Un contrato forward-forward (plazo-plazo) es negociado y acordado entre dos partes, tomador y prestamista, en todos sus términos (divisa, importe, plazo y tipo de interés) en el momento actual, realizándose su constitución en el futuro en una fecha previamente estipulada. Es decir, se trata de un acuerdo por el que una de las partes se compromete a tomar o colocar un depósito a la otra en una fecha futura, con vencimiento una fecha aún más lejana, a un tipo de interés acordado en el momento de la contratación.
Por ejemplo, una institución puede cubrir el riesgo de intereses de la renovación de un depósito en el futuro con el que financia un crédito tomando un depósito forward-forward a un plazo, importe, etc., adecuados. En sentido contrario, un inversor puede garantizar el tipo de interés de la colocación de una punta de tesorería en el futuro, prestando un depósito forward-forward al plazo e importe deseados.
La fórmula para calcular el tipo implícito en un contrato forward-forward es:
siendo:
r1: tipo de interés del primer período.
r2: tipo de interés del segundo período.
n1: número de días del primer período.
n2: número de días del segundo período.