Concepto
En principio, una economía se encuentra en situación de equilibrio cuando las principales variables macroeconómicas tienden a mantenerse estables en el tiempo si no se producen shocks externos. Sin embargo, las condiciones que debe cumplir este equilibrio difieren en función del plazo en el que estemos analizando la economía.
Equilibrio a corto plazo
En cualquier economía, la producción, la renta y el gasto agregado coinciden. Sin embargo, esto no puede ser la condición de equilibrio, ya que se trata de una identidad. Para que se pueda decir que la economía ha alcanzado el equilibrio la condición que se requiere es que la producción y la renta sean iguales al gasto planeado. La diferencia entre el gasto planeado y el gasto efectivo es la inversión no planeada en existencias, que forma parte también de la demanda agregada. Por tanto, otra forma de definir el equilibrio es que la inversión no planeada en existencias es igual a cero.
Si, por ejemplo, el gasto agregado planeado fuera inferior a la producción que están llevando a cabo las empresas, estas verían cómo se incrementan sus existencias por encima de lo que habían previsto. Como esta acumulación de existencias se computa dentro del gasto total, se cumpliría que el PIB es igual a la demanda, pero el nivel de producción no sería de equilibrio. De hecho, en los siguientes períodos las empresas ajustarían a la baja su producción para dar salida al incremento no deseado de existencias. El equilibrio se alcanzaría cuando la producción acabase situándose en un nivel igual al gasto planeado.
Este ejemplo ilustra una característica importante del equilibrio macroeconómico a corto plazo, y es que el nivel de producción está determinado por el lado de la demanda, como señaló J.M. Keynes con la publicación de la Teoría General en 1936. Otra característica del equilibrio a corto plazo, que es también una de las principales ideas del pensamiento keynesiano, es que es compatible con situaciones de desempleo. Si la demanda agregada se sitúa por alguna razón por debajo del nivel de pleno empleo, las empresas no contratarán a los trabajadores sobrantes, sencillamente porque no podrían vender la producción que estos trabajadores contribuirían a generar.
Equilibrio a medio plazo
Esta situación no puede mantenerse a medio plazo, ya que la situación de desempleo acabaría provocando con el tiempo una bajada de los salarios y los precios, o al menos una moderación de su tasa de crecimiento en relación con la productividad. Y la menor tasa de inflación daría lugar a un incremento de la renta hasta el nivel que se denomina “renta potencial”. Esta renta se define como aquella que es compatible, dados los recursos disponibles, la tecnología y el funcionamiento de los mercados, con una tasa de inflación constante. Es la renta de equilibrio a medio plazo.
La tendencia de la economía hacia este nivel de renta podría producirse mediante dos vías posibles. Una de ellas tendría lugar si el Banco Central adopta una política pasiva, por ejemplo manteniendo constante el crecimiento de la oferta monetaria. La moderación de la tasa de inflación acabaría dando lugar a un crecimiento mayor de la oferta monetaria en términos reales, una bajada del tipo de interés real y un aumento de la demanda agregada. Sin embargo, es más realista considerar que, en la actualidad, los bancos centrales desarrollan una política monetaria más activa, y que la reducción de la inflación les llevaría a adoptar medidas para bajar el tipo de interés y estimular la demanda hasta el límite que les permita la estabilidad de la inflación. Es decir, hasta la renta potencial. Por supuesto, si la renta se situase por encima de este nivel de equilibrio a medio plazo, la inflación se aceleraría y los Bancos centrales subirían el tipo de interés para reducir la renta.
Podemos comparar las características de este equilibrio a medio plazo con las del equilibrio a corto plazo de la sección anterior. A corto plazo, la producción de equilibrio está determinada por la demanda, pero a medio plazo son las condiciones de oferta las que se imponen. Efectivamente, los únicos factores que hemos mencionado para definir la renta potencial son factores de oferta, y hemos mostrado también un mecanismo que ajusta a medio plazo el nivel de demanda agregada a este nivel de renta de equilibrio. Por otro lado, el equilibrio a corto plazo es compatible con cualquier tasa de desempleo, mientras que a medio plazo la tasa de paro será aquella que es compatible con la estabilidad de la inflación, que suele denominarse tasa natural o, simplemente, NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment, en sus siglas inglesas). Pero esta tasa no tiene por qué ser reducida en todas las economías.
