Concepto
Los programas de mantenimiento preventivo, a diferencia de las reparaciones, son totalmente opcionales. Sin embargo, existen una serie de motivos que aconsejan la presencia de este tipo de programas en la empresa (ver figura 1):
FIGURA 1: MANTENIMIENTO PREVENTIVO

Fuente: Elaboración propia a partir de Miranda, F.J.; Rubio, S.; Chamorro, A.; y Bañegil, T.: Manual de Dirección de Operaciones. Ed. Thomson, Madrid, 2005, pág. 659.
Mantenimiento vs. reparaciones
El director de operaciones tiene que decidir qué recursos va a destinar a medidas de mantenimiento preventivo, teniendo en cuenta el gasto que este supone frente al gasto en reparaciones. Ambos costes están inversamente relacionados, por lo que se debe buscar un equilibrio entre ambos bajo la premisa de que el coste total de mantenimiento sea el mínimo posible.
Visión tradicional
Así, en el gráfico tradicional (ver figura 2) se parte de una situación inicial en la que el gasto en mantenimiento preventivo es muy reducido, al contrario que el de las reparaciones o coste de mantenimiento correctivo. A medida que el primero se incrementa, el coste del mantenimiento correctivo se reduce, y llega un momento en el que la curva de costes totales se vuelve creciente. Es decir, a mayor mantenimiento preventivo mayor coste total, de manera que la reducción en los costes de reparaciones no compensa el incremento del preventivo.
FIGURA 2: VISIÓN TRADICIONAL DE LOS COSTES TOTALES DE MANTENIMIENTO

Fuente: Elaboración propia a partir de Miranda, F.J.; Rubio, S.; Chamorro, A.; y Bañegil, T.: Manual de Dirección de Operaciones. Ed. Thomson, Madrid, 2005, pág. 660.
Sin embargo, en la figura anterior no se han reflejado realmente todos los costes totales de una avería, ya que tienen que considerarse otros aspectos tales como la calidad de los productos, la satisfacción del cliente, aunque no estén directamente relacionados con la avería, así como el coste del inventario que se mantiene para compensar el tiempo inactivo. También hay que plantearse el posible cambio de actitud de los trabajadores, que ya no ven necesario realizar el mantenimiento de los equipos, por lo que no se logran los objetivos establecidos.
Visión actual
La siguiente figura (ver figura 3) representa el impacto total de las averías y la relación entre el mantenimiento preventivo y las reparaciones. En dicha figura se observa cómo el nivel óptimo de mantenimiento apuesta por una inversión máxima en mantenimiento preventivo orientado a eliminar las averias en los equipos.
FIGURA 3: VISIÓN ACTUAL DE LOS COSTES TOTALES DE MANTENIMIENTO

Fuente: Elaboración propia a partir de Miranda, F.J.; Rubio, S.; Chamorro, A.; y Bañegil, T.: Manual de Dirección de Operaciones. Ed. Thomson, Madrid, 2005, pág. 660.
Ejemplo
Para valorar si a la empresa le interesa (en términos de coste) mantener un programa de reparaciones o si, por el contrario, es preferible contratar un servicio de mantenimiento preventivo, podemos utilizar el siguiente ejemplo numérico:
Una empresa está analizando si le interesa económicamente renovar o no un contrato de mantenimiento preventivo de sus bienes de equipo para el próximo año. Este contrato tiene un coste mensual de 2.000 € y desde que se firmó se viene observando una media de 2 averías al mes, teniendo cada fallo un coste de 1.800 €, donde se incluye, además del coste de la reparación, la repercusión en la calidad y en la productividad de la empresa.
Antes de la firma de este contrato, los registros que tenía la empresa del número de fallos producidos en sus bienes de equipo durante los últimos 15 meses son los que se observan en la siguiente tabla:
Número de fallos | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
Nº de meses en los que se produjo ese nº de fallos | 1 | 2 | 2 | 3 | 3 | 4 |
Para analizar si le interesa mantener el contrato o bien reparar las averías en los equipos cuando surjan, se deben seguir los pasos siguientes:
Cálculo del número medio de fallos:
Nº esperado de fallos (Nf) = Σ (nº de fallos x frecuencia)

es decir, antes de firmar el contrato de mantenimiento, esta empresa tenía una media de 4,13 fallos al mes.
Coste que suponían al mes estos fallos sin contrato de mantenimiento (Cf):
Cf = Nf x Cu → Cf = 4,13 x 1.800 = 7.434 €/mes
Siendo Cu el coste que tiene para la empresa cada uno de los fallos.
Por tanto, esta empresa se venía gastando en reparar sus equipos 7.434 € mensuales (en términos esperados).
Coste total que supone para la empresa el contrato de mantenimiento preventivo (Cm):
Cm = (Nfm x Cu) + Cc
Siendo:
- — Cm = Coste total que le supone a la empresa el contrato de mantenimiento preventivo.
- — Nfm = Número de fallos que se producen por término medio durante el contrato de mantenimiento.
- — Cc = Importe del contrato de mantenimiento preventivo.
Por tanto, en este caso concreto, el coste que tiene para la empresa al mes el contrato de mantenimiento preventivo sería:
Cm = (Nfm x Cu) + Cc → Cm = (2 x 1.800) + 2.000 = 5.600 €
Es decir, con el contrato de mantenimiento preventivo la empresa incurre en unos costes totales de 5.600 € al mes.
Conclusión: Si comparamos ambos costes (7.434 € programa de reparaciones y 5.600 € el contrato de mantenimiento preventivo), se llega a la conclusión de que a la empresa le interesa renovar el contrato dado que el coste total es inferior.
Recuerde que...
- • El director de operaciones debe decidir qué recursos va a destinar a medidas de mantenimiento preventivo, teniendo en cuenta el gasto que este supone frente al gasto en reparaciones.
- • Estos programas reducen la frecuencia y gravedad de las averías, incrementando la vida útil de los bienes de equipo, lo que permite reducir el coste total de mantenimiento.
- • También incrementan la calidad de los productos o servicios finales y mejoran las condiciones de seguridad en el entorno de trabajo.