Concepto
La economía del bien común (EBC) (en el original, en alemán, Gemeinwohl-Ökonomie) es una propuesta de proyecto económico y social promovida por el economista austríaco Christian Felber basada en un sistema alternativo al capitalismo y al socialismo que consiste en plantear un modelo de empresa sostenible y social sustentado en la participación y la cooperación frente a la competencia y el lucro personal.
El proyecto nace el 31 de octubre de 2008 cuando Christian Felber (miembro del movimiento antiglobalización Attac) y otros 11 economistas más, firman una declaración en favor de un sistema económico alternativo al capitalista y al de economía planificada o socialista. En el año 2009, Felber cofunda el Movimiento Austria (Bewegungsstiftung Österreich) y en 2010 inicia el proyecto Banca Democrática para la creación de un banco ético. También en octubre de este mismo año comienza a implantar el modelo propuesto con la ayuda de un grupo de empresarios de varios países, dispuestos de manera voluntaria y activa a aplicar los criterios de la EBC en sus empresas. Este grupo se convierte en un movimiento político que además presiona a los gobiernos de los países para que reconozcan legalmente los principios de la EBC.
Hasta finales del 2011 han apoyado la iniciativa más de 500 empresas de 13 países distintos y 200 empresas pioneras están aplicando el Balance del Bien Común. Los participantes en la EBC se organizan en torno a 31 Campos de energía (grupos de apoyo local) distribuidos por Austria, Alemania, Italia, Suiza, Liechtenstein, España, Argentina y Honduras.
La justificación de la EBC reside en el hecho de que las constituciones y demás normas legales de diferentes países reconocen el principio de que la actividad económica ha de estar al servicio de los intereses generales y al bien común o bien público. En este sentido, la EBC permite adaptar la economía real capitalista a dichos principios constitucionales.
La EBC se construye a través de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergias con otros procesos similares como son la Economía Social, la Economía Solidaria, etc.
Principios
Los principios en los que se basa la EBC son los propios de los valores humanos, esto es, la confianza, la honestidad, la responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la generosidad y la compasión, entre otros más. Las empresas que sean capaces de incluir estos valores humanos en su funcionamiento, deberían tener una serie de ventajas legales frente a las que no los incluyen.
Pero los indicadores que se utilizan para medir el éxito de las empresas y los países están basados en medidas monetarias como el Producto Interior Bruto o la rentabilidad económica y financiera, que no incluyen aspectos tan importantes como el respeto de los derechos humanos, la desigualdad de género, la sobreexplotación, el abuso de autoridad, etc. Por ello se introduce el Balance del Bien Común, como un sistema que sirve para medir adecuadamente el éxito de una empresa al introducir factores como la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica, la democracia participativa, la igualdad de género, el equilibrio en las diferencias salariales, etc.
Los 20 puntos en los que se basan los principios de la EBC son los siguientes:
1. La EBC se basa en los mismos valores que permiten desarrollar las relaciones humanas: confianza, cooperación, aprecio, democracia y solidaridad. Conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y de felicidad de los seres humanos.
2. En la EBC, las reglas del juego del sistema capitalista actual del ánimo de lucro y competencia son cambiadas por la cooperación y la contribución al bien común.
3. El éxito económico no se ha de medir con indicadores monetarios como el beneficio financiero o el PIB, sino con el Balance del Bien Común (a nivel de empresas) y con el Producto del Bien Común (a nivel de sistemas).
4. Las empresas con buenos Balances del Bien Común, disfrutaran de ventajas legales tales como tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en la compra pública, etc. La entrada en el mercado se verá favorecida por actores y productos/servicios éticos frente a los no-éticos, indecentes y no ecológicos.
5. El balance financiero de la empresa será un balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser un fin a ser un medio, es decir, la rentabilidad económica o financiera será el medio o instrumento a través del cual la empresa pueda obtener un fin social: la aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero se utilizarán para inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida y créditos sin intereses a empresas cooperantes. No se utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajen en la empresa, para la adquisción hostil de otras empresas, la inversión en mercados financieros o para aportaciones a partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio empresarial (impuesto de sociedades) será eliminado.
6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están liberadas de la coerción de crecer y tragar.
7. Exisitiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo, habrá muchas empresas pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, encargos, personal o créditos sin interés. Serán recompensadas con resultados del balance del bien común positivos. Las empresas van formando una red de aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un sistema win-win.
8. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo, propiedades que no excederán por ejemplo de los 10 millones de euros, el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán repartidos a través de un fondo de generaciones como Dote democrático a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de oportunidades. Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica.
9. En grandes empresas, a partir de un elevado número de empleados (por ejemplo, más de 250), los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de parlamentos económicos regionales. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas publicas.
10. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía o comunicación: la infraestructura básica.
11. Un bien democrático importante es el banco democrático. Este sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos, estará controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo como plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las transacciones de capitales internacionales para impedir la evasión fiscal. Los mercados financieros en la forma actual ya no existen.
12. Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de cálculo monetario (por ejemplo: globo o terra) para el comercio international. A nivel local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional. Para protegerse de la competencia injusta, la UE iniciará una zona de comercio justo (Zona del Bien Común) con estándares armonizados o con tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa productora. A largo plazo, la meta será crear una Zona del Bien Común a nivel mundial a través de la ONU.
13. A la naturaleza se le concede un valor propio, por lo cual no puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un trozo de tierra para vivir o para la agricultura o el comercio, se le cede una superficie limitada de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto. Esto será el final de la especulación inmobiliaria, del landgrabbing (apropriación de grandes superficies por multinacionales u otros países) y del latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el terreno (impuesto sobre bienes inmuebles).
14. El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo será la reducción de la huella ecológica de personas privadas, empresas y naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo. El imperativo categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando limita la libertad de otros de elegir el mismo estilo de vida o por lo menos llevar una vida en dignidad. Personas privadas y empresas serán incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un nivel globalmente sostenible y justo.
15. El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hasta llegar a un nivel, decidido por mayoría, de 30 a 33 horas semanales. De este modo, queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades públicas. Como consecuencia de este reparto más equlibrado entre las distintas actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos consumidor y más sostenible.
16. Cada décimo año en la profesión es un año sabático que será financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el mercado de trabajo en un 10% de la tasa de desempleo en la Unión Europea.
17. La democracia representativa será completada por la democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por sí misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una democracia real, son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son derechos constitucionales de co-legislar y de controlar por parte de la ciudadanía soberana.
18. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y solo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana. Además de la asamblea económica del bien común, puede haber otras estructuras para profundizar la democracia: asamblea para la educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para el desarrollo de la democracia.
19. Para afianzar en los niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el bien común. Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo: emocionología, ética, comunicación, educación democrática, experiencia de la naturaleza y sensibilización corporal.
20. Debido a que en la economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan a los gerentes más duros y ejecutivos de la eficiencia cuantitativa, sino a los más responsables y socialmente competentes, los más empáticos y sensibles que consideran la codeterminación como una oportunidad y un beneficio para todos.
Recuerde que...
- • Principios: la confianza, la honestidad, la responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la generosidad y la compasión.
- • Balance del Bien Común: sistema que sirve para medir adecuadamente el éxito de una empresa al introducir factores como la dignidad humana, la solidaridad…
- • Se construye a través de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergias con otros procesos similares como son la Economía Social, la Economía Solidaria, etc.