Concepto
La necesidad de financiar las continuas guerras hizo que el Gobierno inglés fuera el prestatario por excelencia durante el siglo XVIII, especialmente con rentas perpetuas. La ley inglesa de usura limitaba al 5% el tipo de interés a pagar por los prestatarios privados, y no regía para los bonos del Estado. A fin de captar todo el dinero posible, el Gobierno inglés emitió entre 1694 y 1784 nada menos que 42 préstamos con loterías incorporadas, lo cual hacía más atractivo el producto al potencial suscriptor, tanto inglés como extranjero.
El primer préstamo con lotería del Gobierno Británico lo emitió, en 1694, el Ministro de Hacienda Thomas Neale (1641-1699), y ofrecía un primer premio de 1.000 libras esterlinas anuales durante dieciséis años, para una emisión de 100.000 billetes de 10 libras. Los billetes que no obtuvieran el premio (99.000) tenían un reintegro de 1 libra durante dichos dieciséis años. Por tanto, nadie perdía, salvo el coste de oportunidad del dinero en el tiempo. En el fondo, no era otra cosa que un producto financiero, que tuvo un gran éxito y que se volvió a emitir numerosas veces. De hecho, cincuenta años después, los billetes de lotería del Gobierno Británico circulaban como dinero entre los ciudadanos ingleses.
Aunque en aquella época todavía no estaban desarrollados los conceptos básicos de la teoría de la probabilidad, y desde luego no eran usados por los poderes públicos, la habitual práctica de las rifas y otros fenómenos de azar, hacía intuir a los dirigentes de Hacienda que este modelo les era muy útil, habida cuenta de la avidez del pueblo, y en particular de los inversores, por los juegos de azar en sus diferentes modalidades.
En el préstamo de 1694, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda británico recibió 100.000 libras durante 16 años sin tener que pagar intereses por ello, y a cambio tenía que pagar 1.000 libras anuales durante el mismo período al 1% de los bonos emitidos; es decir, el coste total de la emisión para el gobierno inglés era del 1%, muy inferior al nivel habitual que estaba pagando en aquella época. Para los inversores, la rentabilidad esperada era en media también del 1%, pero los afortunados, recibían un 100% de rentabilidad durante dieciséis años, es decir, invertían 1.000 libras y recibían 16.000 en el período considerado. Esa posibilidad de invertir una libra y que te pagaran 16 hacía que el “juego” fuera muy aceptado por los potenciales inversores.
Recuerde que...
- • Los préstamos con lotería fueron una modalidad habitual de financiación del Gobierno británico durante el siglo XVIII.
- • El tipo de interés equivalente pagado por la Hacienda británica era muy inferior en términos de media al que pagaban por las emisiones habituales de bonos o los préstamos solicitados al mercado de capitales.