Definición
La devaluación competitiva es el intento de dos o más países de conseguir una mejora en su competitividad relativa frente al exterior mediante la devaluación de sus monedas. También se denomina guerra de divisas dado que el país en cuestión devalúa su moneda con el fin de alcanzar un tipo de cambio más competitivo.
La devaluación competitiva es un claro ejemplo de lo que habitualmente se denominan “políticas de arruinar al vecino”.
Resultados de las devaluaciones competitivas
Cuando se produce un proceso de devaluaciones competitivas, cada país obtiene tan solo una ventaja temporal por la devaluación que le permite mejorar la competitividad de las empresas nacionales. Sin embargo, este efecto positivo tan solo es temporal, hasta que el resto de países respondan con nuevas devaluaciones.
Evidentemente cuando se desencadena un proceso de devaluaciones competitivas, los países no obtienen beneficios permanentes en su competitividad.
Los efectos negativos de las devaluaciones son un claro ejemplo de cómo los países pueden salir perjudicados como resultado de decisiones políticas individuales, que solo buscan el propio interés y, como por el contrario, los países pueden alcanzar mejores resultados si actúan de forma cooperativa.
Además, con este tipo de medidas también se estaría empobreciendo al país que lo aplica dado que reduce el poder adquisitivo de la moneda nacional. Otro efecto negativo importante que se debería tener en cuenta es el aumento de la inflación que se podría generar al importar bienes o servicios necesarios para el país (que no se pudieran sustituir por los nacionales) a un mayor precio, debido a la devaluación, y ese incremento se trasladase a los precios internos.
La gran depresión: ejemplo de devaluaciones competitivas
La década de la Gran Depresión fue un período en el que los gobiernos trataron de eliminar su desempleo interno y su desequilibrio exterior mediante devaluaciones competitivas. Lógicamente el resultado de ello distó mucho de los objetivos perseguidos por cada país.
En la crisis financiera y económica internacional de 2008, que se desencadenó por la crisis de las “hipotecas subprime”, en agosto de 2007, los mandatarios internacionales reunidos en el G-20 pidieron a los distintos países que no iniciasen un proceso de devaluaciones competitivas con el fin de buscar salidas individuales a la crisis ya que, como se comprobó en la década de los treinta, para lo único que sirvió fue es para agudizar la crisis económica.
Recuerde que...
- • En un proceso de devaluaciones competitivas, los países no obtienen beneficios permanentes en su competitividad.
- • Los efectos negativos de las devaluaciones son un ejemplo de cómo los países pueden salir perjudicados como resultado de decisiones políticas individuales.