Equilibrio a largo plazo
En la descripción del equilibrio a medio plazo se ha mencionado el nivel de renta potencial como si se tratara de una constante. Sin embargo, la evidencia empírica muestra que, en realidad, el PIB crece a una tasa determinada a lo largo del tiempo. Esta tasa de crecimiento de la economía a largo plazo se analiza a través de la teoría del crecimiento, y la conclusión principal es que las economías crecen a este plazo en función de dos factores principales: la acumulación de factores (capital y trabajo) y el progreso técnico. La teoría del crecimiento muestra también que las economías tienden hacia un estado estacionario, que es aquel que se alcanza cuando la economía está creciendo a una tasa constante a largo plazo. Esta tasa de crecimiento será igual a la suma de las tasas de crecimiento de la población y del ritmo de progreso técnico.
Es importante señalar que esta diferenciación que hemos establecido entre el corto, medio y largo plazo no se observa de forma tan radical en las economías reales. Lo que se observa en realidad es un ritmo de expansión a largo plazo (el crecimiento potencial, determinado por factores de oferta) alrededor del cual se producen fluctuaciones a corto plazo determinadas por las variaciones de la demanda agregada.
Desequilibrios: exceso de oferta o exceso de demanda
Tanto a nivel macroeconómico como a nivel de un mercado individual pueden presentarse situaciones en las que se esté produciendo un exceso de oferta o un exceso de demanda.
En los mercados individuales, esto se resolverá mediante una variación en el precio del mercado. En condiciones normales, los precios deberán reducirse si hay exceso de oferta, y esto incentivará que los consumidores aumenten la demanda de este tipo de bien, reduciendo la de otros bienes sustitutivos. A la vez, la bajada en los precios disminuirá la cantidad óptima que desean producir las empresas, cerrándose la brecha. Por supuesto, ocurrirá lo contrario si la situación es de exceso de demanda.
Desde el punto de vista macroeconómico, las expresiones exceso de oferta o exceso de demanda pueden interpretarse de distintas formas, según cual sea el contexto.
Por ejemplo, de acuerdo con nuestra definición de equilibrio macroeconómico a corto plazo, una situación de exceso de oferta sería aquella en la que las empresas están produciendo una cantidad mayor que la que se demanda en el conjunto de la economía, por lo que se estará produciendo una acumulación no planeada de existencias, hasta que la empresa ajuste su nivel de producción a la demanda. En los casos de exceso de demanda, las empresas verían cómo se reduce su stock de existencias por debajo del nivel planeado, y esto será una señal para que incrementen la producción.
Fijándonos ahora en el medio plazo, se registraría una situación de exceso de demanda cuando la producción se sitúa por encima del nivel potencial, aunque no esté teniendo lugar la reducción no planeada de existencias a la que antes nos referíamos. En este caso, el ajuste tendría lugar a través del aumento de la tasa de inflación que estaría generándose. Al contrario, las situaciones de exceso de oferta supondrían que no se está alcanzando toda la producción potencial, o lo que es lo mismo, no se están utilizando los recursos disponibles al nivel compatible con la estabilidad de la inflación, sino por debajo. Hay recursos productivos sin utilizar que podrían ser empleados en generar más producción sin provocar desequilibrios macroeconómicos.
Recuerde que...
- • Para que se pueda decir que la economía ha alcanzado el equilibrio, la condición que se requiere es que la producción y la renta sean iguales al gasto planeado.
- • El equilibrio a corto plazo es que es compatible con situaciones de desempleo, mientras que a medio plazo la tasa de paro será aquella que es compatible con la estabilidad de la inflación, que suele denominarse tasa natural.
- • A corto plazo, la producción de equilibrio está determinada por la demanda, pero a medio plazo son las condiciones de oferta las que se imponen.
- • Las economías crecen a largo plazo en función de dos factores principales: la acumulación de factores (capital y trabajo) y el progreso técnico.
- • Desde el punto de vista macroeconómico, las expresiones exceso de oferta o exceso de demanda pueden interpretarse de distintas formas, según cual sea el contexto.