Concepto
Persona o grupo de personas que se ocupan de formular e implementar una estrategia, es decir, que toman decisiones estratégicas.
El estratega puede estar dotado de autoridad formal o no. Se puede tratar de un directivo de la alta dirección (director general o manager) o de la línea media (mando intermedio) o de un empresario, en cuyo caso está dotado de autoridad formal, reconocido por la empresa y reflejado en su estructura organizativa. Pero también puede ser una persona (un líder), que sin cargo formal en la empresa, asuma determinadas decisiones. Incluso hay empresarios o directivos que no son estrategas, porque no están capacitados para tomar decisiones estratégicas.
Kenichi Ohmae ha sido uno de los principales autores que han definido el concepto de estratega a través de su obra La mente del estratega, en la que analiza el éxito de la gestión de las empresas japonesas. Es presidente de las oficinas de McKinsey & Company en Japón.
Cualidades del estratega
Existe un debate permanente sobre si para tener éxito en el mundo de los negocios es necesario hacer un ejercicio de reflexión, análisis y planificación o si es suficiente con la improvisación. O lo que es lo mismo, si el estratega nace o se hace.
La mayoría de los autores señalan, como Todas estas cualidades o quizás algunas más, constituyen lo que se denomina el pensamiento estratégico, el cual obedece a un pensamiento crítico, reflexivo y de análisis permanente, que combina el método analítico y la flexibilidad mental. Pero el estratega también necesita tener una metodología, disciplina mental y capacidad de trabajo.
El análisis es el punto de partida del pensamiento estratégico y el estratega es un pensador flexible que identifica las distintas alternativas posibles y analiza sus ventajas e inconvenientes constantemente mediante un comportamiento proactivo. El estratega ha de aprender a crear oportunidades, transformar las amenazas en oportunidades y encontrar oportunidades en tiempos de crisis.
La creatividad
Una de las cualidades más importantes del estratega es la creatividad o inspiración creadora. Según Ohmae, la creatividad es la habilidad para combinar, sintetizar o reacomodar fenómenos que no tenían una relación previa, de manera que la mezcla resultante resulte ser más provechosa que cada uno de sus componentes. La creatividad no se enseña, pero sí se puede aprender a desarrollarla conscientemente cuando la persona cuenta con sensibilidad, voluntad y receptividad.
Tres son los elementos (las tres "R") clave para desarrollar la creatividad:
- a) Realidad: tener conciencia del contexto en el que se mueve y detectar con rapidez los posibles cambios que se puedan producir para adaptarse a ellos, incluso si es posible adelantarse.
- b) Receptividad: determinar el momento y la situación apropiada en la que se debe actuar o tomar una decisión. Conocer el grado de respuesta o receptividad del entorno frente a la decisión tomada.
- c) Recursos: conocer los recursos y capacidades que se poseen para ejecutar la decisión y valorar la posición de adquirir aquellos recursos que no se tienen pero que serían necesarios para implementar con éxito la estrategia.
Los tres elementos anteriores son necesarios, pero no suficientes, para conseguir el pensamiento creativo. Hace falta además, desarrollar tres condiciones:
- a) Una carga inicial: es la visión o fuerza interna que se tiene desde el principio y es el móvil esencial de la creatividad intuitiva.
- b) Una antena direccional: conocimientos necesarios para descubrir y seleccionar las ideas potencialmente viables.
- c) Tolerancia a la estática de la creatividad: capacidad para enfrentarse a las críticas y al riesgo asociados a cualquier decisión, es decir, para asumir que es posible fracasar o no alcanzar lo deseado.
La visión estratégica
Las armas del estratega son el pensamiento táctico, la consistencia y la coherencia. A partir de una determinada información, el estratega deberá crear un método que sirva para aclarar la confusión y producir ideas o innovaciones que mejoren la situación de la empresa en el mercado, mediante el cuestionamiento de los supuestos prevalecientes mediante una pregunta: "¿por qué?". De esta manera, se identifican las situaciones que impiden las mejoras fundamentales y se logran avances para alcanzar los objetivos.
