Concepto
Se denomina gobernanza al conjunto de mecanismos, procesos y reglas a través de los cuales se ejerce la autoridad de una organización, independientemente de cual sea la propiedad o la finalidad de la misma. La noción de gobernanza intenta abarcar las conexiones y relaciones entre las instituciones y el conjunto de agentes y reglas que influyen sobre la misma y que determinan la conducta institucional.
La gobernanza puede referirse a diferentes contextos como, por ejemplo, gobernanza corporativa, gobernanza internacional, gobernanza nacional y gobernanza local.
El término gobernanza se está utilizando de forma creciente. El mal gobierno se considera cada vez más como una de las razones principales de los males en nuestras sociedades.
Buena gobernanza
Buena gobernanza o buen gobierno es aquel capaz de gestionar de forma eficiente y sostenible desde el punto de vista económico, político, social, cultural y medioambiental y está estrechamente relacionado con el desarrollo económico. Su cumplimiento se ha convertido en una referencia imprescindible para medir la credibilidad y el respeto de cada país en el ámbito internacional.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las características del buen gobierno son:
- a) Participación.
- b) Imperio de la ley.
- c) Transparencia.
- d) Respuesta a las necesidades de los interesados.
- e) Orientación hacia el consenso.
- f) Equidad en las oportunidades.
- g) Eficacia y eficiencia.
- h) Rendición de cuentas.
- i) Perspectiva estratégica.
Cuando el gobierno de un país cumple con esas características, pone de manifiesto su intención a favor del desarrollo económico y social. El buen gobierno implica que, además de los objetivos macroeconómicos y microeconómicos, la dimensión humana tiene su propia importancia y consideración.
El Banco Mundial (BM) define la gobernanza como (1) el proceso por el que los gobiernos son elegidos, controlados y sustituidos; (2) la capacidad de los gobiernos para formular e implementar de forma efectiva buenas políticas públicas; y (3) el respeto de los ciudadanos y el Estado hacia las instituciones que gobiernan interacciones económicas y sociales entre ellos.
Según la ONU, la buena gobernanza será mejor cuando las instituciones (Parlamento, Gobierno, etc.) y los procesos (elecciones y procedimientos legales) de cada país sean transparentes, no corruptos y responsables de sus acciones ante la sociedad. La existencia de transparencia en las actuaciones de los responsables públicos implica que los ciudadanos deben conocer cómo se toman las decisiones públicas, el destino de los fondos públicos y los criterios que rigen la actuación de las instituciones.
Está demostrado que los países con mayores niveles de transparencia y normas de buen gobierno son los que cuentan a su vez con instituciones más fuertes, lo cual favorece no solo el crecimiento económico, sino también el desarrollo social.
En España, la aspiración a un buen gobierno queda recogida en la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que identifica la transparencia, el acceso a la información pública y las normas de buen gobierno como los ejes fundamentales de toda acción política.
El buen gobierno y la ayuda al desarrollo
El concepto de buen gobierno aparece en la literatura sobre el desarrollo desde los años 90. El Banco Mundial (BM) fue el primero en utilizar el término en un estudio realizado en 1992 sobre la crisis y el crecimiento sostenido en el África Subsahariana, en el que ya señalaba la importancia del buen gobierno en el desarrollo económico.
Desde los 90, la mayoría de los donantes de cooperación al desarrollo han insistido en la necesidad de la existencia de un buen gobierno en los países receptores como fórmula para garantizar el buen uso de los fondos recibidos. El buen gobierno se ha convertido en uno de los principales criterios políticos de condicionalidad para la concesión de ayuda internacional.
En la actualidad, el concepto de buen gobierno según diversas instituciones de desarrollo es el siguiente:
ODA, Agencia Bilateral del Gobierno Británico | PNUD | Banco Mundial |
• Legitimidad • Rendición de cuentas • Competencias • Derechos humanos/Ley | • Legitimidad política • Libertad de asociación y participación • Sistema judicial justo y fiable • Rendición de cuentas • Libertad de información y expresión • Gestión del sector público eficiente y eficaz • Cooperación con instituciones de la sociedad civil | • Gestión política transparente y previsible • Administración profesional • Poder ejecutivo que rinda cuentas • Sociedad civil fuerte y participativa • Imperio de la ley |
Objetivos e indicadores de la buena gobernanza
La buena gobernanza favorece la existencia de instituciones más transparentes y democráticas, ya que promueve la equidad, la participación, el pluralismo, la responsabilidad y el Estado de Derecho, con el fin último de que este sea efectivo, eficiente y duradero.
La buena gobernanza fomenta el desarrollo, ya que potencia la erradicación de la pobreza, la protección del medio ambiente, lucha por garantizar la igualdad entre los géneros y persigue desarrollar sociedades sostenibles económicamente.
El sistema de Naciones Unidas fomenta la buena gobernanza a través de distintas vías: el apoyo a la transición democrática a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); la lucha contra la corrupción a través de los programas del Fondo Monetario Internacional; el fortalecimiento y la participación de la sociedad civil a través del Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia; y la mejora de la Administración pública a través de la Red en línea de Naciones Unidas sobre administración y finanzas públicas.
El Banco Mundial (BM) promueve el proyecto “Worldwide Governance Indicators” (WGI) que reporta datos agregados e individualizados sobre gobernanza de 215 economías para el período 1996-2013. El proyecto WGI mide seis dimensiones de la gobernanza: la voz de los ciudadanos, la estabilidad política y ausencia de violencia y/o terrorismo, la efectividad gubernamental, la calidad regulatoria, el Estado de Derecho y el control de la corrupción.
El mal gobierno
El mal gobierno, o ausencia de un buen gobierno, se caracteriza por la falta de responsabilidad, la falta de rendición de cuentas de los poderes públicos, la falta de transparencia, la escasa capacidad de previsión de los políticos y funcionarios y la ausencia del Estado de Derecho.
La corrupción es otra de las características del mal gobierno, y su origen está en el dominio del Estado sobre la sociedad. La violencia, la existencia de regímenes totalitaristas y la pobreza son otras de las mayores amenazas para la buena gobernanza, dado que restringen o anulan características imprescindibles para su mantenimiento, como la transparencia, la seguridad, la participación y las libertades fundamentales.
Según el estudio del BM arriba indicado, el mal gobierno habría sido el motivo del fracaso de las políticas de ajuste estructural en muchos países surafricanos.
Recuerde que...
- • La buena gobernanza o buen gobierno gestiona de forma eficiente y sostenible desde el punto de vista económico, político, social, cultural y medioambiental .
- • El Banco Mundial (BM) fue el primero en utilizar el término en un estudio realizado en 1992 sobre la crisis y el crecimiento sostenido en el África Subsahariana.
- • La buena gobernanza favorece la existencia de instituciones más transparentes y democráticas, ya que promueve la equidad, la participación, el pluralismo, la responsabilidad y el Estado de Derecho, con el fin último de que este sea efectivo, eficiente y duradero.
- • El mal gobierno se caracteriza por la falta de responsabilidad, la falta de rendición de cuentas de los poderes públicos, la falta de transparencia, la escasa capacidad de previsión de los políticos y funcionarios y la ausencia del Estado de Derecho.
- • La corrupción, la violencia, la existencia de regímenes totalitaristas y la pobreza son las mayores amenazas para la buena gobernanza.