Definición
La especulación es el conjunto de actividades económicas cuyo objetivo es la obtención de un beneficio a partir de las variaciones esperadas de los precios de los bienes, activos o monedas.
En un mundo en el que la incertidumbre siempre suele estar presente, la mayor parte de las transacciones económicas podríamos catalogarlas como especulativas; sin embargo, el término especulación se aplica exclusivamente a aquellas transacciones económicas que se llevan a cabo con el fin de obtener unas ganancias de capital como consecuencia de la fluctuación esperada en el precio.
Especulación y riesgo
Los especuladores asumen la decisión de comprar o vender un bien, activo o moneda porque consideran que tienen mejor información y capacidad para prever la evolución futura de los precios que otros agentes que participan en el mercado, o porque su grado de aversión al riesgo es diferente al de otros participantes en el mercado, que quieren transferir su riesgo.
Los especuladores están asumiendo de forma deliberada un riesgo con la expectativa de obtener un beneficio. En este sentido la especulación debe distinguirse del arbitraje. El arbitraje supone comprar un bien, activo o moneda en un mercado en el que están baratos y simultáneamente venderlos en otro mercado en el que su precio es mayor. Por tanto, el arbitrajista no está asumiendo ningún riesgo derivado del incumplimiento de la evolución esperada del precio. El arbitrajista compra y vende en el mismo momento del tiempo y conoce todos los precios y, en consecuencia, no asume ningún riesgo. Sin embargo, las actividades del especulador, por otra parte, están necesariamente sujetas a riesgo. Más aún, el elemento de riesgo es el rasgo característico de la especulación.
El especulador tiene expectativas acerca de la evolución futura de los precios y está interesado en lograr una ganancia de capital comprando (vendiendo) cuando considera que el precio va a subir (bajar) en el futuro. Si el especulador acierta en sus expectativas, logrará un beneficio, si se equivoca sufrirá una pérdida.
La especulación se basa, por tanto, en la previsión y en la anticipación, de forma que, como hemos señalado anteriormente, el especulador también puede equivocarse si no prevé correctamente la evolución de los precios futuros, en cuyo caso tendrá que vender (comprar) barato (caro) algo que compró (vendió) caro (barato). El mercado especulativo, por tanto, premia a los buenos previsores y castiga a los malos.
Especulación al alza y a la baja
Analicemos dos ejemplos de especulación en el mercado de divisas.
Especulación al alza del euro
Supongamos que en el momento presente el tipo de cambio dólar/euro es de 1 euro = 1,3 dólares, pero nuestra expectativa es que dentro de seis meses el tipo de cambio que existirá en el mercado de divisas al contado es de 1 euro = 1,5 dólares.
Bajo la expectativa anterior, el especulador comprará hoy euros por los que pagará 1,3 dólares, con el objetivo de venderlos dentro de seis meses a un precio de 1,5 dólares por euro. En lenguaje técnico, el especulador al alza de euros toma una "posición larga en euros", es decir, sus activos en euros son mayores que sus pasivos en euros.
Si pasados los seis meses el tipo de cambio existente en el mercado de divisas al contado coincide con la expectativa que tenía el especulador obtendrá una ganancia, ya que compró los euros a un precio (1 euro = 1,3 dólares), inferior al que seis meses más tarde los vende (1 euro = 1,5 dólares). Sin embargo, el cumplimiento de esa expectativa no necesariamente tiene por qué cumplirse. Por ejemplo, si pasados los seis meses el euro se hubiera depreciado frente al dólar y cotizara a 1 euro = 1,2 dólares, el especulador habría sufrido una pérdida.
Especulación a la baja del euro
Supongamos que en el momento presente el tipo de cambio dólar/euro es de 1 euro = 1,3 dólares, pero nuestra expectativa es que dentro de seis meses el tipo de cambio que existirá en el mercado de divisas al contado es de 1 euro = 1,1 dólares.
