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Estrategia de política monetaria

Estrategia de política monetaria

Mecanismo utilizado por el banco central para decidir las variaciones del instrumento en función de la evolución de la economía.

Contabilidad y finanzas

Concepto

Se entiende por estrategia de política monetaria el mecanismo utilizado por el banco central para decidir las variaciones del instrumento en función de la evolución de la economía.

La estrategia tradicional en dos niveles y la estrategia directa

La política monetaria ha estado sujeta a un proceso de transformación que ha provocado un cambio importante en la perspectiva tradicionalmente aceptada respecto al contenido propio de la estrategia. En este sentido, muchos bancos centrales han pasado de utilizar una estrategia tradicional de dos niveles a otra más directa. A continuación se detallan las características de estas dos estrategias.

La estrategia tradicional en dos niveles

Lo esencial de esta estrategia es que para tomar las decisiones sobre el tipo de interés, el banco central no se fija directamente en la evolución de los objetivos finales, sino en un objetivo intermedio que se presupone que mantiene una relación estrecha, conocida y estable con estos objetivos finales.

Por tanto, las decisiones concretas sobre los cambios que deben producirse en cada momento en la política monetaria se dividen en dos etapas o niveles (Gráfico 1):

  • Para alcanzar los objetivos finales (por ejemplo, una determinada tasa de inflación) se controlan las variaciones de alguna variable monetaria que actúa como objetivo intermedio (por ejemplo, la cantidad de dinero).
  • Para controlar, a su vez, este objetivo intermedio, se utilizan los instrumentos básicos de política monetaria (por ejemplo, las operaciones de mercado abierto) y, si se considera necesario, una variable operativa.

La elección de las variables que van a utilizarse como variable operativa (primer nivel) y como objetivo intermedio (segundo nivel) de la política monetaria es fundamental para el correcto funcionamiento de la política monetaria. Debe basarse en los siguientes criterios:

  • Que el banco central tenga información adecuada y a tiempo sobre la evolución de estas variables, de forma que puedan ser utilizadas de hecho como un indicador de lo que ocurrirá con la inflación.
  • Que exista una relación estable entre la variable operativa y el objetivo intermedio, y entre este y los objetivos finales. Así, controlando las variables intermedias, el banco central podrá intervenir sobre el objetivo final.
  • Que pueda controlar la evolución de ambas variables manejando los instrumentos básicos de política monetaria, para asegurarse de que siguen la evolución compatible con el objetivo final.

La razón principal para utilizar una estrategia en dos niveles es la elevada incertidumbre existente acerca de la relación exacta entre los instrumentos básicos y los objetivos finales.

En ese contexto, lo que se busca es reducir el riesgo de error fraccionando el problema general en otros problemas parciales, para explotar mejor la información disponible. De esta forma, se trata de evitar que un error inicial en una de las fases (por ejemplo, la oferta monetaria crece más de lo esperado por un cambio en la política crediticia de los bancos) se amplifique en las siguientes fases del mecanismo de transmisión.

El problema principal de la estrategia puede ser, sin embargo, que la relación entre el objetivo intermedio y el objetivo final no sea estable en el tiempo. Por ejemplo, si la velocidad de circulación del dinero es variable y las autoridades no pueden preverla, el mismo crecimiento monetario podría dar lugar a distintas tasas de inflación. En este caso, sería preferible seguir directamente la evolución de la inflación.

La estrategia de seguimiento directo de la inflación

En esta estrategia no existe un objetivo intermedio, sino que las decisiones sobre el tipo de interés se adoptan comparando directamente la evolución esperada de la inflación con el valor que se ha fijado como meta.

Se define más concretamente por los siguientes principios básicos:

  • La estabilidad de precios es, de forma explícita, el objetivo prioritario, y en ocasiones único, de la política monetaria.
  • Se define y anuncia públicamente un objetivo concreto de inflación, que puede ser un intervalo más que una cifra. El banco central anuncia también el plazo en el que se alcanzará el objetivo.
  • Este horizonte suele ser a medio plazo, por ejemplo 2 años.
  • Al establecerse este horizonte temporal más amplio y no fijarse un objetivo intermedio, tiene lugar un cierto aumento en la discrecionalidad del banco central.

Entre las razones que justifican su adopción reciente por un número importante de bancos centrales, destacan la dificultad para controlar los agregados monetarios y la inestabilidad de su relación con los objetivos finales (innovación financiera, desregulación e integración de los mercados financieros, movilidad de capitales, etc.).

Un análisis más pormenorizado de sus elementos fundamentales, nos permite diferenciar los siguientes:

  • a) Definición y especificación del objetivo de inflación:

    Suele definirse en términos de la tasa de variación del índice de precios al consumo, ya que es la medida más conocida y utilizada y se publica con rapidez, por lo que se pueden transmitir fácilmente al público los resultados de la política monetaria.

    Las metas de inflación se definen normalmente en forma de bandas, ya que es difícil lograr una cifra exacta y esto podría dañar la credibilidad.

    Estas bandas se deben alcanzar a un plazo medio y también puede establecerse una senda temporal de aproximación al objetivo a partir de la situación inicial en la que se encuentre la economía.

    Las autoridades solo reaccionan a las desviaciones de la inflación que tienen un efecto permanente y no a las que tienen un carácter transitorio (precios de la energía, por ejemplo) salvo que puedan transmitirse a las expectativas (en este caso, dando lugar a aumentos salariales).