El pensamiento estratégico debe estar respaldado por el uso diario de la imaginación y por un constante entrenamiento en los procesos lógicos del pensamiento. Los directivos y empresarios no deben utilizar el pensamiento estratégico para resolver problemas imprevistos, sino que deben desarrollar la costumbre de pensar estratégicamente, y hacerlo en forma natural.
El diseño de una estrategia es simplemente la lógica resultante de nuestro proceso de pensamiento habitual, es cuestión de filosofía a largo plazo y no de pensamiento oportuno a corto plazo. Para llegar a ser un estratega eficaz, es necesaria la constante práctica del pensamiento estratégico.
Según Ohmae, el arte del pensamiento estratégico se practica con mayor éxito cuando se tienen en mente los siguientes factores:
- a) Pensamiento flexible: el verdadero estratega intelectual puede responder con flexibilidad a los cambios que sufra la situación de la empresa; dicha flexibilidad aumenta las posibilidades de éxito.
- b) Peligros del perfeccionamiento: al competir por una parte del mercado, no tiene sentido tratar de elaborar la "estrategia perfecta"; bastará contar con una estrategia marginalmente superior para ganar a la competencia.
- c) Cuidar la perspectiva de los detalles: un directivo propenso a preocuparse demasiado por los detalles es incapaz de tomar una decisión que a primera vista parece tener un 90 % de probabilidad de ser la correcta. Para remediar este problema, primero debe hacer una lista de cada punto en los que tenga dudas, después debe estimar la probabilidad del resultado de cada uno de ellos, y finalmente evaluar el probable impacto sobre el resultado general si cada decisión tuviera un resultado negativo; si cada resultado negativo de cada duda sin aclarar no afecta significativamente el resultado global —como generalmente ocurre— el gerente puede y debe hacer a un lado sus dudas y proceder con audacia a tomar la decisión.
- d) Enfoque en los factores clave: en cualquier negocio, siempre hay unos pocos factores que son los que determinan el resultado, de manera que la empresa obtendrá el éxito si consigue controlar y aplicar dichos factores.
- e) Desafío de las restricciones: el pensador estratégico puede generar una conciencia de lo que podría ser un estado ideal de los negocios —aún cuando parezca inalcanzable— y de esta manera puede ver las limitaciones como obstáculos que sí pueden salvarse para llegar a la solución ideal. Cuando en una empresa se logra el reconocimiento común de la meta ideal, todas las personas involucradas pueden concentrarse conjuntamente en las formas de eliminar los obstáculos que impiden alcanzar la solución.
Manejar el cambio estratégico
Dado que los cambios en el entorno son constantes, para Ohmae, el pensador estratégico requiere tener sensibilidad, profundidad y una mente inquisitiva que no evite enfrentarse al "status quo". Además, necesita ser una persona equilibrada, que sea capaz de solucionar problemas integrales y no abocarse a una sola situación. Para sugerir nuevas ideas, el estratega cuenta con tres técnicas básicas que puede utilizar:
- a) Eliminar los cuellos de botella, es decir, hacer frente a los problemas que se presenten tratando de encontrarles una solución.
- b) Proponer nuevas combinaciones, preguntándose qué pasaría si se combinaran las líneas de producción existentes, lo cual generaría ideas nuevas que deberán analizarse para comprobar su potencial en el mercado y el grado real de factibilidad.
- c) Llevar al máximo los grados de libertad estratégica, con el objeto de lograr una diferenciación máximas con la competencia en la satisfacción de las necesidades de los consumidores.
Recuerde que...
- • Las principales cualidades de un estratega son: intuición, creatividad, imaginación, visión de futuro, visión de globalidad, inteligencia emocional, capacidad de decisión, capacidad para asumir un riesgo, etc.
- • Además, para conseguir el pensamiento creativo es necesario: una carga inicial, una antena direccional y tolerancia a la estática de la creatividad.
- • Para sugerir nuevas ideas, el estratega cuenta con Tres técnicas para crear nuevas iedeas: eliminar los cuellos de botella, proponer nuevas combinaciones y llevar al máximo los grados de libertad estratégica.
- • El arte del pensamiento estratégico se practica con mayor éxito teniendo en cuenta los siguientes factores: pensamiento flexible, peligros del perfeccionamiento, cuidar la perspectiva de los detalles, enfoque en los factores clave y desafío de las restricciones.