Concepto
Tipo de decisión o alternativa que trata de prever los cambios futuros en el entorno, en el medio social, en el medio tecnológico y en el marco legal, con la finalidad de permitir la mejor adaptación posible de una organización a dichos cambios, para un mejor aprovechamiento de las potencialidades de la organización.
Fases de la decisión
Las fases que incluyen el proceso de una decisión estratégica son las siguientes:
Análisis estratégico
Implica una definición de la misión y visión de la organización, así como la posterior definición de objetivos en el corto, medio y largo plazo, que permitan cumplir con la misión establecida para la organización.
La determinación de las “prioridades estratégicas” en función de los competidores a los que se enfrente la empresa, los clientes a los que dirigir el producto, y la etapa en la que se encuentre el producto en cuestión, dentro de su ciclo de vida, permitirá jerarquizar objetivos en la organización.
Supone además, la realización de un análisis tanto externo (es decir, del entorno, para identificar las oportunidades y amenazas que presenta la organización. Se distinguen dos tipos de entorno: entorno general, que son los factores que afectan a empresas que desarrollan su actividad dentro de una misma zona geográfica, y entorno específico, que son los factores que afectan a empresas que desarrollan su actividad dentro de un mismo sector industrial) como interno (para identificar las fortalezas y debilidades que presenta la organización).
Esta fase recoge la información necesaria para poder llevar a cabo las fases posteriores.
Planificación estratégica
Implica el planteamiento de alternativas, la evaluación y posterior selección de las mismas, que permitan la consecución de los objetivos fijados anteriormente.
Se trata de una fase en la que el estratega debe saber decidir y negociar de forma dinámica manejando la incertidumbre, la ambigüedad y las posibilidades de negociación.
Esta fase implicaría, por tanto, tener en cuenta que el objetivo básico será la consecución de una ventaja competitiva, es decir, tratar de conseguir una diferencia positiva, en la medida de lo posible, no imitable y mantenible con respecto a los demás competidores, abandonando la rigidez de los planes corporativos y siendo más flexibles, con el fin de adaptarse a entornos cada vez más difíciles, turbulentos y cambiantes.
Se distinguen tres niveles de planificación:
- - Planificación corporativa (Corporative Planning): se refiere a la forma en la que responder a tres interrogantes básicos: ¿Dónde invertir los recursos de la empresa? ¿Dónde obtener recursos adicionales? ¿Cómo asegurar la supervivencia, el crecimiento y la rentabilidad?
- - Planificación divisional (Business Planning): deriva de la anterior y consiste en determinar cómo lograr el éxito en cada uno de los sectores de actividad elegidos.
- - Planificación funcional (Functional Planning): concreta la idea genérica del plan de empresa en políticas, planes y programas concretos. Determina un presupuesto para la organización pasando por los diferentes niveles estratégicos de la empresa.
La planificación en la empresa deberá ser fruto de una negociación entre los tres niveles estratégicos, por eso, la planificación en los niveles inferiores es igual de importante que en los superiores.
Implementación estratégica
Consiste en ejecutar la alternativa seleccionada y evaluar de forma continua si dicha alternativa cumple los objetivos planteados.
La implementación de la estrategia tiene diferentes grados de dificultad según las características de la misma, pero sobre todo, en función del tamaño y complejidad de la organización en la cual se quiere aplicar. Lógicamente las empresas de mayor tamaño presentarán más dificultades a la hora de poder aplicar una estrategia que las pequeñas o medianas.
Si se quiere conseguir el éxito en la implementación de una estrategia, la alta dirección debe comunicarse claramente con todos los empleados acerca de las decisiones estratégicas y conseguir una receptividad al cambio. Esto supone describir las implicaciones de las estrategias y de las decisiones estratégicas y justificar los cambios. Por tanto, la dirección deberá conseguir que expertos, gestores y empleados participen tanto en la formulación y creación de las estrategias como en su posterior implementación.
La implantación estratégica supone un cambio en la organización y, por tanto, se debe: tener una visión clara y común de qué es lo que se espera que la empresa consiga con el cambio; tener claros los objetivos, las finalidades y los cometidos de los cambios y hacer reuniones para explicar la visión del plan detallado del cambio; apoyar las acciones mediante soporte a través de la formación para el cambio; planificar y dirigir las acciones necesarias para implantar la estrategia; establecer presupuestos y formas de medida de los progresos conseguidos al controlar a través de sistemas específicos para ello y reconocer quién hace posible el éxito de la implantación observando y agradeciendo su trabajo.
Recuerde que...
- • Las fases en el proceso de una decisión estratégica son: ánálisis estratégico, planificación estratégica e implementación estratégica.
- • Se distinguen tres niveles de planificación: planificación corporativa, planificación divisional y planificación funcional.
- • La planificación en la empresa deberá ser fruto de una negociación entre los tres niveles estratégicos; por eso, la planificación en los niveles inferiores es igual de importante que en los superiores.
- • Si se quiere conseguir el éxito en la implementación de una estrategia, la alta dirección debe comunicarse claramente con todos los empleados acerca de las decisiones estratégicas y conseguir una receptividad al cambio.
- • Las empresas de mayor tamaño presentarán más dificultades a la hora de poder aplicar una estrategia que las pequeñas o medianas.