Bajo la expectativa anterior, el especulador venderá hoy euros por los que cobrará 1,3 dólares, con el objetivo de comprarlos dentro de seis meses a un precio de 1,1 dólares por euro. En lenguaje técnico, el especulador a la baja de euros toma una "posición corta en euros", es decir, sus activos en euros son menores que sus pasivos en euros.
Si pasados los seis meses el tipo de cambio existente en el mercado de divisas al contado coincide con la expectativa que tenía el especulador obtendrá una ganancia, ya que vendió los euros a un precio (1 euro = 1,3 dólares), superior al que seis meses más tarde los compra (1 euro = 1,1 dólares). Sin embargo, el cumplimiento de esa expectativa no necesariamente tiene por qué cumplirse. Por ejemplo, si pasados los seis meses el euro se hubiera apreciado frente al dólar y cotizara a 1 euro = 1,5 dólares, el especulador habría sufrido una pérdida.
Los efectos de la especulación
Existe la controversia de si la especulación contribuye a estabilizar los precios o si, por el contrario, lo que hace es desestabilizar y amplificar las fluctuaciones de los precios.
La visión negativa de la especulación
Una preocupación respecto a la especulación es que pueda alimentar amplias fluctuaciones en los precios de los activos, mucho más allá de lo que pudiera estar justificado atendiendo a factores fundamentales.
En ocasiones, la compra especulativa de un producto puede provocar que los precios suban por encima de su "valor real", sencillamente porque esta compra está aumentando la demanda del bien de forma artificial. De igual forma, la venta especulativa puede provocar una caída de los precios artificialmente por debajo del "valor real".
En algunos casos, los aumentos del precio debido a la compra especulativa causan a su vez una mayor demanda con fines también especulativos: más gente comprará el bien o el activo esperando venderlo en poco tiempo y ganar dinero. Esto crea una burbuja especulativa en la que los precios subirán desproporcionadamente por encima del valor subyacente. Un período de compra especulativa creciente se ve frecuentemente acompañado por un período de venta especulativa en que los precios caen de forma drástica. En el momento en que el precio del bien o del activo ha tocado techo antes de caer estrepitosamente, se dice que la burbuja se ha reventado.
La visión positiva de la especulación
Frente a la visión negativa respecto a la especulación como consecuencia de sus posibles efectos desestabilizadores, también hay quienes sostienen que el especulador beneficia a la actividad económica, ya que ha de predecir cuáles serán las necesidades futuras de los consumidores y colocar sus capitales para satisfacer estas necesidades en el futuro. Si nadie especulase, habría mayores desajustes entre oferta y demanda, creándose escasez temporal de ciertos bienes y aumentos de precio.
En las economías de mercado, el sistema de precios es el medio de comunicación entre productores y consumidores. Cuando la demanda aumenta los precios suben, y si la demanda disminuye, los precios bajarán. Los especuladores, al anticiparse a las tendencias de demanda, contribuyen a informar a los productores sobre las necesidades futuras de producción.
Recuerde que...
- • El término especulación se aplica exclusivamente a aquellas transacciones económicas que se llevan a cabo con el fin de obtener unas ganancias de capital como consecuencia de la fluctuación esperada en el precio.
- • Los especuladores están asumiendo de forma deliberada un riesgo con la expectativa de obtener un beneficio.
- • Existe la controversia de si la especulación contribuye a estabilizar los precios o si, por el contrario, lo que hace es desestabilizar y amplificar las fluctuaciones de los precios.
- • La compra especulativa de un producto puede provocar que los precios suban por encima de su "valor real", sencillamente, porque esta compra está aumentando la demanda del bien de forma artificial. De igual forma, la venta especulativa puede provocar una caída de los precios artificialmente por debajo del "valor real".
- • Hay quienes sostienen que el especulador beneficia a la actividad económica, ya que ha de predecir cuáles serán las necesidades futuras de los consumidores y colocar sus capitales para satisfacer estas necesidades en el futuro.