línea, y se pasa de la economía como ciencia a la política económica. Esto ocurre cuando se incorporan juicios de valor y se trata de establecer cómo debería ser la economía.
El concepto de una economía
Un conjunto de actividades productivas interrelacionadas constituye lo que denominamos una economía. Pueden ser actividades económicas de una región, la economía madrileña, de un país, la economía española, o de varios países, la economía de la zona euro.
Cualquiera de estas economías está formada, a su vez, por varios miles de mercados, desde el mercado de tulipanes, pasando por el mercado de automóviles, al mercado de servicios bancarios. Existen tantos mercados como bienes y servicios se intercambian en una economía.
Generalmente, estos mercados suelen clasificarse en dos categorías. Los mercados de bienes y servicios agrupan todos aquellos mercados donde se intercambian bienes y servicios. A ellos acuden agentes económicos, unos a comprar (hogares, empresas o el sector público), y otros a vender (generalmente empresas). La segunda categoría de mercados son los de factores, donde se intercambian todos aquellos bienes o servicios que a su vez se emplean para producir otros bienes o servicios. En este caso los vendedores son los propietarios de los factores de producción y los compradores empresas, que pueden ser tanto públicas como privadas. Dichas empresas producirán bienes y servicios con los factores obtenidos en los mercados de factores (bienes que a su vez serán intercambiados en los mercados correspondientes).
Todos estos miles de mercados individuales se encuentran simultáneamente separados e interrelacionados. Están separados porque cada mercado es distinto del otro. El mercado de sillones es completamente diferente del de ordenadores, porque en cada uno se intercambian diferentes productos. Además el mercado del calzado en España es completamente diferente al de China, ya que se encuentran separados geográficamente.
Además, como se ha señalado, todos los mercados se encuentran relacionados. A pesar de que en ellos se intercambien productos diferentes, todos ellos compiten por la renta de los consumidores. Para un determinado nivel de renta si el consumidor decide comprarse un sillón, no podrá adquirir un ordenador. Cuanto más se gaste en un mercado menos se gastará en el otro. Por otra parte, la separación geográfica de los mercados solo se verá afectada por los costes de transporte. Para el mismo tipo y calidad de zapatos, si el transporte es barato, puede que resulte más rentable comprarse un zapato fabricado en China (donde la mano de obra es muy barata y por lo tanto el precio del producto bajo), que en España. De hecho, cuando los costes de transporte son bajos en relación con los de producción se tienden a intercambiar en un mercado con carácter mundial.
Partiendo de esta interrelación de los mercados, el análisis del equilibrio general aborda el estudio del comportamiento de los mercados como un sistema en el cual ofertas y demandas dependen de todos los precios. De esta forma cualquier cosa que ocurra en un mercado afectará a la totalidad de mercados.
Sectores de una economía
Todos los mercados se pueden agrupar conceptualmente en grupos que reciben el nombre de sectores. Tradicionalmente, se han distinguido tres sectores en la economía en función de los tipos de producción, de qué tipo de agente produzca el bien y de si dichos productos se destinan o no al mercado.
- a) En función de los tipos de producción Desde este punto de vista se distinguen tres tipos de sectores. El primario, agrupará a todos los mercados donde se intercambian bienes que constituyen un primer paso en el proceso productivo, como por ejemplo materias primas o recursos naturales. El sector secundario o industrial abarcará la producción de bienes terminados (manufactura y construcción), y el terciario la producción de todos los servicios, como el transporte, las finanzas o el ocio.
- b) En función del agente que produce Se diferenciaría entre sector privado, si los productores son agentes privados, o público, si es el Gobierno o la autoridad quien produce esos bienes o servicios.
- c) Sectores de mercado y de fuera de mercado Los bienes y servicios pueden ser vendidos por los productores (a cambio de un precio determinado por el mercado), o simplemente darse por sus oferentes. Este segundo tipo de producción pertenece a la de fuera de mercado, y comprende actividades como la caridad.
Las relaciones entre las economías: economías abiertas y cerradas
En función de cómo sean las relaciones de una economía con el resto de economías se puede diferenciar entre economías cerradas y economías abiertas. Las primeras se caracterizan porque no se relacionan con ninguna otra. Buscan, por tanto, el autoabastecimiento, ya que, al no intercambiar bienes con otras economías, se ven obligadas a producir todo lo que necesitan. Reciben el nombre de autarquías. La primera etapa de la Dictadura Franquista recibe el nombre de período autárquico (1939-1959). Por motivos políticos España apenas se relacionó económicamente con otros países.
Generalmente sin embargo, cada economía se especializa en la producción de aquellos bienes que está mejor preparada para producir (teoría de la ventaja comparativa de David Ricardo). De esta manera vende en el mercado los bienes que ha producido y con ese dinero obtiene los productos que necesita. Las economías abiertas, por tanto, son más eficientes.
Los sistemas económicos
Por último, y en función del grado de centralización de las decisiones que se toman en la economía, puede diferenciarse entre economías de mercado y economías planificadas. En las primeras, la asignación de los recursos es resultado de la toma de decisiones independiente de miles de oferentes y demandantes. En las planificadas, sin embargo, es una autoridad central quien decide qué se debe producir, cómo y para quién. Estas últimas se suelen identificar con los países con regímenes comunistas. De esta forma se puede afirmar que China es una economía planificada y EEUU una economía de mercado.
En la actualidad salvo raras excepciones la mayor parte de las economías son mixtas, es decir, combinan la libre acción del mercado con la intervención del sector público. En función de qué predomine más, si el sector público o el privado, se tratará de economías más cercanas a la planificación o al mercado.
Recuerde que...
- • La economía se divide en dos grandes subcampos, la microeconomía y la macroeconomía.
- • Un conjunto de actividades productivas interrelacionadas constituye lo que denominamos una economía.
- • Sectores de una economía: en función de los tipos de producción, del agente que produce y de los sectores de mercado y fuera de mercado.
- • Según sean las relaciones de una economía con el resto de economías se puede diferenciar entre economías cerradas o abiertas.
- • Según el grado de centralización de las decisiones que se toman en la economía, existen economías de mercado o planificadas.