Concepto
La externalización de actividades se inscribe dentro de las relaciones hacer o comprar (make or buy) que las empresas adoptan para conseguir una gestión más eficiente, reduciendo o minimizando costes. La contribución clásica a este respecto es la de Ronald H. Coase, de 1937, The nature of the firm, a la que han seguido, desde 1971, múltiples artículos de Oliver E. Williamson cuya síntesis más conspicua corresponde a su obra The economic institutions of capitalism (1985).
Lógica económica y organizativa de la externalización
En términos de Coase, una empresa llevará a cabo la externalización de actividades cuando los costes (directos e indirectos) de administrar su producción sean superiores al precio que debe pagar al proveedor, más los costes de utilización del mercado (costes de marketing o costes de transacción, según Coase). Cuando esta situación se da en un componente de un producto, la decisión eficiente será externalizar al mercado (al proveedor) la producción de este componente.
Para Coase los costes de transacción son costes de información, negociación y garantía, siempre presentes en el mercado —especialmente el primero— en mayor o menor medida, subrayando este autor que la conveniencia de externalizar o internalizar una actividad depende de la expansión de las actividades de la empresa cliente. La mayor expansión llevará, antes o después, a una menor eficiencia, aumentando la conveniencia de externalizar. De este modo producción y transacción en Coase son los dos elementos que, en pie de igualdad, explican la conveniencia de externalizar (o internalizar).
Para Williamson (1985), que reconoce en Coase a un precursor fundamental, el planteamiento es, sin embargo, distinto. Al igual que en Coase, la comparación de los costes directos e indirectos de administrar la producción con el precio del proveedor más los costes de transacción, decide la conveniencia de externalizar (o internalizar), pero aquí es la variación en los costes de transacción lo que desempeña el papel decisivo. Si las inversiones son específicas (para pocos clientes o para un solo cliente, y con altos costes de adaptación a un uso más general), la relación proveedores-clientes, correspondiente a pequeños números, permitirá estrategias particulares que encarecen los costes de establecimiento del acuerdo, redacción del contrato, vigilancia de su cumplimiento y adaptación a las circunstancias no previstas (costes de información, negociación y garantía). Si el carácter específico de la inversión es poco relevante, entonces la relación competitiva entre muchos proveedores y muchos clientes disciplinan los comportamientos, elimina las estrategias particulares y reduce los costes de transacción haciendo conveniente la externalización de actividades.
Esta es la teoría básica que subyace a las decisiones de externalización de actividades o de outsourcing que, a efectos prácticos, independientemente de las diferencias entre Coase y Williamson, consiste en adoptar la decisión más eficiente al comparar los costes propios de administrar la producción con el precio del proveedor más los costes de mercado.
Aportaciones recientes, no obstante, enriquecen la teoría básica y sugieren una interpretación más compleja (Madhok, 1996, 2002; Jacobides y Winter, 2005). Lo sustancial de esta propuesta, proveniente de la teoría de recursos y capacidades, es que el estado de las capacidades en las diferentes empresas (su diferente grado de desarrollo y su heterogeneidad) condiciona la conveniencia o la necesidad de establecer acuerdos y de externalizar actividades (Jacobides y Winter, 2005), de modo que los diferentes costes de transacción, y consiguientemente la conveniencia de externalizar, depende en última instancia de las condiciones relativas de la producción (o de las capacidades). O, en un sentido distinto, en la medida en que las actividades están fuertemente incrustadas en el know how de la empresa y se benefician de ello, se hace conveniente su no externalización (Madhok, 1996, 2002), siendo aquí nuevamente la producción o las capacidades quienes deciden sobre la conveniencia o no de externalizar, influyendo con ello nuevamente en los costes de transacción.
Recuerde que...
- • Una empresa lleva a cabo la externalización de actividades cuando los costes (directos e indirectos) de administrar su producción son superiores al precio que debe pagar al proveedor, más los costes de utilización del mercado (costes de transacción).
- • El estado de las capacidades en las diferentes empresas condiciona la conveniencia o la necesidad de establecer acuerdos y de externalizar actividades.
- • En la medida en que las actividades están fuertemente incrustadas en el know how de la empresa y se benefician de ello, se hace conveniente su no externalización.
- • La mayor expansión llevará, antes o después, a una menor eficiencia, aumentando la conveniencia de externalizar.