Concepto
Se entiende como renta básica a un ingreso incondicional pagado a todos los ciudadanos de un país independientemente de su nivel de renta, riqueza y situación laboral. Es incondicional ya que, para su obtención, no se exige que el beneficiario cumpla con alguna circunstancia particular además de ser ciudadano o residente del país en cuestión, es decir, no es necesario, por ejemplo, estar desempleado o pertenecer a un determinado grupo de la población.
En la actualidad, en la mayoría de los países de la OCDE existen prestaciones destinadas a grupos específicos, como ser los desempleados familias numerosas, personas en riesgo de exclusión social. Todas estas prestaciones son condicionales al cumplimiento de algunas circunstancias concretas; no es el caso de la renta básica donde todos los ciudadanos o residentes de un país, por el mero hecho de serlo, reciben dicha transferencia.
La idea de la renta básica ha ganado notoriedad en los últimos tiempos. Algunos de los cambios que se están produciendo en la economía a nivel internacional son responsables de este creciente interés, entre ellos están el surgimiento de nuevas formas de empleo, más precarios, inestables, con menores retribuciones, además de un aumento de las desigualdades sociales, asociados al modo en que se ha salido de la crisis financiera de 2008 y a fenómenos como la digitalización y la automatización de la economía. Cambios todos ellos para los que los sistemas de protección sociales tradicionales, basados hasta cierto punto en contribuciones que el trabajador hace a lo largo de su carrera profesional y que le dan derecho a disfrutar de determinadas coberturas en caso de necesitarlas, no están preparados.
Ventajas
Los partidarios de la introducción de la renta básica como medio para reducir la pobreza y la desigualdad postulan que este sistema presenta ventajas frente a otros arreglos que buscan el mismo objetivo.
En primer lugar se plantea que la gestión de la renta básica es mucha más simple y menos costosa en términos administrativos que la de las prestaciones actualmente existentes. Esto se debe a que no es necesario el control y seguimiento del cumplimiento de los requisitos para recibir las prestaciones por parte de los beneficiarios, lo que implica la existencia de un considerable aparato burocrático. En el caso de la renta básica todos los ciudadanos del país la reciben, con lo que los controles se simplifican en grado sumo.
Por otra parte, con la renta básica se evitaría que los trabajadores en situación de desempleo que reciben una prestación por ese motivo puedan verse tentados a no aceptar un trabajo que supondría la pérdida de esa prestación, siempre que el salario que percibirán no sea lo suficientemente elevado; en el caso de la renta básica eso no sucedería ya que al aceptar el empleo no se perdería la prestación.
Una tercera ventaja es que la percepción de un ingreso seguro, independiente de la situación laboral, hace que los individuos tengan una mayor flexibilidad para adaptarse a un mundo laboral cambiante e inestable, ya que ayuda a reducir la inestabilidad que esa situación provoca.
Críticas
La principal crítica que se hace a esta idea reside en la cantidad de recursos que serían necesarios para ponerla en práctica, que se traducirían, probablemente, en subidas considerables de impuestos.
Otra preocupación de los contrarios a la implementación de esta medida es el efecto que podría tener sobre la oferta de trabajo; si el ingreso percibido por la población fuera alto, podría, según esta visión, desincentivar a los trabajadores a la hora de incorporarse al mercado laboral e, incluso si la renta fuera de una cuantía inferior, por ejemplo menor que el salario mínimo imperante, eso también podría distorsionar el mercado laboral al hacer menos probable que los trabajadores estuvieran dispuestos a trabajar por un salario bajo. Sin embargo, este es un punto sujeto a discusión ya que la escasa evidencia empírica al respecto parecería indicar que el efecto es el contrario, y que al recibir un ingreso estable, aunque de una cuantía baja, las personas tienden a incorporarse más al mercado laboral.
Finalmente, una tercera crítica a este enfoque viene del lado de aquellos que, desde una determinada concepción de la justicia distributiva, creen que es poco ético que alguien pueda recibir una prestación sin haber contribuido previamente o sin que se le exija nada a cambio.
Experiencias de desarrollo
No existen ejemplos concretos de una renta básica extendida al conjunto de la población de un país. A lo largo del tiempo, sin embargo, se han desarrollado algunas experiencias más limitadas, tanto en el alcance de la cobertura como en el tiempo. En el período comprendido entre 1974 y 1979, tuvo lugar en Manitoba (Canadá) un experimento Mincome por el que determinados hogares recibieron un ingreso mínimo garantizado. En enero de 2017 comenzó en Finlandia un programa por el que 2.000 desempleados reciben un ingreso de 560 €, además de los subsidios por desempleo a los que pudieran tener opción. Dicho ingreso no se pierde en el caso de que los desempleados consigan un empleo. Durante el programa, de dos años de duración estimada, se evalúa el comportamiento de los receptores en temas tales como si se ve afectada o no la búsqueda de empleo o los efectos psicológicos de la recepción de dicho ingreso. A lo largo de 2017 se puso en marcha otra experiencia en Ontario (Canadá), por la que 2.500 personas recibían un ingreso incondicional. Otra experiencia similar es la del Fondo Permanente de Alaska, constituido a partir de parte de los ingresos derivados de las explotaciones petrolíferas que las compañías pagan al Estado, por el cual todos los residentes en Alaska reciben una parte de los rendimientos de dicho fondo; como ejemplo, en 2016 la cuantía que recibió cada ciudadano fue de 2.072 dólares.
Recuerde que...
- • En la mayoría de los países de la OCDE existen prestaciones destinadas a grupos específicos (desempleados con familias numerosas, personas en riesgo de exclusión social...), prestaciones condicionadas al cumplimiento de circunstancias concretas.
- • En el caso de la renta básica todos los ciudadanos o residentes de un país, por el mero hecho de serlo, reciben dicha transferencia.
- • Principales ventajas de este sistema: gestión más simple y menos costosa que los sistemas de prestaciones actuales; que al aceptar el empleo no se perdería la prestación; mayor flexibilidad para adaptarse al mundo laboral.
- • Las críticas son: subidas considerables de impuestos; desincentivar a los trabajadores a la hora de incorporarse al mercado laboral; éticamente discutible que alguien pueda recibir una prestación sin haber contribuido previamente o sin que se le exija nada a cambio.
- • No existen ejemplos concretos de una renta básica extendida al conjunto de la población de un país, si bien se han desarrollado algunas experiencias más limitadas, tanto en el alcance de la cobertura como en el tiempo.