    Por tanto, el objetivo debe ser: claro (para facilitar la transparencia) factible (para que pueda creerse y constituir una buena guía para las expectativas), flexible (para acomodar los shocks transitorios) y verificable (para facilitar la rendición de cuentas del banco central).

  • b) Indicadores utilizados para prever la evolución de la inflación:

    Con el fin de anticipar correctamente la evolución de la inflación y tomar las decisiones adecuadas de política monetaria se utiliza un conjunto de indicadores. No existe un indicador que tenga un papel predominante (como era el dinero en la estrategia a dos niveles).

    Se agrupan en tres categorías principales:

    • Variables relativas a la coyuntura económica. Informan sobre la situación actual de la economía y su posible influencia en la inflación futura. Ejemplo: empleo, utilización de la capacidad productiva, política fiscal, etc.
    • Variables relacionadas con las expectativas de los agentes a diversos plazos. Incluye información sobre el sector real (por ejemplo, aumento salarial pactado en los convenios) o sobre el sector financiero (por ejemplo, diferencias entre los tipos a corto y largo plazo).
    • Variables relacionadas con la política monetaria a largo plazo. Por ejemplo, la evolución de los agregados monetarios está ligada con las presiones inflacionistas a más largo plazo.
  • c) Características institucionales:

    Como ya dijimos, esta estrategia supone un aumento de la discrecionalidad de las autoridades monetarias, por lo que es preciso definir algunos elementos que persiguen preservar la credibilidad de la política monetaria:

    • Disciplina derivada de un objetivo bien definido y un compromiso explícito con el mismo.
    • Transparencia, en el sentido de explicar claramente y de forma inmediata al público todas las decisiones adoptadas.
    • Rendición de cuentas por parte de las autoridades del banco central, por ejemplo mediante comparecencias frecuentes ante el Parlamento.

Una vez analizados los elementos fundamentales de esta estrategia, también resulta de interés mencionar las ventajas e inconvenientes de la estrategia. Así como ventajas se pueden señalar que: contribuye a estabilizar ("anclar") las expectativas de inflación; define claramente la responsabilidad del banco central ante la opinión pública ("lo que puede hacer": estabilidad de precios, y "lo que no puede": reducir el paro); y transmite de forma inequívoca la prioridad de la estabilidad de precios: al cuantificar el objetivo de inflación, la política monetaria es más transparente y evaluable; y todo lo anterior refuerza la credibilidad del banco central, reduciendo la ratio de sacrificio que hay que pagar para disminuir la inflación.

Como inconvenientes de la estrategia directa se pueden señalar que: la evolución de la inflación en un plazo determinado no solo depende del banco central. Por ejemplo, un shock de oferta no esperado puede elevar la inflación y afectar a la credibilidad del banco central; en la estrategia tradicional, las variables intermedias se justifican por los problemas de información e incertidumbre sobre los efectos del tipo de interés, mientras que la estrategia directa no aprovecha estas ventajas; aumenta la discrecionalidad al no haber indicadores intermedios; el abandono del dinero como objetivo intermedio se debió a las dificultades para controlarlo, pero no está claro que la inflación pueda controlarse mejor; y los bancos centrales también se preocupan de estabilizar la renta, y esta estrategia puede perjudicar este objetivo.

A pesar de que la estrategia directa, como acabamos de ver, también plantea inconvenientes, desde principios de los años 90, un grupo numeroso de bancos centrales han ido adoptando explícitamente esta estrategia (cuantifican el objetivo de inflación, que se convierte en el centro de su política; establecen el plazo para alcanzarlo y explican al público su política monetaria en función de la evolución de la inflación). Estos países son, entre otros, Nueva Zelanda, Canadá, Inglaterra, Suecia, Australia, Chile, Brasil, Israel, Korea, Méjico, Suráfrica, Filipinas, Tailandia, Chequia, Hungría, Polonia, Suiza y Perú.

La influencia de esta estrategia es, sin embargo, aún mayor, porque otros bancos centrales han adoptado implícitamente algunas de las características principales de la estrategia (el papel central del compromiso con la estabilidad de precios y la ausencia de objetivos intermedios), aunque no todas. Por ejemplo, la estrategia del BCE es muy similar, aunque plantea algunas diferencias.

Recuerde que...

  • La "estrategia tradicional en dos niveles" se basa en que para tomar las decisiones sobre el tipo de interés, el banco central no se fija directamente en la evolución de los objetivos finales, sino en un objetivo intermedio que se presupone que mantiene una relación estrecha, conocida y estable con estos objetivos finales.
  • La razón principal para utilizar una estrategia en dos niveles es la elevada incertidumbre existente acerca de la relación exacta entre los instrumentos básicos y los objetivos finales.
  • En la "estrategia de seguimiento directo de la inflación" no existe un objetivo intermedio, sino que las decisiones sobre el tipo de interés se adoptan comparando directamente la evolución esperada de la inflación con el valor que se ha fijado como meta.
  • Entre las razones que justifican su adopción destaca la dificultad para controlar los agregados monetarios y la inestabilidad de su relación con los objetivos finales (innovación financiera, desregulación e integración de los mercados financieros, movilidad de capitales, etc.).
  • Las ventajas de la "estrategia de seguimiento directo de la inflación" son: contribuye a estabilizar las expectativas de inflación, define claramente la responsabilidad del banco central ante la opinión pública y transmite de forma inequívoca la prioridad de la estabilidad de precios.

© LA LEY Soluciones Legales, S.A.

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