Conocidos en terminología anglosajona como “equity loans”, son préstamos que tienen como garantía un determinado paquete de acciones, cuya cotización sirve para medir el grado de apalancamiento, es decir, el porcentaje de acciones en garantía en relación al total del préstamo solicitado.
Son utilizados, por ejemplo, en las colocaciones de acciones preferentes o de bonos “high yield”, en los que se ofrecen grandes paquetes de títulos con elevada rentabilidad, pero por los que no se paga nada más que una parte de la inversión, financiando los bancos la mayor parte.
Por ejemplo, supongamos que se quiere colocar una emisión de acciones preferentes a Libor+400 puntos básicos, y que un inversor dispone de 10 millones de dólares para invertir. El banco de inversión le puede ofrecer comprar 50 millones de dólares en acciones preferentes, con un préstamo de 40 millones de dólares a Libor+50 puntos básicos, lo que supone un apalancamiento del 80%. El inversor recibe una rentabilidad de 5 veces Libor+2000 puntos básicos, y paga un interés al banco de 4 veces Libor+200 puntos básicos, lo que de facto supone una rentabilidad de Libor+1800 puntos básicos para los 10 millones de dólares que realmente está invirtiendo.
Evidentemente, es una operación apalancada de elevado riesgo, ya que los 50 millones de dólares en acciones preferentes están garantizando toda la operación a precio de mercado. Si la cotización de las acciones preferentes bajara un 20% y llegara al 80%, el banco de inversión ejecutaría la posición, vendería las acciones, recuperaría su préstamo, y el inversor habría perdido el 100% de los 10 millones de dólares invertidos.
Los “equity loans” también son usados en el mundo anglosajón como mecanismo para financiar hipotecas sobre inmuebles (en este caso se denominan “home equity loans”). En este caso, el interesado dispone de un inmueble en propiedad y necesita dinero, por lo que procede a poner el inmueble como garantía a cambio de un préstamo por un porcentaje del valor del inmueble; por ejemplo, del 80%. El prestamista pedirá entonces como mínimo el pago del interés mensual del préstamo, aunque puede también establecer un plan de pagos del principal. El prestatario, por su parte, tiene el derecho de aportar cantidades que permitan la amortización parcial o total del préstamo en función de sus posibilidades. Existe asimismo la posibilidad contraria; es decir, que el prestatario tenga necesidades adicionales de dinero y pueda solicitar al prestamista que le devuelva la cantidad hasta entonces amortizada, con el límite inicial firmado.
En cualquier caso, los “home equity loans” no constituyen primeras hipotecas utilizadas para adquirir un inmueble. Esta figura financiera solo es usada para refinanciar una deuda o bien para solicitar un dinero necesario para otros menesteres, como puede ser cubrir el coste de una operación médica o unas pérdidas inesperadas, o el pago de estudios de los hijos, etc. Por ello, suelen tener un plazo de duración inferior a las hipotecas tradicionales. Obviamente, e igual que ocurre con los préstamos con garantía de acciones, el grado de apalancamiento es importante, y si se produce, por ejemplo, una bajada en la tasación del inmueble colateralizado, ocurrirá como con la bajada de cotización de las acciones; es decir, si se ha otorgado al 80% y el inmueble tiene una reducción de tasación del 25%, el prestamista puede ejecutar el préstamo y vender el inmueble, salvo que el prestatario aporte nuevas garantías.
Recuerde que...
- • Los “equity loans” son préstamos a medio plazo cuya garantía son paquetes de acciones cotizadas, de forma que el importe concedido del préstamo es un porcentaje del valor cotizado del paquete de acciones.
- • El grado de apalancamiento es fundamental para la vida del préstamo, ya que, si el valor de la garantía disminuye por debajo del valor del préstamo, el prestamista puede ejecutarlo y quedarse con la totalidad de la garantía.