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Estabilidad de precios

Estabilidad de precios

Falta de variaciones importantes en los precios de una economía. La estabilidad de precios constituye uno de los componentes básicos de la estabilidad económica de un país, en el sentido de que es el resultado de un comportamiento equilibrado en la economía.

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Concepto

Se entiende por estabilidad de precios la falta de variaciones importantes en los precios de una economía. El concepto que se contrapone a este es el de la inflación o deflación.

La estabilidad de precios constituye uno de los componentes básicos de la estabilidad económica de un país, en el sentido de que es el resultado de un comportamiento equilibrado en la economía.

Para definir si existe estabilidad de precios es necesario elegir un determinado indicador de precios y compararlo con su evolución en el pasado para ver si hay cambios importantes o no. Dicha medición tiene un carácter relativo, ya que dependerá del indicador elegido, del período que se tome como referencia y del país que se esté analizando.

La estabilidad de precios y los costes y beneficios de la inflación

El objetivo de estabilidad de precios no debe identificarse necesariamente con una inflación nula. Esto es así por varios motivos:

  • En primer lugar, los efectos negativos de la inflación son poco importantes cuando esta toma un valor reducido, aunque no sea nulo, y sobre todo cuando los agentes pueden anticiparla de forma más o menos completa y cuando no difiere en una medida importante de la inflación media de los competidores comerciales del país.
  • En segundo lugar, la reducción de la inflación puede significar costes importantes desde el punto de vista del empleo y de la producción, que no estarían justificados por la razón que acabamos de mencionar.
  • En tercer lugar, una tasa de inflación moderada permite resolver algunos problemas como el límite inferior del tipo de interés nominal o los ajustes en los precios relativos.
  • Por último, con un valor positivo de la inflación se reducen los riesgos de que aparezca deflación.

Por estos motivos, el objetivo de inflación se mueve en torno al 2 %-3 %. El BCE ha cuantificado, como otros bancos centrales, su objetivo de inflación: inferior, aunque próxima, al 2 %. La Reserva Federal define su objetivo como “una tasa de inflación suficientemente baja para no interferir en las decisiones de los agentes económicos”.

Estos son los valores de referencia de la tasa de inflación porque a pesar de que la inflación es un desequilibrio macroeconómico que altera los precios relativos y que tiene consecuencias negativas, también tiene aspectos positivos. A continuación analizamos los costes de la inflación y los beneficios de la inflación.

Entre los costes de la inflación se pueden señalar los siguientes:

  • Los "costes en suela de zapatos" vienen dados porque a largo plazo, un aumento de la tasa de inflación provoca una subida de los tipos de interés nominales y, por tanto, un aumento del coste de oportunidad de tener dinero. Como consecuencia se acude más a menudo al banco para reducir los saldos monetarios y a este acto se le denomina “costes en suela de zapatos”.
  • Distorsiones fiscales que se deben a la relación entre el sistema tributario y la inflación. Consideremos el ejemplo de un impuesto sobre las ganancias de capital. Estos impuestos normalmente se basan en la variación que experimenta el precio monetario del activo entre el momento en que se compró y el momento en que se vende. Este método implica que cuanta más alta es la tasa de inflación, más elevado es el impuesto. Por lo que, aunque no haya habido ninguna ganancia real, el impuesto puede ser alto. Este coste no lo es por sí mismo, sino que es el resultado de un sistema tributario mal diseñado. El Gobierno podría evitar este problema “indiciando” el precio de compra con respecto al nivel de precio de compra ajustado.
  • La ilusión monetaria supone la incapacidad de percibir que el valor de una unidad monetaria aumenta o disminuye con el paso del tiempo, comportando que se cometan errores al valorar los cambios nominales frente a los reales. El error se debe a que cuando una persona compara la renta que obtiene este año con la que obtuvo en el pasado, tiene que conocer la evolución de la inflación. Consecuentemente, cuando quiere comprar varios activos debe diferenciar entre el tipo de interés real y el nominal.
  • La variabilidad de la inflación es un coste que se deriva de que los aumentos de la inflación normalmente van acompañados de una inflación más variable. Ello significa que activos financieros, como por ejemplo los bonos, los cuales prometen pagar un tipo de interés nominal fijo en el futuro, se vuelven más arriesgados. Por ejemplo, ahorrar para una jubilación es peligroso si se compra bonos y la inflación es alta, porque puede que al final acabes en la máxima pobreza porque lo que recibas no valga nada. Esto se puede solucionar si los bonos se indician, es decir que se prometa un tipo de interés nominal ajustado a la inflación.

Una vez analizados los costes de la inflación, también hay que señalar que la inflación no es totalmente mala, sino que también tiene beneficios, entre los que cabe identificar tres:

  • El señoriaje: Son los ingresos derivados de la creación de dinero que obtiene el Estado. Cuando el Estado gasta más de lo que ingresa y tiene que hacer frente a sus gastos tiene la posibilidad de recurrir al señoriaje como alternativa a endeudarse con el público o a subir los impuestos. El proceso se basa en la emisión de bonos por parte del Gobierno y parte de ellos son comprados por el Banco Central a través del dinero que ha creado especialmente para adquirirlos. Sin embargo, este señoriaje es importante en países con hiperinflaciones, pero resulta irrelevante en los países de la OCDE cuyo debate se centra entre de 0 %-5 %.
  • La opción de los tipos de interés reales negativos: Una tasa de inflación positiva permite a las autoridades monetarias conseguir unos tipos de interés reales negativos, opción que puede ser útil cuando una economía se encuentra en fase recesiva. El tipo de interés nominal de un bono no puede ser negativo. Si lo fuera, su titular disfrutaría de un bienestar mayor teniendo dinero en lugar de bonos. Por lo tanto, el tipo de interés nominal más bajo posible es cero. Pero el tipo de interés real es igual al nominal menos la inflación esperada, de manera que si esta es positiva, el tipo de interés real puede ser negativo. Pero si esta es igual a cero, el valor más bajo que puede alcanzar el tipo de interés real es cero. Y si hay inflación esperada, el tipo real debe ser positivo. Esta es una de las implicaciones negativas de la deflación, dado que la deflación esperada limita el nivel mínimo que pueden alcanzar tipos de interés reales, reduciendo así el papel de la política monetaria.
  • Reconsideración de la ilusión monetaria: Existe un argumento razonable según el cual la ilusión monetaria justifica realmente que la tasa de inflación sea positiva. La causa es el constante proceso de cambio que caracteriza a las economías modernas y que según sus características implica que algunos trabajadores deban de aceptar a veces una reducción del salario real. La presencia de inflación permite de esta forma realizar estos ajustes a la baja en los salarios reales más fácilmente que en su ausencia.

En conclusión, la política monetaria implica adoptar dos decisiones importantes: elegir la tasa media de inflación y decidir en que medida hay que desviarse de esta media para reducir las fluctuaciones de la producción. Estas dos decisiones son complejas, dado que la tasa de inflación depende de los costes y de los beneficios de la inflación, y de las diferentes características de cada país.

Recuerde que...

  • El concepto que se contrapone ala estabilidad de precios es el de la inflación o deflación.
  • La política monetaria implica adoptar dos decisiones importantes: elegir la tasa media de inflación y decidir en que medida hay que desviarse de esta media para reducir las fluctuaciones de la producción.
  • La inflación no es totalmente mala, sino que también tiene beneficios, entre los que cabe identificar tres: el señoriaje, la opción de los tipos de interés reales negativos y la reconsideración de la ilusión monetaria.
  • El objetivo de estabilidad de precios no debe identificarse necesariamente con una inflación nula.

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